El método Coudet

El director técnico de Racing fue la pieza fundamental para lograr la Superliga. A base de sacrificio y mucho entrenamiento, forjó un equipo que quedará en la historia. Como el propio Chacho, que ya ingresó al salón de la fama en La Acadé.

El estilo de Coudet marcó un huella en la Institución.

“Soy un agradecido con Víctor Blanco, quien siempre ha tenido palabras muy buenas para conmigo y siempre me ha nombrado. Pero la idea era apagar este teléfono, tirarlo abajo del agua y poder descansar. No lo pude hacer y desde el viernes que está explotando, todos necesitamos un poquito aflojar la cabeza. Por eso voy a tomarme un tiempito, una semana, quince días, no lo sé, pero hoy no estoy para dirigir” así se refería Coudet a su no llegada a Racing a fin de año del 2016.

Víctor Blanco lo fue a buscar y no pudo contratarlo.

Los destinos de La Academia y el Chacho volverían a cruzarse un año después. En diciembre del 2017 llegaba el ex Rosario Central al banco de Racing.

Y ahí empezaba a cambiar la historia. Para los dos.

«El hincha de Racing le trasmite mucho a los jugadores y espero que se sientan representados por el plateo que vamos a proponer en la cancha.» Dijo el chacho el día que lo presentaron.

Y de ahí en más fue, cada entrenamiento, cada partido, cada pretemporada, un esfuerzo más al máximo objetivo. Llegó sin prometer un título, si garantizar una representatividad en el corazón del hincha. Y esto terminó siendo el secreto de su éxito. Terminó armando un gran equipo que estuvo primero en el campeonato más de 210 días, que mereció el título y que nunca lo puso es duda.

En definitiva, Coudet tiene muchísimos atributos. A saber:

Apostar por el que mejor esté sin poner delante los apellidos

Para que los jugadores se sientan a gusto, siempre fue justo con este lema. Y eso de “el que esté mejor jugará” lo cumplió a la perfección. Entonces la competencia elevó el nivel de sus dirigidos. Hizo que todos se sientan parte y se maten por ser titular. Y ni hablar de los que quedaban afuera del equipo. Era todo un mensaje para el titular saber que el que está atrás se mata por su puesto.

Actitud y estilo definido

Equipo corto, juntar las líneas en 25 metros fue la idea. Tener la pelota y manejar los tiempos del partido fue otra. En mayor o menor medida, lo cumplió en casi todos los partidos del campeonato. Siempre superó a sus rivales en la tenencia, en disparos al arco y en goles (casi siempre). Efectivamente el estilo fue el del protagonismo. Y quedó muy marcado.

Acertar con los refuerzos

Gabriel Arias, Alejandro Donatti, Eugenio Mena, Leonardo Sigali, Guillermo Fernández, Neri Cardozo, Marcelo Díaz, Nery Domínguez, Jonatan Cristaldo, Andrés Ríos y Darío Cvitanich.

Todos, absolutamente todos los refuerzos fueron fundamentales para el equipo en distintos momentos. Nada que reprocharle a Coudet que tuvo un nivel de acierto espeluznante. Es verdad que contó con la ayuda de la Secretaría técnica, pero también es un acierto del DT poder ver qué jugador podía encajar en su esquema.

Manejo de grupo

Ha superado distintas adversidades que lo han mejorado como entrenador. No solamente el incidente con centurión fue manejado con altura, sino que siempre supo contener a sus dirigidos en momentos difíciles como cuando quedaron eliminados de la Copa Libertadores, en donde se “autoimpuso” pelear el campeonato casi obligadamente. Haber quedado afuera de la Copa argentina con un equipo muy inferior y nunca bajar los brazos.

Solo con escuchar a sus dirigidos, jueguen o no, alcanza para saber cómo es Eduardo como cabeza de grupo. Muy querido, muy enérgico y que quiere ganar.

Después de repasar los atributos, llega el momento de abrir el salón de la fama. Esa que se encuentran los directores técnicos destacados. ¿Está Coudet metido en esa selecta lista de entrenadores que hicieron historia en Racing? Pues claro. Y argumentos sobran. Su equipo, además de campeón, fue el que más partidos ganó (17), menos partidos perdió 82), más goles metió (43) y el que menos le convirtieron (16). Fue el conjunto con mayor diferencia de gol de la Superliga (+27), tuvo al goleador del campeonato (Lisandro López con 17). No perdió en todo el campeonato jugando de local (13 partidos). Son razones suficientes para ingresar al entrenador a la élite del banco de suplente blanco y celeste. No por nada le entregaron el saco de “Entrenador honorífico” en la fiesta de celebración. Se lo ganó en buena ley. Es el técnico campeón con mayor efectividad (79,16%).

En esa mesa, sagrada, están sentados Juan José Pizzutti (Logró el campeonato de Primera División de 1966, la Copa Libertadores de 1967 y la Copa Intercontinental del mismo año y es el director técnico con más partidos invictos en la Argentina. En total fueron 39).

Guillermo Stábile obtuvo el tricampeonato de Primera División en 1949, ’50 y ’51. Alfio Basile devolvió al club a la Primera División y además vino con yapa: Ganó la Supercopa Sudamericana de 1988 y la Supercopa Interamericana. Reinarlo Merlo fue campeón del Apertura 2001 luego de 35 años sin éxitos locales. Esta gesta le valió la creación de una estatua que se encuentra en el club.

Ahora hay un espacio más para Eduardo Germán Coudet.

¿Debe seguir?

Si bien ni el presidente ni el propio entrenador lo afirman, al DT se le termina el contrato en Junio y hay intensiones de renovarlo. Con todo lo bueno que hizo no quedan dudas que es el momento de consolidar todo lo bueno realizado hasta acá.

“Vamos por más” dijo el Chacho en la fiesta… y ojalá que se dé.

Por Federico Dotti