Racing Club El Primer Grande

El Análisis: Recuperar para nada

Racing conformó un equipo con presión y recuperación pero sin ideas con la pelota. Este es la principal deuda que tenemos.

Vietto trata de desequilibrar en una disputa con Tobio (Foto: Olé).

Racing planteó, frente a Vélez, un equipo que presionara fuerte y recuperara rápidamente la pelota. Un equipo que brillara por la actitud que mostrara dentro de la cancha. Y Racing fue eso. Entrega hubo salvo contadas excepciones.

Reinaldo Merlo paró un conjunto compacto. Dos líneas de cuatro jugadores entre la defensa y el mediocampo, Con Rodrigo De Paul algo más adelantado y Luciano Vietto de punta. En el medio se ubicaron José Luis Gómez (su posición natural es lateral) y Diego Villar por los costados. Un equipo que, desde el vamos, es incapaz de tener posesión de la pelota. Y eso se vio reflejado en el juego. De Paul desaparecido, sin enlace con los volantes. Vietto desesperado por que le llegue la pelota bajaba a posiciones en donde se convertía en intrascendente. Bruno Zuculini y Leonardo Rolheiser apenas podían distribuir pero poco daño hacían.

Pero acá no se discute la filosofía. Se puede jugar sin posesión de pelota pero con un objetivo concreto. Racing no supo que hacer con la pelota en todo el partido. Contratacó poco y nada. Por momentos hizo posesiones largas sin lograr profundizar y cuando quiso progresar lo hacía por caminos equivocados. Los remates desde afuera más que estrategia fueron una demostración de la falta de ideas.

Colocar un equipo con muchos recuperadores es correcto. El problema es qué se hace con la pelota cuando se vuelve a dominarla. Jugar con una circulación prolongada para encontrar el mejor camino con paciencia, salir rápido de contrataque y terminar la jugada al aprovechar la desorganización defensiva del rival. Racing no fue nada de eso. Merlo tendrá que seguir trabajando, no sólo en lo motivacional, sino en la identidad, en saber que hacer cuando el equipo recupera.

Por Gabriel Espósito / @GEsposito85

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