
El 18 de junio de 1988, Racing logró su sexto título oficial a nivel internacional, la Supercopa Sudamericana. Era la primera edición del torneo que reunía a todos los clubes que habían ganado la Copa Libertadores. La Academia jugó el partido definitorio en Brasil ante Cruzeiro.
Para llegar hasta ahí había eliminado a Santos de Brasil y River Plate en las fases anteriores, y cinco días antes había vencido 2 a 1 en la primera final disputada en el Cilindro, con goles de Walter Fernández y Miguel Ángel Colombatti; con un empate en el estadio Mineirão le alcanzaba a los de Avellaneda para gritar campeón, algo que había hecho por última vez en 1967 al ganar la Intercontinental.
El entrenador Alfio Basile no tenía dudas de que el equipo se iba a consagrar, y muy confiado mandó a la cancha a Fillol, Vásquez, Costas, Fabbri, Olarán, Acuña, Ludueña, Colombatti, Paz, Walter Fernández y Catalán. En el segundo tiempo ingresaron Hugo Pérez y Medina Bello.
El primer grito del partido llegó sobre el final de la primera mitad, a los 44 minutos Omar Catalán marcó el gol más importante de su carrera y puso a Racing 1 a 0 arriba en el marcador. La Academia estaba tranquilo con dos goles de ventaja, pero a los 81 Robson anotó para Cruzeiro, tal como había hecho en el partido de ida.
Como la historia académica lo indica, si no se sufre, no vale, y Racing tuvo que sufrir, tras el gol de los brasileños se aguantó hasta el pitazo final para mantener el 1 a 1 que consagraba a los argentinos. El equipo del Coco pudo soportar las embestidas rivales y finalmente se quedó con el empate y se consagró campeón en Brasil, cortó una racha de veintiún años sin títulos y un día como hoy, en 1988, se convirtió en el primer argentino en salir campeón en tierras brasileñas y en el primer campeón de la Supercopa Sudamericana.