Racing Club El Primer Grande

Viejos son los trapos

Lisandro López volvió a tener una actuación estelar, en donde se despachó con un doblete, y quedó (una vez más) demostrado que es el alma del equipo, y sin él, Racing no es lo mismo, y el equipo sufre eso.

Lisandro López es Racing. Y Racing, muchas veces, es Lisandro López. Importantísimo en este arranque de Superliga. Y goleador.

Pudo ser otra noche mágica en el Cilindro mágico, en donde Racing se acostumbró a ganar y pasar por encima a cualquier rival que se cruce. Todo iba bien, y ni el hincha más negativo pensaba que Boca pudiera reaccionar. Por esas cosas que tiene el fútbol, fue 2 a 2, y a fin de campeonato se sabrá si fue un «puntito» o un «puntazo», sabiendo que el xeneize es un rival directo en la pelea por el título.

Todo se emparejó entre académicos y boquenses, cuando el capitán de El Primer Grande, fue reemplazado. Claro, 2 a 0, restaban solamente 20 minutos, ya estaba todo casi liquidado. Centurión entró para desequilibrar, y en la primera que puso, le puso el gol a los pies de Zaracho, quien lo erró increíblemente. Después, el ex Boca fue una sombra.

Mientras estuvo Licha, Racing hizo todo bien. Lo tuvo contra las cuerdas a los del Riachuelo, y el goleador se dio el lujo de anotar un doblete. Actualmente, es el goleador de la Superliga (junto a Gigliotti). La importancia de Lisandro en este equipo, cada día es más determinante. Las pelea a todas, se atrasa unos metros para tener la posesión de la pelota, es el goleador, se fastidia como un nene cuando no recibe un pase en el área (demostrando el hambre de gol que tiene), y disfruta de este presente.

López, más que nadie, merece ser campeón de una buena vez con la acadé. La suerte le fue esquiva muchas veces en Avellaneda, y, sabiendo que no le quedan muchos años de carrera (como él mismo afirma), este tiene que ser el campeonato, y así lo vive el ex Porto.

¿Debía salir ante Boca? Con el diario del lunes, la respuesta es un NO enorme. Coudet admitió que lo sacó porque arrastraba molestias, y no quería arriesgarlo; Lisandro aceptó sin problemas. En esos 20 minutos sin él, Racing fue otro Racing. No fue pensante, en ataque no gravitó (un Bou completamente desconocido), se metió muy atrás y lo dejó venir a Boca. El final ya todos lo sabemos.

Lo cierto es, en todo esto, que Lisandro SIEMPRE tiene que estar. A sus 35 años, está más vigente que nunca, y el capitán es la pieza clave del equipo, quien le da el salto de calidad. A pesar de las grandes actuaciones de Díaz, Saravia, Solari entre otros, lo de López es magistral, y ojalá siga varios años más dándole alegrías al pueblo celeste y blanco. Un detalle: con los dos tantos ante Boca, Licha llegó a los 58 goles en Racing, quedando a uno de Diego Alberto Milito, el máximo goleador de las últimas décadas en el club. La próxima vez que se lleve su dedo índice a la sien, habrá empatado al Príncipe.

https://www.instagram.com/p/BopoLM1Bv9x/?taken-by=elprimer_grande

Por Juan Martín Wahnish

Racing Club – El Primer Grande

www.elprimergrande.com

COMENTARIOS