El miércoles contra todos

Después de unos días convulsionados, es momento de dejar todo atrás y enfocarse en una sola cosa: Superar a Boca en Avellaneda. ¿Lo demás? No hay nada más. El objetivo es uno solo.

Habrá que olvidarse de todo lo demás y enfocarse en Boca.

El ejercicio es simple pero realizarlo es complicado. Por un segundo hay que cerrar los ojos y pensar. Razonar y dejar todo afuera. Ahora, delante de los ojos debe centrarse una sola cosa: Boca Juniors.

¿Qué quiere decir esto? Que no hay nada que deba entorpecer el principal objetivo. No hay seis derrotas por el torneo local con un juego espantoso. No hay lesionados que sean irremplazables, no existen fallos arbitrales perjudiciales ni VAR ni persecución alguna. No hay cuestionamiento hacia Beccacece por sus cambios u once elegidos para disputar esta final.

No existen las elecciones en este momento. Si Víctor Blanco ganará o no, esta semana no importa. Diego Alberto Milito nunca se fue y, si llegara a tomar otra decisión, habrá momento de analizarla. Hoy está con estos jugadores más enfocado que nunca.

Esto es lo que representa el partido de ida por Copa Libertadores frente a Boca. Significa que hay que poner adelante al escudo por sobre todas las cosas.

Si es con línea de 5, de 4 o de 3, no importa. Lo importante será estar unidos para enfrentar a todos.

Porque enfrente hay 11 jugadores, pero es el último campeón de la Argentina, es el que todos quieren ver en la final frente a River, es el que tiene a un jugador, llamado Salvio, que “quiere jugar siempre contra River”.

Contra eso también juega Racing. Contra todo lo que se ponga adelante.

Beccacece abrió el paraguas por los errores de los árbitros y no está mal. Pero, a partir de ahora, lo importante será vencer al duro escollo llamado Boca Juniors y todo lo que viene detrás.

Viene el equipo que tiene al segundo goleador del certamen, el equipo que menos goles le hicieron, el que ganó todos sus partidos de visitante salvo un empate.

Viene Boca.

Pero Racing debe medirse contra todo… Y olvidarse de todo lo demás.

El ejercicio es simple pero realizarlo es complicado.

Por Federico Dotti