Racing Club El Primer Grande

La importancia de sumar sin jugar bien

Racing Club sacó adelante un partido muy difícil. El puntero de la Superliga consiguió tres puntos vitales en la reanudación del Torneo. Eso sí, cuando el fútbol se ausenta, es una buena señal seguir ganando.

Era importante ganar. No se jugó como se esperaba, es verdad. Pero sigue siendo líder.
Era importante ganar. No se jugó como se esperaba, es verdad. Pero sigue siendo líder.

El aliento de la hinchada una vez consumada la victoria suena más a un grito de “guerra” que de festejo. Está feliz, claro, pero el desahogo fue muy grande luego de pasar momentos de zozobra. De Mar del Plata se viene con tres puntos, la soledad de la punta pero también algunos interrogantes: ¿Por qué no pudo imponer su idea en el campo? ¿Por qué jugó mal durante tanto tiempo?

Es importante, y vital a esta altura, ganar como sea. Pero la noche para Racing fue especial. Hay puntos para remarcar cronológicamente que explica un poco esto de ganar “jugando mal”:

Un comienzo a pura presión y vértigo

Racing salió a comerse a Aldosivi desde el minuto cero. Eso abrumó a los jugadores locales. Les costó “entrar” en juego. El Primer Grande ahogó las buenas intenciones del Tiburón y no dejó que tengan la pelota. Para colmo el gol llegó rápido (producto de la presión de Solari) y todo hacía suponer una noche feliz. Pero todo cambió.

 

Se despierta Aldosivi cuando se cansa Racing

A partir del gol, la Acadé bajó un cambio, intentó cambiar el aire para seguir abrumando al rival. Pero hay algo que corrió el conjunto marplatense: la tenencia del balón. Empezó a mover la pelota por toda la cancha, lateralizó el juego y apostó a los pases entre líneas. Un Racing, cansado, corría detrás del balón y, para colmo, con una marcha menos.

 

La imprecisión académica

A todo esto se sumó un rendimiento irregular. La Academia tomaba el balón y lo empezaba a perder muy fácil. Ya no atacaba al rival y le temblaba la pelota en los pies. Era un partido para tocar menos la pelota. Pero eso no lo entendió nunca el equipo. Y de esa improvisación, llegó el error “no forzado” a Marcelo Díaz que recibió un pase defectuoso y la pasó mal. DE ese regalo vino un buen pase entre líneas que derivó en el empate.

Había que cambiar.

 

Segundo tiempo, sin cambios

Coudet planificó un cambio estratégico para modificar la historia: Corrió a Solari a la izquierda del mediocampo para que Centurión juegue por la derecha. La idea era sorprender y tratar de ganar “la batalla en el mediocampo” que tenía perdida por mucho. Pero Ricardo estaba muy impreciso, muy apagado y no podía explotar su juego. Para colmo la pelota le llegaba cada vez menos.

 

Llegó el segundo de Lisandro. Una Mano enorme

Cuando nada hacía suponer que Racing podía revertir el marcador, un manotazo de Villalba le regaló el penal que Lisandro cambió por gol. Otra vez arriba en el marcador pero jugando muy mal. Coudet metió mano al banco para cambiar la historia… pero todo siguió igual.

 

Fernández no pudo agarrar la pelota

El ingreso de Pol por Centurión suponía que, con ventaja en el marcador, las líneas bien juntas, el ex Godoy Cruz se haría del bendito balón. Pero no pudo. Si bien Racing se paró mucho más de contra, no llegaba a terminar todas las jugadas que insinuaba.

 

Llega el tercero con desahogo

Cuando más sufría el equipo de Coudet, llegó una bonita contra que, con juego asociado, ubicó a Cvitanich frente al arco para empujarla a la red. En una de las pocas situaciones de gol, se pudo cerrar la victoria.

 

Es raro encontrar un triunfo así jugando de ésta manera. El 3 a 1 en la pizarra puede suponer alguna superioridad que en ralidad no fue tal. Deberá mejorar en varios aspectos. El táctico, el físico y el retroceso. Hoy sufrió en estos tres aspectos. La táctica casi no estuvo presente, no hubo juego asociado, no hubo jugadas en equipo. Físicamente Racing terminó herido considerablemente. Por ser el primer partido, salió con dolores, golpes y molestias Donatti, Centurión y Lisandro. Hasta se acalambró Saravia.

Y en el retroceso, el equipo mostró muchas fisuras, muchos huecos que fueron sensiblemente disimulados por una gran labor de Alejandro Donatti.

Pero lo más importante, sin lugar a dudas, es que se ganó cuando se necesitaba ganar. Cuando todos los perseguidores ya habían ganado, cuando todos pensaban que se caía, Racing sumó 3 de visitante. Hoy es lo más importante. Mientras sigan los éxitos no habrá problemas, pero será importante trabajar sobre ellos porque así cuesta mucho más obtener un triunfo.

 
EL RESUMEN DEL PARTIDO ACÁ

 
Fede Dotti
Por Federico Dotti

Racing Club – El Primer Grande
www.elprimergrande.com

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