Racing Club El Primer Grande

Racing necesita un Preparador Psíquico

Mientras se habla de los resultados, los lesionados, los espías, los conflictos y los cambios, en la Academia hay algo por mejorar: No se puede pasar de la euforia al dramatismo en 90 minutos. Esto incluye a todos.

No solo Beccacece debe corregir errores. El resto también.

La derrota fue dura, es verdad. Se jugó mal, está claro. Pero tan cierto es como que en los últimos 7 días en Avellaneda pasó de todo. Desde la felicidad por pasar en la Copa, de ganar con nueve hombres el clásico, de la fascinación a un esquema ofensivo y con mucha tenencia, a problemas de comunicación, de jugadores que están enojados, de buchones en los entrenamientos, de demasiados lesionados por malos entrenamiento y mucho más. Todo esto en 7 días.

Desde adentro hicieron mucho de esto, desde afuera hubo una saña con la actualidad del club. Hubo periodistas que se hicieron un festín con situaciones verosímiles y muchas no tanto.

Y el hincha, en cualquier red social o simplemente “cara a cara”, pasaron de adorar al entrenador que fracasó enfrente, a pedir que se vaya por hacer mal los cambios. Todo sin escalas. Basta recorrer el mundo de fanáticos y todos conocen, al menos a uno, que reaccionó de esta manera.

¿Entonces?

Hay que parar la pelota, ponerla en la suela y analizar. Porque si Becaccece se confunde o comete errores con el equipo, el resto también pude cometerlos. El tema es saber manejar los errores.

Ni todo es perfecto, ni todo es un desastre. En el fútbol puede pasar que la pelota no entre o haya errores a corregir. También puede existir “prejuzgamientos” que luego son pulverizados… ¿Cuántos insultaron o no estaban de acuerdo con la llegada de Gustavo Bou a Racing en aquel entonces? Este es un ejemplo que no abarca a un cuerpo técnico y sí a los demás entornos. Tanto hinchas como periodistas tuvieron que redimirse.

Y acá pasa por algo similar. La crítica constructiva está perfecta. Pero esta locura o vorágine que se vivió post derrota con Atlético Tucumán no está bien.

Todos, absolutamente todos los que quieran al club, deben tomar nota de lo sucedido y prepararse de otra forma: Prepararse psíquicamente.

Hay que criticar lo que corresponda, halagar en dosis justas cuando lo valga y enojarse cuando la realidad sea verdaderamente caótica. No una derrota jugando mal.

El ejercicio constará de no olvidar cosas como éstas: “Tenemos un día a día muy lindo. Hay una unidad muy genuina en el grupo y está bueno que ese mensaje le llegue a nuestra gente.» Dijo Sebastián Beccacece el 24 de febrero de 2020. “Todo el tiempo trata de buscarles la vuelta a los partidos, de buscar nuevos entrenamientos. Además de mejorar él como entrenador y persona, mejora al jugador. Eso no tiene precio. Te lo pueden decir los muchachos de la Reserva, los que viven en la pensión, los cocineros. Es un tipo que no deja ningún detalle al azar. Se ocupa de todo. Entendemos que eso es lo que más nos va a llevar al éxito» comentó Marcelo Díaz el 12 de octubre de este año.

 

Si delante de todo, se pone al club y se piensa en el escudo… esto deberá fortalecer a Racing para que no vuelva a suceder. Este desgaste tiene un solo y claro perdedor: La Academia. Porque se empiezan con fantasmas que repercuten, de manera directa, en lo que el hincha más quiere. Esta sensación de “están todos peleados”, “No entrena bien”, “hace mal los cambios”, “Si pierde con Flamengo se va”, traen como único objetivo el desprestigio de los colores celestes y blancos.

Y no importa quién sea el DT, esto no es una defensa de Sebastián Beccacece. Él también deberá asumir sus errores, corregirlos y trabajar para que no sucedan.

Acá lo importante es que las cuatro patas estén alineadas: Jugadores, entrenador, dirigentes e hinchas.

Invito a todas las partes a la reflexión. Tenemos muchas cosas buenas como para perder el tiempo en destrozar todo en una semana.

Preparémonos.

Fede Dotti
Por Federico Dotti

Racing Club – El Primer Grande
www.elprimergrande.com

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