Lo Mejor y lo Peor del empate ante River

Racing consiguió una igualdad sin goles en el Monumental contra el River de Gallardo. Un partido con mucha carga emocional dadas las últimas goleadas recibidas.

El resultado fue bueno, la manera no fue la indicada.

Fueron 90 minutos de mucha angustia. En la previa, River llegaba de golear a Godoy Cruz y Racing de ganar, angustiosamente. En el historial, los últimos enfrentamientos arrojaron 11 goles a favor de los de Gallardo y solo uno para La Academia.

Contra todo eso salió Racing al Monumental. A romper el maleficio, a cambiar la historia, a evitar el papelón nuevamente. Es por eso que ya se sabía que el conjunto de Pizzi iba a jugar a defenderse. Pero se pasó un poco de rosca y aguantó por demás. Ni hablar luego de la expulsión de Cáceres.

Fue 0 a 0 con un punto que sirvió. Matemáticamente fue muy favorable… Estéticamente fue imposible.

Acá lo más destacado y lo no tanto.

Lo Mejor del Partido

El resultado:

No perder, de visitante y ante River, es muy importante. Más cuando en el medio está la situación del entrenador que casi siempre parece estar inestable. No solo no se perdió sino que con ese punto, Racing ingresa entre los mejores 4 de la zona.

Valla invicta otra vez:

El conjunto de Pizzi terminó con su arco invicto por tercer partido consecutivo. Desde que llegó el nuevo entrenador, fueron 5 vallas invictas en 9 partidos. Es interesante cómo la defensa cada vez se afianza mejor.

Gabriel Arias:

Volvió el uno a calzarse los guantes y, como era de esperar, siempre apareció cuando se lo necesitó. Una doble tapada y un mano a mano fueron sus actuaciones más relevantes.

Lo Peor del Partido

El planteo:

Si bien había que aguantar el resultado, Racing jugó demasiado atrás y dejando al único delantero muy lejos de sus compañeros. Se esperaba un poco más ataque de los de Pizzi.

La soledad de Copetti:

Definitivamente es un desperdicio un delantero de esa calidad sin compañía. Porque no termina pensando en ataque, aguanta la pelota y no llega nadie, se saca un hombre de encima y nadie está cerca. Es imperioso jugar con un acompañante para Enzo.

Tomás Chancalay:

Su partido no fue muy malo, sino sus decisiones a la hora de jugar. Sobre todo en ataque nunca eligió la mejor opción: Cuando debía encarar tocaba y cuando debía dársela a un compañero no lo hacía. Una lástima porque la idea de su presencia no fue productiva.

Por Federico Dotti