Es tiempo de hablar de ciertas cosas

Racing, puede celebrar sucesos cuyo origen se remontan a casi medio siglo. Entrá a esta nota de opinión y dejanos la tuya.

Todavía las chances de entrar en la liguilla para clasificación a la Libertadores están intactas. (foto: Olé)

Con la clasificación a la Copa Libertadores aún pendiente (puede llegar por intercesión de Central, por ocupación del segundo puesto del torneo o con el éxito en la liguilla próxima a disputarse) e incluso con la admisión de que lo que suceda con el acceso al máximo certamen regional influirá en el juicio final, Racing, ahora, puede celebrar sucesos cuyo origen se remontan a casi medio siglo. Porque haber mantenido sus pretensiones de figuración en los tres campeonatos en los que participó este año, como rey vigente de uno de ellos, representa una cadena virtuosa que se remonta al período 1966-68. Si el primer paso fue el de 2014, éste supuso el segundo en un club cuyo generoso palmarés se nutrió, con frecuencia regular, hasta la década de 1970. La combinación Diego Milito-recomposición institucional-vuelta olímpica generó fantasías de festejos repetidos en todos los hinchas, esperanzados con el retorno del gran capitán. Una recuperación sobre bases firmes (la estafa del gerenciamiento aún perdura en algunas consecuencias), tal vez imponga la prudencia como necesidad. Cabe dilucidar, entonces, si la etapa 2014-15 es inicio o final de esta etapa.

La gestión de Diego Cocca reclama algunos ajustes de cuya precisión dependerá la extensión o la extinción de las virtudes del entrenador y su cuerpo de trabajo. Hay experiencias (selección más rigurosa de refuerzos, influencia nociva de ciertos intermediarios, divorcio de la conducción de Inferiores) sobre las que se debe reflexionar para que el próximo paso no sea al vacío y sí sea otro hacia adelante, como vino haciendo Racing en los últimos tiempos. Es momentos, entonces, de un repaso bien amplio.

Fuente: Olé

Racing Club – El Primer Grande
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