Racing Club El Primer Grande

«Juego con hambre y espíritu amateur»

Idolo de Racing, ejemplo para todos sus compañeros, Milito cuenta en una nota íntima cuál es su fórmula para seguir tan vigente.

Milito habló de todo en esta entrevista. (foto: Olé)

Al jugador de más jerarquía del fútbol argentino, al de mayor influencia en un equipo de la actualidad, nada lo incomoda tanto como que le pidan posar para las fotos en las notas. El paso del tiempo no fue capaz de acostumbrarlo a esa situación. Ni el defensor más aguerrido lo ha puesto en un aprieto así de grande… Pero hoy Diego, el gran Diego Milito, el campeón con Racing dos veces, da una tregua. Intenta ser más paciente, hace una excepción. “Sacame una foto así y otra de brazos cruzados, seguro necesitan dos, ¿no?”, suelta el Príncipe, con el mítico mástil del Cilindro de fondo, en el día del cumpleaños 112 de la Academia. Al ratito, se deja ser retratado delante de esa gigantografía que lo muestra en el Racing glorioso de 2001, en ese túnel del tiempo denominado Recinto de Honor Juan José Pizzuti.

En esa foto era un pibe de 21 años y con muchos sueños por cumplir en pañales. Hoy, a los 35, transita la última etapa de su carrera, y lo hace como un señor con todas las letras, no sólo por la edad. Es un líder de punta a punta, guía del grupo como si fuera un padre de la familia con más armonía, humilde, con ejemplos plasmados a cada instante. Y con el apetito intacto, jamás apagado pese a todo lo que ganó en su excelsa trayectoria. “Juego con hambre y espíritu amateur. Nunca perdí eso, es lo que me hace levantar cada mañana y encarar el día con la misma pasión y ganas que cuando tenía 18 años. Cuando no sienta eso, me retiro. Al hambre hay que tenerlo constantemente. Hay que trazarte objetivos por delante. Es el motor donde uno se apoya para poder seguir”, expone el delantero, mano a mano con Olé , a la espera del partido ante San Martín (SJ) (su participación está en duda), después de ver desde el palco el empate ante Defensa y Justicia.

-¿Cómo está esa rodilla izquierda, Diego?

-Je, ¡sabía que me ibas a preguntar eso enseguida! Está bien, bien… Es una rodilla a la que tendré que seguir cuidando por unas semanas más (viene de un esguince que le había generado líquido). Sigo con algunas molestias, aunque son normales porque es una rodilla operada (rotura de ligamentos cruzados en 2012). Ahora sintió un cimbronazo y hay que estar atentos a ella, simplemente eso. La evolución es día a día, pero estoy bien, hoy (ayer) me entrené sin problemas. Mañana (hoy) volveré a trabajar con el grupo y después veremos.

-¿Todavía dura la bronca por el 1-1 con Defensa?

-Sí que dura, claro. Fue un partido que tendríamos que haber ganado, creamos muchas situaciones de gol. Y bueno: cuando dejamos escapar estos puntos, obviamente que nos duele. Al igual que como nos molestó perder puntos contra Rafaela (también fue 1-1).

-¿Por qué le cuesta tanto al equipo estar en la misma sintonía en la Libertadores y el torneo local?

-No es fácil. Cuando afrontás dos competencias, se complica. Jugar cada tres días tiene su lado desgastante en lo físico y desde lo mental por la cantidad de viajes y demás. Es algo lógico que no nos pasa sólo a nosotros, sino a muchos equipos de los que juegan dos competencias. Ojalá continuemos bien en la Copa y nos enderezarnos un poquito en el torneo.

-Cuando llegaste dijiste que no eras el salvador, pero resulta que si vos no jugás a Racing le cuesta mucho ganar…

-No creo que sea así… De hecho, le hemos ganado a Temperley y otros partidos en los que no jugué. Y Racing perdió conmigo en cancha. No creo que sea algo producto de que yo no esté. Al contrario. Además, el grupo tiene que salir adelante sin mí. Uno tiene su edad y es normal que deba haber reemplazos. Los delanteros a los que les tocó jugar lo hicieron bien, como el caso de Núñez, que contra Defensa entró y volvió a convertir. No creo que sea un problema que yo no esté en algunos partidos.

-Tus compañeros acentúan que sienten mucho tus ausencias. ¿Eso cómo te llega?

-Tengo una gran relación con los chicos. Hay un grupo bárbaro que me hace sentir importante. Yo trato de aportar lo mío por una cuestión de experiencia, por haber vivido situaciones que todavía no han pasado otros compañeros. Por años y por vivencias, uno intenta volcar todo lo que aprendió para que el resto sienta y entienda lo que puede llegar a pasar adentro de una cancha, durante un partido.

-También remarcan que das el ejemplo. ¿Cuáles son los que aplicás?

-Antes que nada, me llena de satisfacción, de orgullo, que mis compañeros hablen bien de mí. Eso es lo que a uno realmente lo hace feliz. Para dar el ejemplo, justamente, hay que actuar. Para poder exigir, uno debe ponerse por delante y hacer las cosas bien para que el resto te siga. Trato de estar en cada detalle, demostrar cómo se comporta uno a los casi 36 años (los cumplirá el 12 de junio), tanto adentro como afuera de la cancha. Después, dependerá de cada jugador querer ver eso o no. Pero predico con el ejemplo.

-¿Todo esto que contás hizo crecer al grupo?

-Mirá, creo que con el Chino (Saja) los chicos ya venían sabiendo cuál era el camino a seguir. Seba es un tipo con mucha influencia sobre este grupo. Si bien hace poco más de seis meses que muchos estamos juntos, los que vienen desde antes ya tenían en el Chino a un gran ejemplo. Tratamos de unirnos, siempre digo que la buena convivencia es fundamental para conseguir cosas. Aunque se han ido jugadores importantes como Centurión o Gaby (Hauche), hemos conformado un gran grupo. Y los últimos jugadores que se sumaron se acoplaron rápidamente, algo que era muy importante.

-¿En el vestuario tus compañeros te demuestran respeto sagrado?

-Me tratan como a un viejito, je. Desde el primer día que llegué, les aclaré a todos que yo estaría a la altura de ellos, que soy un jugador más del plantel. Nos hacemos chistes, bromeamos, la paso muy bien en el día a día.

-¿La recepción que te brinda el hincha de Racing supera lo que esperabas antes de volver?

-Sinceramente, se me dio todo mejor de lo que lo había soñado. Volví a Racing con una mentalidad positiva, pensando que todo iba a salir bien en un nuevo proyecto. Y las cosas superaron lo que me imaginaba… Soy un agradecido a la gente no sólo por el cariño que me da ahora, sino también porque siempre me sentí un jugador querido. Los hinchas saben el esfuerzo que hice, que vengo de abajo, de las Inferiores, que he sufrido un montón de cosas y siempre dí todo de mí por esta camiseta tan linda.

-¿Qué es lo que más te sigue sorprendiendo de la gente hacia vos?

-Los tatuajes que se hacen con mi cara o mi firma. Cuando me los muestran, me parece algo muy loco.

-¿Creés que sembraste una semilla al volver de Europa en este nivel?

-Me encantaría que mi regreso sirviera para que muchos jugadores que nacieron acá sientan que tendrán la oportunidad de volver alguna vez. Ojalá que el club siga creciendo. Yo quiero ver a un Racing siempre protagonista. Estamos haciendo las cosas bien en la cancha y a nivel dirigencial, eso se nota. Racing es muy grande, ojalá que en el futuro regresen los chicos que salieron de esta institución. Eso va creando el sentido de pertenencia del que siempre hablé. Estaría muy bueno poder lograr eso.

-¿Apuntás a seguir los pasos de Verón en Estudiantes? ¿Te gustaría ser presidente de Racing?

-No pienso en eso todavía. Esto es muy cambiante. Hoy me enfoco en jugar este domingo. Prefiero ponerme objetivos a corto plazo, no vale la pena ir más allá porque el fútbol es muy dinámico. Puede pasar cualquier cosa y cambiar todo lo planeado.

-¿Cómo sería ganar la Copa Libertadores?

-Un sueño como lo fue conseguir el campeonato. Yo digo que las cosas hay que soñarlas, hay que desearlas, hay que ir por ellas. Aunque siempre sabiendo que hay grandes equipos en la Copa y que ganarla será muy difícil. Eso lo logra uno solo. Pero siempre hay que tener ilusión, de eso vivimos, ¿no? Arrancamos bien en esa competición, por esto estamos todos muy entusiasmados.

-¿Qué tan lejos te sentís del Milito de 2010 que ganó todo con Inter?

-Ufff, perdí mucho, je. La edad pasa para todos. Me acuerdo de que jugué 62 partidos en ese año… Hoy no sé si lo podría hacer. Ahora me cuesta recuperarme más después de los partidos, es algo lógico. Pero no me quejo, eh. Gracias a Dios, incluso después de la lesión que tuve hace más de dos años, la rodilla me dejó jugar bastantes partidos. Llegué mejor de lo que pensaba a pesar de aquel problema que tuve en la rodilla.

-¿La conquista del título les permite jugar más distendidos que antes?

-La idea es mejorar como equipo, crecer. Queremos ir buscando variantes, queremos jugar mucho mejor de lo que lo hacemos. Eso requiere de tiempo, no es algo sencillo de lograr

-Oscar Romero parece ser quien puede dar ese salto en la gestación.

-Sí, porque es un jugador que nos da la pausa, es el que mete el último pase. Nos puede dar ese estilo.

-¿Con quién te entendés mejor en la cancha?

-Me entiendo con todos, no con uno en particular. Trato de adaptarme yo al compañero que tenga al lado. Siempre lo hice a lo largo de mi carrera, donde compartí equipo con delanteros distintos.

-En diciembre se vencerá tu contrato. ¿Tu anhelo es renovarlo?

-No pienso en diciembre, voy día a día. Después, será una cuestión de la dirigencia y del cuerpo técnico. Si estoy bien tanto el técnico como la dirigencia quieren que continúe, no habrá ningún problema. No será un tema de contrato ni de nada, no pasa por ahí. Pasa por una cuestión de que uno tenga ganas y sienta que le puede seguir aportando al grupo.

-Un grupo que hasta valora que siempre llegás primero a la práctica…

-No siempre lo hago… Eso sí, soy el último en irme. pero ojo, tampoco soy el Papa Francisco. Trato de cuidarme, soy responsable, pero sin llegar a ser obsesivo ni mucho menos.

-¿Sos de mirar mucho fútbol en tu casa o de los que elige despejarse?

-Siempre miro fútbol, nunca me relajo. Porque todos los días se puede aprender mirando partidos o hasta de compañeros mucho más jóvenes. Cada tanto miro alguna película o me pongo a mirar dibujitos con mis hijos, como ocurre en cualquier casa de familia.

-¿Te ponés a pensar en lo que eras en 2001 y lo que sos ahora?

-La verdad que no pienso en eso. Disfruté cada una de mis etapas y soy un eterno agradecido al fútbol.

Diego, el Diego de la gente, incansable firmador de autógrafos. Para ello retornó de Italia: por la gloria y en pos de disfrutar de ese amor de la gente. De su gente. El máximo ídolo de la era moderna de la Academia. Un caudillo en serio.

Fuente: Olé.

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