
Claudio López estaba vendido al Valencia, tenía que viajar a España en la noche del 7 de agosto de 1996. Había tenido su despedida el 14 de julio frente a Newell’s en cancha de Rosario Central, pero ese adiós no lo conformó y eligió ir a las corridas al aeropuerto con tal de poder jugar un partido más junto a la hinchada académica, el delantero quería usar su famoso inflador una vez más ante su gente en el Cilindro.
Un día como hoy, pero hace veintinueve años, Racing venció 1-0 al Xeneize por la jornada 17 del Torneo Clausura. Era el Boca de Bilardo, que contaba con figuras como Maradona, Cannigia, Verón, Vivas, Kily González, entre otros. Con la derrota, los de La Ribera se bajaron de la lucha por el título que finalmente ganó Vélez.
Fue un partido parejo, ambos con chances claras pero Boca falló en la definición; el Piojo también desperdició varias pero a los 81′ concretó tras una asistencia de Delgado. Cuando faltaban tres minutos para el final, Diego Maradona tuvo la chance de empatar desde el punto de penal, pero se topó con el enorme Nacho González. Fue el quinto penal consecutivo que el “10” falló en el torneo, una increíble racha negativa: Newell’s desviado, Belgrano atajado, Central atajado, River en el palo y Racing atajado. “El campeonato se terminó. Me quiero morir” expresó Diego post partido.


Un tanto del goleador que se despedía y un penal atajado a Maradona sobre el final, las tribunas eran una fiesta. Antes del final el DT, Miguel Ángel Brindisi, sacó de la cancha a Claudio López para que la gente lo ovacione. Al finalizar el partido se quedó un rato cantando junto a los hinchas sentado en el travesaño. Cerró su primer ciclo en Racing con 31 goles en 128 partidos oficiales.