Racing Club El Primer Grande

La difícil tarea de romper

Racing se encontró con un rival muy bien replegado y nunca pudo quebrar el cero. Coudet metió cambios en el equipo pero nada se modificó. Noche sin goles.

Racing tuvo la intensión pero no pudo quebrar el arco rival.

Lo sabía. En la conferencia del martes, Eduardo Coudet sabía que este equipo debía ser paciente, manejar los tiempos e intentar penetrar a un equipo con dos líneas de 4 sin preocuparse por el arco rival.

Tal era el conocimiento, que preparó a su equipo para la ocasión. No tanto pase entre líneas y más abrir la cancha para desarmar el bloque defensivo. Circular el balón hasta marear a los de Banfield.

Pero todo eso no se dio. No se pudo lograr. Un poco por el pasar de los minutos sin hacer un gol, otro poco porque el rival se defendía bien y otro tanto porque, a nivel individual, los jugadores de La Academia no mostraron su mejor versión. Tanto es así que cuesta encontrar una figura en el equipo. No se jugó pésimo, eso está claro. Pero lo que quedó expuesto es que cuando el equipo pierde «luces individuales» termina tirando centros para que nadie cabecee. Los remates desde afuera era casi la única alternativa mostrada. Pero solo Pillud, Montoya y Rojas patearon al arco. Los demás fueron pases intrascendentes o remates sin tanto peligro.

Y Coudet, entendiendo que no estaban saliendo las cosas, metió mano al equipo. 

Reniero, Cvitanich y Barbona fueron los suplentes que terminaron ingresando. La idea fue cambiar la ecuación del juego. Salvo Rojas que pidió el cambio, la idea era poner jugadores con desborde y jugadores que aprovechen la chance que quede para empujarla.

No se dio ni una cosa ni la otra.

El delantero ex San Lorenzo no jugó mal pero dejó muy expuesto que la pelota no le llegaba. Por eso muchas veces se tiraba unos metros atrás. Sus intervenciones fueron interesantes, pero sin la «punzada» necesaria para convertir. Cvitanich aportó más movilidad en ataque pero no pesó en el área. Estuvo más peleando que otra cosa.

Y Barbona mostró destellos interesantes por el sector derecho del ataque académico. Fue una opción siempre de pase. Pero lamentablemente todo lo que hacía terminaba en centro al área de Arboleda. 

Como dijo su entrenador, se perdieron dos puntos. Lamentablemente una vez más se volvió a topar con un Banfield inquebrantable atrás. Eso sí, la duda surge casi de inmediato: ¿es mérito del Taladro o negligencia del local?

Ambas respuestas son correctas. Pero es una realidad que a este equipo le cuesta doblegar los equipos tan defensivos. Es verdad que genera las chances, por eso gana partidos, pero la principal diferencia este este equipo y el modelo 2018 es la efectividad. Ahora parece costarle un poco más. Es el segundo 0 a 0 de local del campeonato. El anterior había sido frente a Unión en la primera fecha.

Este Racing es un buen equipo, lo dijo el DT en la conferencia y lo ratifican los resultados. 

Pero romper defensas numerosas cada vez le cuesta más. 

Fede Dotti
Por Federico Dotti

Racing Club – El Primer Grande
www.elprimergrande.com

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