Cómo jugaba el Racing Campeón del Mundo

El equipo de Juan José Pizzuti está en la memoria de todos los hinchas de Racing. ¿Pero cómo jugaba el equipo campeón? ¿Cómo era tácticamente?

Para empezar hay que nombrar a los protagonistas de la Batalla de Montevideo. De los 11 fieles que salieron al Centenario a buscar la gloria del mundo. La alineación era un 4-3-3. En el arco el señor Agustín Mario Cejas. En defensa, Oscar Raimundo Martín (capitán del equipo), Roberto Perfumo, Alfio Basile y Nelson Chabay. En la mitad de la cancha, con la 7 en la espalda estuvo Juan Carlos Rulli, el brasileño Joao Cardoso en el centro y Humberto Maschio del otro costado. En la delantera figuraron Norberto Raffo, Juan Carlos Cárdenas (o Chango, como le guste) y Juan José Rodríguez.

En cuanto al estilo de juego, Juan José Pizzuti fue un revolucionario para la época. A finales de los años 60, el fútbol argentino era muy defensivo. Pero muy. Si bien empezaba a llegar algunos libros de Europa sobre táctica, acá en la Argentina no se le hacía caso. José llegó a Racing en el año 1965 y obtuvo el campeonato en el 1966. En el 67 la historia es la que estamos reproduciendo ahora. Pero la revolución pasó por lo que dijo apenas llegó: “Vamos a jugar todos arriba” dijo y los jugadores no le creyeron. Entonces el preparador físico comenzó con los primeros ejercicios de velocidad y resistencia que, por aquel entonces, no existía. Y su Racing cambió.

El propio Perfumo lo explicó un día: “Era un equipo que corría mucho, que se cuidaba mucho, que empezó a entrenar mucho. En los segundos tiempos los matábamos a todos. Racing tenía la condición de defender “Adelante”. Cortaban el juego arriba para que vos te rearmes atrás, así no te exponías al contraataque”.

Y además tenía escondido un arma letal: Las pelotas paradas. Cada córner o tiro libre cerca del área eran casi siempre gol. ¿Por qué? Porque tenía excelentes cabeceadores como Basile, Díaz o Raffo. Y porque tenían un secreto: Se paraban escalonados antes de la ejecución y cuando salía la pelota se dispersaban. Algo inédito para la época.

Además este equipo era ambicioso. Quería ganar siempre. Cuenta la historia que en un entretiempo, ganando 3 a 1, el DT le dijo a sus jugadores: “¿Qué esperan para ir al ataque manga de cagones?”

Logró que su equipo obtenga el récord de ganar 39 partidos seguidos. Su Racing se había transformado en una máquina.

Sin dudas que su fútbol fue revolucionario en su época por el sistema de ataque masivo que imponía, de mucho vértigo, mucha dinámica y por la ausencia de posiciones fijas.

La única mancha era el apodo que le habían puesto los británicos al “Equipo de José”: Para Sir Alf Ramsey (DT de Inglaterra por aquel entonces) aquel grupo eran los «Animals«. Por la violencia ejercida entre argentinos y uruguayos en el Mundial del 66. Y lo trasladaba a este equipo que pegó bastante en las tres finales. Incluso en el partido que se disputó en Avellaneda, Roberto Perfumo fue señalado en el viejo continente por una tremenda patada que le aplicó a Johnstone, el mejor futbolista escocés de todos los tiempos.

En definitiva, el equipo Campeón del Mundo 1967 era muy inteligente, aguerrido y siempre iba al frente.

Un orgullo que merece ser homenajeado. Más teniendo al maestro que formó este verdadero equipazo sentado en el banco de suplentes.

Por: Federico Dotti

Racing Club – El Primer Grande
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