Racing Club El Primer Grande

“Ojalá que en el próximo clásico pongan otro corazón”

Luis Otero pide que cuando enfrenten de nuevo al Rojo, “Racing recuerde que es Racing” y cuenta que aún vive en la casa donde nació, a dos cuadras del Cilindro.

“Cuando Liliana Ripoll dijo que el club no existía más sentí que recibía una descarga de veinte mil voltios...”, confesó Otero. (Foto Olé)

Mi primera bandera de Racing era de plástico. Con mis amigos la hacíamos flamear por el barrio mientras andábamos en bicicleta y gritábamos aquel gol de Cárdenas en Montevideo. Vivo en la casa donde nací, a dos cuadras del Cilindro, la que aún conserva el patio en el que pasé mi infancia. Por eso, cuando por algún motivo no puedo ir a la cancha, me agarran severos ataques porque escucho el vivo desde casa”.

-Me gustó. Hablemos de ataques emocionales.

-El día que Liliana Ripoll dijo que Racing había dejado de existir fue como si me hubieran dado una descarga de veinte mil voltios. Pero también fue una inyección para la acción. Yo sentía culpa porque como socio nunca me había involucrado. Soy más fanático de la institución que del fútbol, por lo que representa como herramienta de promoción humana desde el deporte, la acción social, incluyendo Racing Solidario y el colegio fundado por los hinchas.

-Entonces… -Sin que nadie me lo pidiera hice una gestión de negocio para recuperar lo que hoy es el Predio Tita Mattiussi. Le avisé a Ripoll, me junté con el presidente del Club Argentino de Rugby, presentamos un convenio, fue homologado por el juez de la quiebra y ahí están nuestras 12 hectáreas en pleno centro de Avellaneda. Nació la EGB, en Ameghino 883, estamos construyendo una escuela de oficios y tenemos el grupo de scouts más grande del partido. En breve se termina la cancha de hockey… Uff… Una alegría.

-Autogestión clara…

-Síii. No teníamos personería y dijimos ¿Qué somos? Una banda.

-¿Entre comillas? -Un grupo de voluntarios que hacíamos choriceadas. Un ex presidente del club nos calificó como“el Racing de la kermés”.

-Que se convirtió en la Bienal de Venecia…

-Y, logramos nuestra personería. Y se creó la Mutual, que terminó construyendo el Mattiussi para las Inferiores, que se inauguró el 9 de julio del 2000 con un partido entre veteranos, periodistas, caripelas… -Tienen una cancha de césped sintético… -Homologada por FIFA. Después, cuando se normalizó institucionalmente, empezó a colaborar el club porque al principio éramos un grupo de locos, ¿no?

-¿Jugaste en el partido inaugural? -Fui el arquero y al que le hicieron el primer gol porque estaba mal parado. Soy bueno en papi pero ¿arco de siete metros? Lo tenía a Fillol parado al lado mío dándome indicaciones, un capo. Hacía tanto frío que yo tenía doble pantalón largo y doble buzo. Parecía el globo de Michelin, ja.

-¿Y cuando fue la intervención y no jugaban? -Fue muy triste. Y quiero dedicarle una línea a Gimnasia, al que le estaré eternamente agradecido: uno de los partidos que nos suspendieron era con ellos y, aún así, el Lobo estuvo en el Cilindro acompañando y bancando la parada.

-¿Y esta Comisión Directiva se la banca? -En el Mattiussi estamos trabajando con un Comité maravilloso; nuestros desacuerdos se resuelven hablando y son personas de distintas líneas políticas y algunas, como yo, que no pertenecen a ninguna.

-¿Cómo encaja Blanco ahí? -Se empezó a construir a partir de que se diluyó la interna caníbal. Blanco es una persona equilibrada, que escucha y después toma las decisiones. A veces coincido y otras no, pero los debates se dan cuando tienen que darse.

-¿Hay esperanzas de un cambio de fondo en la AFA? -Soy un optimista patológico y AFA debiera estar controlada por sus miembros. Espero que nuestro club esté firme en la verificación y el control de acciones que no son claras.

-¿Cocca es claro? -Soy fan de la institución y me gusta la gente que proviene de ella. Aspiro a que Cocca apoye el proyecto de Inferiores, cosa que aún no veo claramente.

-¿Te ves en la Libertadores? -Veo que quiero ganar la Copa Argentina y anhelo la clasificación, para lo cual vamos a tener otro clásico en Avellaneda y deseo también que esta vez Racing se acuerde de que es Racing, y los jugadores pongan otro corazón.

-¿Cómo es esto de que Racing es Racing? -Simple, como la vieja, lo más grande que hay. ¿Alguna duda?

Fuente: Olé.

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