Racing Club El Primer Grande

Blanco y el profundo cambio

Víctor Blanco explicó el profundo cambio que se dio en el plantel de Racing, de donde se fueron 14 jugadores y al que llegaron otros 14: “Era muy individualista”.

Víctor Blanco, crítico con el pasado. (foto: Olé)

Víctor Blanco explicó el profundo cambio que se dio en el plantel de Racing, de donde se fueron 14 jugadores y al que llegaron otros 14: “Era muy individualista”.

En poco menos de un año de gestión como presidente de Racing (se cumple el 30 de septiembre), Víctor Blanco metió mano a fondo. Con la sucesión forzosa, consecuencia del vodevil coprotagonizado por Gastón Cogorno (ex N°1 del trinomio) y Rodolfo Molina (vice primero), Blanco primero evitó la colisión de una institución sin rumbo y, ya en curso, asumió decisiones de fondo. Luego de haberles dado prolijidad a los enchastres financieros que Cogorno consistió en la firma de contratos, Blanco corrigió otro error de confección de la conducción que, como vice segundo, apenas observó (¿no será tiempo de enmendar la verticalidad presidencialista de un estatuto sin reformas en las últimas cuatro décadas?): al plantel del Racing le hacía falta chapa, pintura y alineación. La peor campaña en 111 años de vida, incluso a la de 1983 que concluyó en el único descenso (21 derrotas en 38 fechas o 23 en 40 encuentros si se toma en cuenta el par de Copa Sudamericana), lo puso frente a la obligación de cambios radicales. Durante el receso, en pleno mercado, Racing incorporó 14 futbolistas (tres regresaron de un préstamo). La cifra provoca impacto, pero no tanto cuando se repasa el éxodo, idéntico en la cantidad. Blanco ayer aludió a esos 14 que dejaron Avellaneda, en declaraciones a la tira Los más grandes (AM 770).

“Teníamos un vestuario que no sentía la camiseta de Racing. Era muy individualista”, dijo el presidente. Y agregó: “Nada que ver este vestuario con el anterior. Ayudó mucho la llegada de Milito. Estoy muy contento con el plantel, por cómo se está brindando. Sin dudas, es muy lindo el grupo que se armó”. Consultado por Olé acerca de su testimonio, Blanco comentó: “Ninguno pertenece más al plantel. Eso ya es pasado”.

-¿Y por qué no los identificás?
-Que cada uno haga su interpretación…

Blanco prefirió el silencio en el momento de establecer las diferentes responsabilidades en un conjunto de 14 hombres de trayectorias diversas. Es sencillo trazar una línea que aparta a juveniles de presencia mínima (Juan Dinenno, Roger Martínez y Leonardo Rolheiser) y profesionales de mayor currículum, pero, como los chicos, sin influencia en los códigos y parámetros de convivencia (Martín Migliónico, Ismael Quilez, Luis Ibáñez). El corte se puede ampliar con la exclusión de Mario Regueiro, quien más allá de su declive físico, padeció las consecuencias emocionales de un severo trauma familiar (eso determinó su salida prematura). Entonces los dardos se concentran en los de más peso y los juveniles de renombre. Es posible otra discriminación, pues Blanco, pública y de forma reservada, siempre destacó los aportes de Fernando Ortiz, a quien quiso retener para el staff del club, y a Bruno Zuculini, por su compromiso para que Racing sacara un beneficio de su transferencia. A Rodrigo De Paul, más allá de vaivenes, se le destacó su coraje para hacerse cargo del juego.

El paquete se reduce, sobre todo, a Mauro Camoranesi (aporte mínimo en la última temporada), al que se separó del plantel luego de haber cuestionado a Reinaldo Merlo, a Matías Cahais (se le atribuye poco carácter en las derrotas), a Valentín Viola (muchas lesiones y alto valor para un préstamo) y a Luciano Vietto (poca contracción a seguir los consejos de los más veteranos).

Fuente: Olé

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