Racing ganaba 3 a 1 y se le escapó un triunfo a pocos minutos del final. Con este empate, ya van dos partidos seguidos que se iguala en el Cilindro. Y la cima del torneo se aleja.
La tarde era hermosa, el resultado también porque con el 2 a 0, el equipo de Gago se floreaba en el Presidente Perón ante un interesante Tigre. Pero un penal lo cambió todo. Y a partir de allí, al estadio lo invadió una sensación muy fuerte de incertidumbre. Aún con el 3 a 1 a favor, el rival tomó la pelota y expuso los errores defensivos de La Academia.
Este 3 a 3 tiene más un olor a derrota que a otra cosa. Porque se dejó escapar 2 goles de ventaja con errores puntuales. Un partido donde el local no tuvo una buena jornada
Vale la pena repasar las cosas positivas de este empate y las no tanto.
El 10 tuvo un primer tiempo maravilloso. Pidió la pelota siempre, se mostró para sus compañeros e hizo jugar al equipo. Hasta un golazo y una asistencia hizo. Cuando salió el equipo lo sintió.
El chileno fue clave para lastimar al rival. Con sus subidas, lastimaba a Tigre y era muy punzante. Fue una lástima que en el complemento se haya quedado.
Por hacer lo que tiene que hacer: Gol y pelear todas. Siempre está predispuesto y suma mucha actitud a su juego. Está mostrando estar pasando un gran presente.
Fue un puñal para el equipo. Porque, a partir de ese error, el equipo se vino abajo y jamás lo pudo remontar. Y eso que tuvo grandes atajadas. Pero el error fue clave.
El Demonio tuvo una tarde completamente para el olvido. Jamás tuvo una situación de gol ni se la pudo generar. Bien marcado, jamás pudo estar cómodo en cancha.
Desde el minuto uno se vio ciertas desatenciones entre Galván e Insúa. Pelotazos frontales lastimaban más de la cuenta. Encima Mena y Mura subían y les dejaban mucho trabajo a los defensores de Racing.
Por Federico Dotti
Racing Club – El Primer Grande
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