Racing Club El Primer Grande

Y un día, volvió Neri

En un encuentro donde es difícil encontrar una figura, ya que todos jugaron de gran manera, Neri Cardozo tuvo un partido especial: bancado por Coudet, tuvo una enorme performance, y salió ovacionado por todo el estadio.

Cardozo, una de las figuras en el gran triunfo de Racing ante Godoy Cruz de Mendoza.

¿Cómo olvidar el primer semestre de Neri Cardozo en el 2018? ¿Quién no lo pedía para la Selección? Era uno de los distintos del fútbol argentino. Junto a Nery Domínguez, formaban una de las mejores duplas del fútbol argentino. Pero increíblemente, su nivel comenzó a menguar. Y contra River, por la Copa Libertadores, tuvo su peor partido en Racing: tanto, que nunca más volvió a ser titular. Más de una vez, se rumoreó con que dejaría la institución de Avellaneda.

Sus apariciones esporádicas, no se acercaban ni un poco al Neri del primer semestre. Y comenzaba a ser cuestionado, muy cuestionado. Sobre todo, porque el hincha era consciente del potencial que tiene el jugador, y estaba muy por debajo de ese nivel. Hace unos días, ante el Millonario, tuvo otra vez la chance de ser titular, pero, al igual que todo el equipo, no tuvo una buena actuación.

Pero ante Corinthians, se lo vio renovado: jugó un partido de 6 puntos, pero que era necesario para él, siendo la manija en cada ataque racinguista, y dándole una mano a Díaz en el mediocampo. Se ganaba la chance de jugar de entrada ante Godoy Cruz, un poco por mérito propio, y otro poco por la expulsión de Solari y la exclusión de Centurión: otra vez, ante una gran chance de demostrar la clase que tiene.

Y no defraudó. Sacando a Zaracho, Cardozo fue la figura. Clave en el mediocampo académico. Su primer pase, lo dio mal, apuntándole al hombre invisible. Pero, lejos de bajonearse, supo como volver a ser el que fue. Siendo salida clara siempre, y con asistencias fenomenales a los atacantes que siempre picaban. En un encuentro en el que varios lo miraban de reojo, el ex Boca despejó todo tipo de dudas, y se ganó un lugar en el clásico.

Se supo entender muy bien con Marcelo Díaz, dándole oxígeno al chileno. Y también, siendo el generador de casi todos los ataques del equipo dirigido por Eduardo Coudet. En una noche mágica de Cilindro, Cardozo volvió a ser Cardozo, y que así sea por muchos partidos más.

Para finalizar, y bañado en una lluvia de aplausos, Neri, con las palmas juntas y en alto, pidió perdón. Un gesto para remarcar. Consciente como nadie del nivel que venía teniendo, y además, sabiendo todo lo que puede dar. Que siga así.

Por Juan Martín Wahnish

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