Abrazos que ya volverán

Cuando la realidad golpea en los lugares donde nos más duele y exige un comportamiento colectivo ejemplar es cuando debemos demostrar que estamos a la altura.

Nos cuesta el encierro y la soledad, somos una sociedad “querendona”, de roces, de contacto y besos. Pero el momento lo pide, lo exige. No nos da opción. Y aunque cueste, es necesario hacerlo para atravesar lo más rápido posible este momento tan delicado. No recuerdo nada parecido, lo más cercano fue la gripe “A”, pero no llegamos a este tipo de recaudos prevenciones tan severos.

El paso de los años hizo que perdiera algunos abrazos que me gustaría volver a dar. Uno muy fuerte con mi viejo a la vuelta de uno de sus viajes laborales. O quizás otro algo más débil o distante con mi abuelo, pero no menos afectuoso, para cuidarme en el Sarmiento camino al “Cilindro”.

Por eso es necesario el aislamiento, la conciencia social y el acatamiento a todo lo que nos pidan. No va a ser fácil, pero nos tiene que encontrar muy unidos y firmes en una misma dirección. Y, a la vuelta de la esquina, cuando menos lo esperemos, estaremos en plena caravana rumbo a la cancha, para “amucharnos” esperando la salida del equipo por el túnel, o entonar codo a codo el “y dale, y dale, y dale Racing dale”. Abrazos que ya volverán al gritar un gol de tu equipo jugando con 9, con gente querida o desconocida, manifestando emociones desenfrenadamente, pero sin restricciones, cómo solo nosotros sabemos hacerlo.

Se extrañan muchas cosas y solo han pasado dos días de cuarentena obligatoria, más otros tantos donde ya habían comenzado todo tipo de suspensiones como en el fútbol, por ejemplo.

Hagamos lo que nos corresponde para poder revertir la situación, es un partido que también jugamos y justamente nosotros sabemos hacerlo mejor que nadie.

Cuidémonos.

R+

Por Ariel Gutierrez.

Racing Club – El Primer Grande

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