Racing Club El Primer Grande

Con hambre de gloria

Centurión habló para contarle a la gente sus primeras impresiones en este ansiado regreso. Ya se puso a disposición del cuerpo técnico y sueña con ser parte de un equipo protagonista.

En octubre de 2013 pasó al Genoa de Italia a cambio de 4.400.000 euros.

En un mano a mano exclusivo, Adrián Centurión habló para contarle a la gente sus primeras impresiones en este ansiado regreso. El futbolista ya se puso a disposición del cuerpo técnico y sueña con ser parte de un equipo protagonista.

Lo invade la emoción. Como puede, en medio de tanto saludo que se le acerca y de tanto flash que lo encandila, busca un hueco en el que reflexionar sobre esto que le está pasando. No es fácil caminar y que el mundo te gire alrededor como si vos fueras el mismísimo sol. No es fácil ser el centro de atención y que todos los que te rodean se anden fijando en cada detalle de cada gesto que mostrás. Es casi de noche en una Buenos Aires que transita por la primera parte del invierno y, en un hotel que hace perder de vista qué clima ronda la calle, Adrián Centurión empieza a sentir esa sensación que extrañaba desde hace mucho. Sí, ahora arranca a darse cuenta: está en casa, de nuevo en casa. Atrás quedó una temporada en el Genoa, con buenas y con malas, con todo lo aprendido en la experiencia europea y con la siempre difícil adaptación a una tierra que es ajena. Adelante luce el futuro, con todos los sueños que lleva adentro y con todos los temores que suelen acompañar a lo desconocido. Pero acá está. Para sumar y para sumarse al lugar que lo vio nacer.

Recién terminada la presentación oficial, en medio de abrazos que le llueven aunque no caiga agua del cielo, el jugador se escapa de un pasillo, se acomoda contra una pared y charla algunos minutos con el sitio oficial para que los hinchas reciban, en una entrevista exclusiva, las primeras impresiones de quien no ve la hora de estar trabajando a la par de sus compañeros. Medido, precavido a la hora de soltar cada palabra, Centurión busca no exagerar las respuestas pero no consigue que su alegría pase desapercibida. Sería imposible por más que lo intentara. Entonces, toma por un atajo válido y le cuenta a Racingclub.com.ar cómo está a través de una voz tímida que obliga a acercarse a su cara para oírlo. Está con ganas, está más maduro, está listo para aportarle su granito de arena al proyecto. Y eso ya es motivo de sonrisa.

-¿Qué te genera estar de vuelta en Racing?
-Es todo para mí. Yo nací en este club y sé todo lo que pasa. Me gusta sentir que voy a volver a vestir la camiseta, que voy a estar jugando otra vez en la cancha donde di mis primeros pasos. Además, esto es también muy importante para mi familia, que me extrañaba y que quería que volviera a Racing.

-En Italia, viviste una experiencia no muy larga pero sí intensa. ¿Qué cambió del jugador que se fue a éste que regresa?
-De todo lo que uno vive se aprende. Maduré en todos los sentidos, en lo personal y en lo futbolístico. Por la forma que había de jugar allá, aprendí a ser más guerrero, a pelear todas las pelotas. En ataque, tuve que aprender a terminar las jugadas, algo que me costaba bastante. Competir allá me obligó a pensar más las cosas adentro de la cancha para poder rendirle más a mi equipo.

-¿Cómo viviste a la distancia estos meses que fueron complicados en lo deportivo para el club?
-Me dio tristeza que tuviéramos que pasar por eso. Nunca es lindo tratar de pelear un título y no poder hacerlo. Sé que algunos de mis compañeros, con los que hablaba seguido, sufrieron mucho por todo lo que pasó y por todo lo que se dijo. Yo estoy acá para dar una mano y pienso que hay jugadores como para revertir esto.

-Hay cosas que cambiaste y hay otras que no. ¿Qué se mantiene del Centurión que la gente vio jugar?
-No perdí nada de lo que tenía. Sigo encarando como siempre y en el uno a uno me hago fuerte porque es donde más cómodo me siento. Además, me sigue gustando más pararme por izquierda que por derecha. Lo puedo hacer por las dos bandas pero estoy más acostumbrado a jugar por izquierda para ir hacia adentro.

-¿Con qué expectativas venís para esta nueva etapa?
-Quiero ir de a poco. Todavía no hablé con Cocca y no sé bien qué espera de mí. Pero me dijeron que es un técnico que le gusta ir al ataque y eso favorece mi juego. Supongo que hablaré en cuanto me sume al grupo para ponerme a disposición de él. Pero la intención es que todos podamos tirar para el mismo lado porque lo importante es que Racing pueda pelear el próximo campeonato.

-Está bien que no te apures pero seguramente tendrás ambiciones. ¿Cuál es tu sueño para el futuro?
-Mirá, uno siempre sueña con lo máximo. Vengo con hambre de gloria porque quiero ganar algo con esta camiseta, algo que me quedó pendiente. Sé que no es fácil pero me voy a esforzar para poder lograrlo.

Fuente: www.racingclub.com.ar

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