«Deseo con todo mi corazón ser campeón con Racing»

Luciano Aued se ilusiona con la vuelta olímpica. "Estamos cerquita de hacer historia", reconoció el volante.

“Viví momentos duros, antes de venir me tocó descender con Gimnasia, llegué acá en 2011 y después estuve ocho meses lesionado (en 2013 le hicieron una artroscopía), había que sobreponerse. Siempre hay que intentar tener revancha, por eso disfruto muchísimo este momento”. A Luciano Aued, cuyo recuerdo consigna una carrera cruzada por adversidades, en La Plata lo llamaban Gladiador. Es que, según él recuerda en una charla distendida con Crónica, “siempre intentaba dar un poco más del máximo”.

Y aunque en el Coliseo de Avellaneda el guerrero es Ezequiel Videla, Luli tiene el coraje de pedir la pelota en cualquier circunstancia, por lo que cuenta con el respaldo de Diego Cocca, quien lo conoce por haberlo dirigido en el Lobo. “Diego habló conmigo -rememora- y me dijo que era importante, tenía la ilusión de que confíen en mí”. Aued, cuyo taco-asistencia ante Vélez (en el torneo pasado) le dio el apoyo de los hinchas de Racing, tiene como segundo nombre Román, aunque no se desempeña en la posición de Riquelme, ya que se define como “un jugador que trata de dar el primer pase para que el equipo arme lindas jugadas”.

– ¿imaginabas que serías titular en Racing y con chances de salir campeón?

– No quería pasar por el club dejando una mala imagen o no teniendo una revancha, la buscaba. Estamos a dos finales de un gran sueño, vamos a dar todo para conseguirlo.

– ¿Qué significaría para vos ser campeón con Racing?

– Sería todo, es algo que nunca viví en mi vida, lo ansío, lo deseo con todo mi corazón. Ojalá que estemos a la altura.

– ¿Qué proporción del título pudieron haber conseguido ante River?

– Pasamos a depender de nosotros, que es lo importante, la pelota la tenemos nosotros y manejamos el torneo.

– ¿El taco que hiciste ante Vélez (terminó en gol de Vietto) hizo nacer una nueva relación con los hinchas?

– Sí, nació ahí. La gente primero lo tomó un poco con humor y después empezó a confiar en mí, en mis condiciones, y logré un estado anímico muy importante para lo que fue mi recuperación. Después tuvimos momentos difíciles con Mostaza (Merlo, anterior técnico) y había que seguir; no podía quedarme en un taco, ahora estamos cerquita de hacer historia.

– ¿Por qué disminuyó el nivel de juego del equipo?

– Quizá se debe a la ansiedad por ganar. El domingo fue un partido atípico, entendimos que era un clásico y había que ganar, quizá es difícil decir “ganar y no jugar bien” pero por ahora nos está alcanzando. Sabemos que tenemos que mejorar en eso, nos faltó más posesión, al tener jugadores tan verticales por ahí perdemos eso; nos replegamos un poco atrás y no es bueno. Lo que más me está gustando es que logramos solidez defensiva, no nos están convirtiendo y es muy importante; siempre tenemos la sensación de que en algún momento vamos a meter un gol y lo vamos a ganar.

– Cocca y Milito remarcaron que deben manejar la ansiedad, ¿qué percibiste en el público?

– Es difícil manejar la ansiedad, la gente tiene una ilusión y nosotros no podemos tranquilizarla, tenemos que alimentar esa ilusión que tiene la gente. Lo hablaba con Diego Milito, le decía que yo no notaba a la gente más ansiosa sino más positiva, como que tiene mucha confianza en el equipo. Y eso es un plus para nosotros. Después de quedar afuera de la Copa Argentina, me parece que la gente en vez de manifestarse en contra -como quizá lo debería haber hecho- nos apoyó y entendió que tratamos de formar algo lindo.

– ¿Rompieron con eso de que a Racing le pasaban solamente desgracias?

– Siempre estaba eso de que la gente espera que a Racing le pase algo, o que suceda algo atípico, pero me parece que con River no pasó, no nos generó mucho como para que la gente estuviera impaciente. Pasaron muchas cosas que dan indicio a esto que se está gestando: juega Central la Copa (Argentina) entre semana, pasó con River (y la Sudamericana).

– ¿En la pretemporada empezaste a sentir que ibas a armar una buena dupla con Videla?

– Sí, con Ezequiel enseguida nos entendimos, con él al lado siento alivio porque es un jugador que te da un plus y te permite arriesgar un poquito más, porque sabés que él está atrás y va a recuperar, va a dar una mano en todo; estoy muy cómodo con él al lado. También lo habíamos hecho bien con Pancho (Francisco Cerro) cuando nos tocó comenzar (en la Copa Argentina).

– ¿Se les hace difícil, viéndose punteros, pensar únicamente en Central y no en el título?

– La meta que tenemos es quedar en la historia de Racing, los que estamos hace rato tratamos de disfrutar de este momento. Los que llegaron quizá no entienden tanto lo que es Racing, pero los que vivimos muchas cosas acá adentro disfrutamos el día a día. Es importante no mirar más allá, vamos por la primera final.

– ¿Cómo te imaginas el 7 de diciembre?

– (Sonríe) Ojalá que sea festejando, todos juntos en el Cilindro, es lo que deseamos los jugadores y los hinchas. Esperemos quedar en la historia de Racing.

Con un Príncipe, Luli piensa en la corona

La admiración por Diego Milito es un común denominador en el plantel de Racing. Aued, quien no es la excepción a la regla, enfatiza que el Príncipe “contagió espírtu ganador”.

– ¿Qué provoca tener a Diego Milito?

– Es vital. Vital para Racing, para la recuperación, para el estado de ánimo del plantel. Desde que llegó, Diego contagió un ánimo y un espíritu ganador que quizá nos estaba faltando. Se complementó muy bien con Sebastián (Saja) en el rol de líder que tienen los dos, él ya entiende lo que es un momento así, así que tratamos de escucharlo y seguir sus pasos.

– Más allá de Saja, ¿el equipo necesitaba la aparición de una figura así?

– Quizá nos estaba costando en ese sentido, se habían ido jugadores importantes como Agustín (Pelletieri), el Tano (Fernando Ortiz), era difícil reemplazarlos. Y cuando vino Diego, con todo lo que es, con todo lo que significa para el club, haber ganado acá le da un plus. Tratamos de entender cómo lo sentía él, fue muy positivo. Es un tipo que ganó todo y lo ves en el entrenamiento y es el primero en corregirse, en trabajar. Es un ejemplo a seguir, por la carrera que tiene no deja de impactarnos.

Nota: Matías Ruffet.

Fuente: www.cronica.com.ar

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