Un Racing sin refuerzos

La Academia está sufriendo el recambio. Entre las altas y las bajas hay un déficit en el juego más que marcado. Con Vélez quedó expuesta la necesidad de que los nuevos se adapten y levanten el nivel. Coudet y sus compañeros lo necesitan.

Los refuerzos deben demostrar que pueden aportar soluciones al equipo.

¿Qué te pasa, Racing? La temporada ya lleva 3 partidos, 270 minutos disputados y el equipo aún no ganó. Fueron 3 empates pero uno hubo penales, con eliminación incluida, por Copa Argentina. Y el debate lo abrió el propio entrenador. En la semana, en conferencia de prensa, dijo “Todavía los refuerzos tiene que demostrar que está para jugar en Racing”.

Y acá está la cuestión. Se fueron Pol Fernández, Ricardo Centurión, Renzo Saravia, entre los titulares más Andrés Ríos y Martín Ojeda entre otros que fueron “recambio”.

Las llegadas o más conocidos como “Refuerzos” no están aportando soluciones a un funcionamiento que cada vez cuesta más.

Racing está jugando mal, aún en los últimos partidos de la Superliga. Pero luego de la pretemporada, de la llegada de jugadores con tiempo, se iba a poder ver los resultados. Este equipo no tiene juego y no encuentra soluciones en los recién llegados.

No es toda la culpa de los debutantes, en absoluto. Pero habrá que mirar, caso por caso, para ir entendiendo un poco éstos desajustes que, en definitiva, atentan contra el resultado final.

A saber:

Matías Rojas es el que más minutos sumó pero no pudo aportar todo su talento. Jugó el 54% de los minutos de este Racing modelo 2019/2020. Disputó 146 minutos. En todos salió en el complemento o entró en la segunda etapa. El paraguayo se lo nota más lento o “descolocado” en su posición. La posición izquierda parece complicarle su desenvolvimiento. En Defensa y Justicia, disputó un solo partido en ésa colocación (frente a Patronato). El resto lo hizo por el medio, como enganche. Acá se abre un interrogante sobre su nivel. Además de adaptación, parece que aún no encontró su lugar en el campo.

El Pulpo González, muy querido en Racing, no puede aportar soluciones al equipo. Cada partido jugó menos minutos. En total jugó el 40% de los minutos (109). Entró desde el banco en los últimos dos partidos. Pero no pudo cambiar la historia. Se lo nota algo lento y, a veces, sus pases para atrás, parecen hacer “frenar” el ataque de Racing. Justamente esta lentitud, y previsibilidad, hace que La Acadé pierda profundidad.

Walter Montoya es, en primera instancia, uno de los jugadores que mejor imagen entregó hasta acá. Pero es uno de los que menos minutos jugó. Con 49 minutos, es el segundo refuerzo que menos jugó (apenas el 18% de los minutos). Mostró pinceladas de buen fútbol, interesantes asociaciones y aportó profundidad a un equipo que la necesita. Será una incógnita saber si se recuperará del golpe en el hombro que recibió frente a Vélez que lo hizo salir del primer equipo.

David Barbona es toda una incógnita. Frente a Vélez, quedó desafectado a causa de un cuadro febril producto de una amigdalitis. Esto le sigue restando chances. Es que sólo jugó 13 minutos frente a Boca Unidos por Copa Argentina. Mostró cosas interesantes pero es muy poco. Contra Unión no entró. Y es raro que lo tarjeros para ser volante y Coudet lo halagó como delantero en la pretemporada disputada en USA. ¿De qué juega? ¿De qué lo probará?

Definitivamente, se necesita que ellos levanten el nivel. Como el resto de sus compañeros. A esta lista se deben sumar José Luis Rodríguez Bebanz, que recién llegó, Eugenio Mena, que se recupere de su lesión y vuelva al primer equipo. Ni hablar de Alejandro Donatti que era una fija en la zaga central.

El bajón de rendimiento parece ser general (por ejemplo Marcelo Díaz, Matías Zaracho, entre otros) pero que los refuerzos levanten el nivel será impiadoso.

Lo necesita el equipo, Coudet y toda la gente que quiere volver a ver al equipo campeón. No los mismos once jugadores, si el mismo estilo que lo caracterizó.

Por Federico Dotti