Racing Club El Primer Grande

«Villar casi me mata»

De Paul reveló que el Pipa, quien se quedó esperando su pase, le juró venganza si no convertía el gol ante Argentinos.

En el presente De Paúl es el mejor jugador de Racing.

Desde siempre se vio su potencial, aun cuando no estaba en su mejor momento. Aparecía, lo dejaba asomar. También expuso una fuerte personalidad cuando solicitó la camiseta número 10 y la demuestra al pedir en todo momento esa pelota que parece quemar en los pies de varios de sus compañeros. Con apenas 19 años, a Rodrigo De Paul le gusta cargarse el equipo al hombro e intentar algo distinto en un Racing de juego triste. El más talentoso del plantel se anima a crear, a volar. Como lo hizo el domingo desde esa acción personal coronada con ese golazo que salvó al equipo del incendio, ante Argentinos.

“A este gol lo pongo en el podio desde que juego al fútbol. No sólo porque fue una linda jugada, sino por su trascendencia: nos sirvió para ganar. Nos vino muy bien después de perder con Gimnasia”, le cuenta a Olé , mano a mano.

-A tu derecha entraban dos jugadores solos. Mirá si lo errabas…

-Je, apenas hice el gol, me vino a abrazar Villar. Y me dijo que casi me mata porque estaba solo a mi derecha y no se la pasé (también entraba Roger Martínez). Pero por suerte fue gol y pude zafar.

-¿Qué fuiste pensando durante la corrida?

-Después de pasar al primer jugador en mitad de cancha, Zucu, desde el banco, me gritaba: “¡Anda hasta abajo del arco”! Cuando quedé frente al arquero, sólo pensé en patear. Primero apunté al segundo palo, adonde suelo pegarle. Le amagué con la mirada y le cambié la trayectoria. Menos mal que entró… Fue un desahogo para todo el grupo.

-¿Por qué Racing juega tan mal?

-Es cierto, jugamos mal. Pero la cancha de Argentinos estaba feísima. Era imposible jugar bien. Sabíamos que saldría un partido trabado contra un equipo que se jugaba mucho.

-Pero en casi todo el torneo jugó mal Racing…

-Sí, contra Olimpo y Gimnasia también jugamos mal. Sinceramente, hay que mejorar. En todas las líneas. Ya andaremos bien.

-Hasta con un jugador más se metieron muy atrás. ¿Por qué el equipo es tan mezquino?

-Lo que pasa que Argentinos, aunque no tenía tantas ideas, empujaba porque necesitaba ganar. Nosotros teníamos que defender y atacar en el momento justo. Fijate que cinco minutos antes del gol tuvimos una chance clara de Cabral. Ellos, necesitados, pusieron más delanteros y sacaron defensores. Sabíamos que, de contra, alguna chance nos iba a quedar.

-¿No creés que Racing debería animarse más? Es muy riesgoso defenderse de esa manera.

-Sí, sentimos eso. Eso pasa por los malos momentos que vivimos. Es todo psicológico. Pensamos en resguardarnos y después sí en alguna buena jugada para empezar a soltarnos. Estamos con la cabeza así, priorizando defender y luego ver si lo podemos ganar. Tenemos que cambiar, salir a buscar antes los partidos.

-¿Cómo es usar la 10 y ser capitán tan joven?

-Hermoso. Fue una responsabilidad muy grande. Lo que más contento me puso fue que cuando el técnico me designó como capitán, el grupo enseguida me respaldó. Pero el dueño de la cinta es Seba (Saja) y volverá a él, je.

-¿Sacaste algo bueno de las situaciones difíciles que viviste en Racing?

-Me sirvió para madurar de repente. Crecí rápido. Con 19 años viví momentos complicados con este equipo que me prepararon para afrontar cualquier cosa que venga en el futuro.

-Desde afuera se ve que te gusta cargarte el equipo al hombro. ¿Es así?

-Es un tema de confianza. Fui consiguiendo eso y me están saliendo mejor las cosas. A mí me gusta ayudar a los compañeros, como a vos seguramente te pasará lo mismo en tu trabajo. Lo siento así.

-¿Tenés posibilidades de irte al exterior?

-Hablé con mi representante y me dijo que hay una oferta del Udinese (ofreció 4.000.000 de dólares y Racing pidió 5.000.000). Pero no estamos en un momento como para pensar en otra cosa que no sea en el partido contra Quilmes.

Nota:  Nicolás Montalá.

Fuente: Olé.

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