El arte de ser distintos a los demás

Racing está atravesando un momento maravillo, a pesar de la Pandemia y todas sus consecuencias. En un fútbol argentino convulsionado, La Academia se diferencia del resto.

¿Cómo no van a opinar de crisis? ¿Quién tiene más autoridad que un club que las vivió todas? Problemas financieros, jugadores peleados con directivos, juicios por todos lados, profesionales yéndose libres por falta de pago, y mucho, pero mucho más fue moneda corriente en la rica historia de Racing Club de Avellaneda.

Con todo esto más que conocido, el club permite sacar una luz de diferencia del resto de los equipos grandes, del presente de cada uno. Porque la Pandemia afectó a todos, pero lo que está pasando en el resto de las instituciones no hace más que remarcar lo bien que está el club de Avellaneda.

Y no es mejor ni peor esto, es una particularidad que esta nota trata de remarcar.

Boca, el último campeón de la Superliga, está inmerso en una novela en torno a la renovación de Tévez, con acusaciones cruzadas y guerra mediática. Incluso no paran de decir que “falta plata de la caja” cuando cambió la presidencia.

River, gran campeón de los últimos años, no está en crisis pero tiene dos particularidades, no vende jugadores, la mayoría se va libre (caso Scocco) y no cuenta con jugadores que deseen volver (ejemplo Barovero que prefirió jugar en la B española).

San Lorenzo está envuelto en una crisis económica profunda. Lleno de juicios. Vendió a Paulo Díaz en 7 millones de dólares y jamás, repetimos nunca, le pagó el pase al Palestino Chileno. Eso lo metió en un juicio en el TAS donde ya interviene la FIFA. Ezequiel Cerutti llegó a intimar al club por sus deudas y reclama, por vía legal, más de un millón de dólares.

Y el vecino, que está a sólo 300 metros, es la cara apuesta de El Primer Grande. Repleto de deudas, problemas legales, lluvia de cartas documentos, pérdidas de patrimonio y mucho más. Está dejando ir a sus recursos por falta de pago y tiene muchos jugadores que ya no quieren estar por las falta de pago.

Todo esto no hace más que remarcar lo importante de ser diferentes. No es todo color de rosas, pero Racing renueva a sus figuras sin problemas en los medios, la negociación llegó a buen puerto con Licha y con Cvitanich. Incluso con García, que parece estar yéndose, no se avizora problema alguno. Los jugadores quieren llegar al club, aún en medio de la pandemia.

Racing fue el primer club en rebajar sus salarios, pero vale aclarar que no registra deudas con sus jugadores. Una rara costumbre en el fútbol argentino.

Por todo esto, y mucho más. Porque se estuvo ahí, en medio del barro, se puede analizar y valorar este presente.

Es el momento de valorar todo esto. Porque no garantiza campeonatos, claro que no, pero sin lugar a dudas te posiciona de otra manera para las competencias venideras.

Hacia allí va Racing, muy distinto al resto de sus competidores.

Por Federico Dotti