“Siento que quedé en la memoria de los hinchas de Racing”

Marcelo Guerrero fue entrevistado en el Instagram de El Primer Grande y repasó su carrera contando muchos detalles. No solo nunca más se olvidó de Racing sino que se transformó en un hincha más.

El Colo está tranquilo en Uruguay. Relajado en su casa habló con Julián Mazzara donde recorrieron toda su carrera, su presente y fundamentalmente sobre Racing Club. Un paso que no fue tan extenso pero que si caló hondo en el corazón de este charrúa que, al día de hoy, sigue enamorado del conjunto de Avellaneda.

En la actualidad, está terminando de cursar la carrera de Entrenador ya que le faltan 6 meses. Es Coordinador en las Inferiores de un equipo de Segunda División Uruguaya llamado Huracán. “Estoy metido con eso, estudiando Nutrición y psicología en el deporte. Creo que, como entrenador, puedo aportar. Mi intención es preparar a los chicos no solo futbolísticamente. Sino que sepan más conceptos de recuperación, de táctica, de sistemas.”

El final de la carrera del Colo fue bastante abrupto. “A mí me afectó mucho jugar en Primera División. Hay cosas que uno no puede manejar de chico y terminan confundiéndote. Por eso terminé mi carrera prematuramente. Me retiré joven, con 32 años. Es que en los últimos años ya no estaba enfocado, ya había perdido el hambre de jugar. No lo estaba disfrutando”.

“No fui un buen profesional”

«Haciendo un análisis de mi carrera, pienso que no fui muy profesional. Nunca pude estar al nivel del alto rendimiento. Cuando das todo lo que tenés. Yo siento que no fui un buen profesional porque no siento que lo haya dado todo. Fue uno de los errores que trato de trasmitir hoy a los más chicos. Porque como físicamente me daba, no me cuidaba tanto. Un ejemplo claro de lo que es un profesional con todas las letras es Lisandro López. El demostró que hubo un trabajo profesional fuera de la cancha.»

Lisandro López y el Cholo Simeone

De Lisandro me acuerdo mucho de mi paso por el club. Era un jugador que ya tenía la formación de líder. Es un jugador que me sorprendió por su carácter y porque se podía poner el equipo al hombro. Para colmo estaba el Cholo Simeone en Racing y nos potenció a todos.

¿Dónde marcaba la diferencia Lisandro?

Era un chico que se entraba muy bien. Y marcó mucho la diferencia. Y cuando se fue a Europa llegó a ser un jugador de Élite, sin dudas.

¿Ya era líder de chico?

No sé si se nace con eso. Pero Lisandro lo era. Trasmitía respeto e imponía respeto.

¿Cómo era estar con Simeone en el día a día?

Los grandes jugadores siempre se destacan por su humildad. El Cholo vino y se puso al nivel nuestro. Eso hizo que se adapte muy bien y le caiga muy bien al grupo. Tengo muchas anécdotas con él. Personalmente teníamos cierto vínculo.

¿Cuáles fueron ésas anécdotas?

Él tenía cierta esperanza en mí. Muchas veces me manifestó su idea de que siga en Racing porque tenía muchas condiciones. Hasta me comparó con el “Niño” Torres. Eso me motivaba mucho. Inclusive cuando me voy de Racing a jugar a México, me llamó un par de veces para que no me vaya. El problema fue el empresario que estaba en el medio. Delegué mucho en él y no tomó las mejores decisiones. Pero siempre quiso que no me vaya de Racing. Lamentablemente había un problema económico que impidió que siga.

¿Siguieron en contacto?

Sí. Incluso cuando él ya dirigía a Estudiantes de La Plata me llamó para llevarme. Lo crucé en una pretemporada con el San Luis de México pero no se dio porque yo estaba muy cómodo en México. Fue en el 2006.

 “Yo soy hincha de Racing, me ha dejado marcado”

¿Te quedaste con ganas de volver a Racing?

Me quedó las ganas de volver a Racing. Pero no se dio porque Llop prefirió a otro delantero y estaba en todo su derecho. A mí lo único que me motivaba a seguir jugando era si volvía a Racing. Y como no se dio, perdí un poco el interés en el final de mi carrera. Fue una cuenta pendiente no volver.

¿Qué les faltó para ser campeones en el 2005?

Me acuerdo claramente que faltaban 6 fechas y estábamos primeros. Pero perdimos puntos con Almagro que estaba casi descendido y eso nos mató. El equipo estaba para salir campeón, fuimos protagonistas y jugábamos bien. Había muy buenos jugadores. Creo que estuvimos muy cerca de ganarlo.

¿Cómo estaba el club con el gerenciamiento?

El club estaba bastante bien. No había muchas figuras, no se cobraban grandes salarios pero por lo menos se cumplía porque no se podía generar deudas. Eso limitaba la posibilidad de llegar refuerzos.

¿Y hoy cómo lo ves al club?

Racing está haciendo las cosas bien, está ordenado, saliendo campeón y peleando cosas. Ojalá que dentro de poco jugara una final de Copa Libertadores. Es uno de los sueños que tengo. Racing es Institucionalmente uno de los mejores de Argentina.

Su relación con Bragarnik

A mí me quedó una excelente relación con él después de que me retiré. Lo conocí cuando me llevó de Racing a México hace 15 años. Lo conozco hace mucho y sé cómo trabaja.

¿Alguna vez te pidió referencias de algún jugador para llevar a Racing?

No. Puntualmente de Racing no. Me ha pedido cuando estaba en Defensa y Justicia.

¿Sólo opiniones de jugadores?

Exacto. Sólo me preguntó por cómo juega uno u otro pero nada más. Tengo un lindo vínculo con él y hablamos de fútbol.

¿Y qué jugador del fútbol uruguayo te gustaría en Racing?

A mí me encanta Agustín Cannobio. Es el hijo de Osvaldo, que ya estuvo en Racing. Es un jugador bárbaro. Estuvo en Peñarol y ahora está en Fenix. Me encantaría que jugara alguna vez en Racing.

¿Alguna vez te contó algo de Racing?

Me ha remarcado mucho lo bien organizado que está. Por eso digo que el club ha cambiado mucho. Lo digo por conocimiento.

“Me quedé enloquecido con Racing cuando lo enfrenté”

Marcelo Guerrero se enamoró del club cuando lo enfrentó. Esto paso en 2003 cuando su Nacional se midió con Racing por Copa Libertadores.

¿Te acordás algo de ese partido?

Fue raro. Ese partido fue mi primero como Internacional. En Avellaneda perdimos 4 a 1 con baile. Racing tenía un equipazo. Estaba Rueda, Milito, Mirosevic, Mariano González. Me acuerdo que cambié la camiseta con el Polaco Bastía.

¿Te llamó la atención algo del equipo?

Sí. Cuando jugamos en Uruguay, vinieron muchos hinchas a la cancha y desde el banco de suplente se escuchaba la canción que decía ´Dale Bolso, Dale Bolso, como no tenés hinchada te hacemos l agauchada´. Yo me reía porque no lo podía creer.

¿Y cuándo jugaste en Avellaneda?

Ahí sí me gustó el estadio. El ambiente fue terrible. Fueron mis amigos y hasta mi madre. Pero quedé enloquecido con esa noche.

¿Y cómo se dio la llegada a Racing?

Yo tenía dos posibilidades. Ir al Racing de Fillol o al Estudiantes de Mostaza Merlo. No dudé en ir a Racing. En ese momento me parecía una mejor posibilidad deportiva ir a la Academia. Sin dudas haber jugado esa llave antes inclinó la balanza.

 El Colo versus “El Rojo”

Por suerte les pude meter un gol, que sirvió para ganarles por 3 a 1. Esa tarde jugamos bárbaro y en mi gol definí bárbaro. Me emociono de sólo pensarlo. Hay una foto que yo estoy festejando el gol con los hinchas rivales agarrándose la cabeza. Es tremendo. Aún recuerdo el canto de la hinchada cuando terminó el partido. Esa semana fue maravillosa.

¿Aún hoy te recuerdan e gol?

Sí, me mandan el video del gol, un montón de fotos. Se nota que quedó en la memoria de los hinchas de Racing.

Dijiste “nosotros a Independiente les queremos ganar siempre” ¿puede ser?

Es que los clásicos los querés ganar siempre. Cuando escuchaba a la gente alentar así siempre quería ganar. Jugar en cancha de Racing, un clásico y a cancha llena, no te la olvidás más. Esa entrada a la cancha, en un clásico, vas escuchando los gritos y es una locura. Yo les pido a los hinchas de Racing que, esa sensación, se la hagan sentir a todos sus jugadores porque les da un plus.

Hablando de plus ¿Viste el último clásico?

Sí. Fue inolvidable 11 contra 9. Todo mérito de los jugadores y la gente. No hay manera de que pase eso. Yo, como entrenador, si pierdo un partido así me tengo que ir. No podes perder 9 contra 11. Pero se dio así y bienvenido para nosotros.

¿Se te pasó por la cabeza que podía ganar?

No. Uno firmaba el cero a cero. Pero tengo que destacar a Cvitanich peleando las jugadas. Creo que las ganas por la rebeldía. Y el Chileno Díaz define bien, llega con claridad luego de un desgaste físico enorme y define a un palo. Eso tiene que ver con el sentido de pertenencia del equipo. Cuando un equipo quiere ganar siempre, es duro. Y ese era Racing. Esto va a quedar en la historia. Les va a quedar para toda la vida.

Por Federico Dotti

Racing Club – El Primer Grande
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