El nuevo Lisandro López

El capitán de Racing se vistió de héroe otra vez y le dio el triunfo al equipo. Como era en el torneo anterior. Pero Licha está readaptándose al nuevo equipo y cada vez lo hace mejor. ¿Coincidís?

Todo comenzó post campeonato. Mientras las mieles de los festejos aún sobraban en Avellaneda, Eduardo Coudet tenía en la cabeza algo que le daba vueltas: ¿Qué pasa si Lisandro no hace todos los goles que hizo?

Para eso trajo a Reniero. Para intentar buscar “variantes” en la delantera por si Licha no volvía a ser goleador del campeonato como lo fue. Además el intercambio entre las ventas y los refuerzos hizo que “atenten” contra el funcionamiento del último campeón.

Con esta premisa, el torneo para Lisandro López se perfilaba como todo un desafío: Ser goleador o que los goles los hagan los demás.

Y en esa transición lo sufrieron todos. Ellos que no hacía goles, el hincha porque no festejaba y el técnico porque no le encontraba la vuelta.

Pero Lisandro fue superando todo y entendiendo a qué juega: y ahora ésta “reconversión” lo tiene muy apuntado: juega de lo que necesita el partido. Apelando a su gran lectura de juego, Licha hace lo que necesita el partido. Ya no está tan enfocado en la estocada final sino en más bien generar espacios, aprovechar a sus compañeros y definir si se lo necesita. Frente a Arsenal tuvo números sorprendentes: 3 remates (2 al arco) lo ubicaron como el que más lo hizo, el delantero con mayor efectividad en los pases (69%), 1 quite, no cometió infracciones y le cometieron dos.

Colabora más en la elaboración y defiende más cuando se lo necesita. Así, este nuevo Racing permite que otros compañeros pisen el área y definan frente al arco.

Hay un dato que lo explica: Comparando los primeros 7 partidos del torneo pasado con este tenemos que Licha ya era el goleador del equipo con 4 unidades y habiendo 6 jugadores más que convirtieron (tres delanteros y tres volantes). Ahora, en el 2019, López es comparte junto a Cvitanich el mote de goleador del equipo con dos gritos y Pulpo González. Y hay otros 5 compañeros que metieron goles hasta acá (5 volantes y dos delanteros).

Es decir, ahora el equipo hace menos goles pero aparecen más los volantes. Y en parte es por el trabajo de “arrastre” que realiza Lisandro.

Incluso el mapa de color difiere mucho entre un torneo y otro. Frente a Arsenal, Lisandro casi ni pisó el área mientras que en la Supeliga pasada lo hacía con más frecuencia.

Esto es el capitán de Racing. Un emblema que busca hacer lo que sea, por el bien del club y del equipo.

Desde hacer el gol de la victoria, hasta defender dentro del área académica un remate  de un jugador de Arsenal. Se mueve por donde se lo necesite. Y eso es lo más importante. Jugar y que otros demuestren que pueden llegar al arco. Justamente en este punto mejoró. Racing se había vuelto “previsible” y sin sorpresas. Los movimientos del Licha desorientan y permiten que Barbona, el Pulpo y hasta Zaracho puedan ingresar al área en busca de la oportunidad del gol. Como ejemplo está el segundo gol a Gimnasia en el bosque.

No es radical el cambio, no es otra persona. El capitán es el mismo, simplemente está acomodándose a un nuevo equipo y tratando que no sufra mucho. Pierde velocidad, explosión, pero no las mañas. En definitiva, el nuevo sigue muy metido en Racing.

Por Federico Dotti

Racing Club – El Primer Grande
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