Racing Club El Primer Grande

Un centro para seguir arriba

El empate con Colón deja dos caras de un mismo equipo. El del primer tiempo que jugó muy mal y el del complemento que mejoró considerablemente. Eso sí, pudo llegar al gol con el único centro al área bien ejecutado. ¿Qué está pasando?

Un partido difícil que cambió en 45 minutos.
Un partido difícil que cambió en 45 minutos.

Se sumó. De a uno pero alcanza para seguir en lo más alto de la Superliga. Es verdad que no se jugó bien y que se apeló más a la “garra” y el “temple” que al fútbol.

Nos faltó batallar más” dijo Coudet una vez finalizado el partido. Y en realidad faltaron muchas cosas más.

Eso sí, algo quedó claro: Frente a Colón, jugaron dos Racing. El del primer tiempo y el del segundo. Completamente opuestos.

El puntero salió al “Cementerio de los Elefantes” abrumado, muy nervioso, impreciso y sin la claridad para manejar los partidos. Claramente el local no hizo mucho pero algo hizo bien: Absorber y resolver, los puntos débiles del conjunto de Coudet. Aprovechó esa imprecisión para lastimar a un Racing sin rumbo. Un conjunto académico que, siempre tuvo la pelota, pero no tuvo ni una idea para romper el marcador.

La defensa no era sólida ya que le desbordaban por los costados, el medio no podía definir cuándo y cómo unir las líneas con los delanteros. Lateralizaba sin profundidad con algo muy remarcado: La imprecisión. Arriba Lisandro no podía patear al arco y Cvitanich bajaba a buscar la pelota pero no la conseguía.

Y producto de todo eso, Colón sin patear al arco, encontró el gol por un claro penal a los 33 minutos. De ahí en más, nada cambió hasta que los jugadores llegaron a las duchas.

En ése entretiempo todo tomó otro color.

Con la misma temática de tener la pelota, Racing le agregó la profundidad en el complemento. Siguió el nerviosismo y la ansiedad por la llegaba al empate. Pero tomó la decisión de “conectar” las líneas. Se adelantó en el campo y consiguió mejoras con el cambio de jugadores. A la cancha saltó Solari y el que salió fue Cardozo que poco había hecho por cambiar el score.

Definitivamente llegaron las mejoras en el equipo, en la actitud, en batallar más que en jugar lindo.

Y la igualdad llegó. Pero el equipo mejoró en el campo, no así en la precisión de las llegadas. Faltó la estocada final, a pesar de la mejora.

Los números explican esta metamorfosis. La posesión en todo el partido fue del 73%, pero recién en el complemento se alcanzó el mayor  número de posesión (72 contra 66 del PT). La cantidad de remates al arco fue muy baja  (7)  pero casi la totalidad fue en la segunda etapa.

Es decir, para pelear el campeonato hay que ganar y, si no se pude, hay que tratar de sumar. Eso hizo Racing. Sumar sin jugar del todo bien. No fue superado por su rival, claro que no. Pero sólo un buen centro lo ayudó a convertir el gol del empate.

El rival de La Academia a falta de tres fechas, es la cabeza del equipo de Avellaneda. Es serenarse para volver a tomar los partidos como en los encuentros anteriores. Que el objetivo sea ésos últimos 90 minutos.

Con el objetivo tan cerca, todo tiende a nublarse de nervios y responsabilidad. Pero la jerarquía que tiene el plantel es inmensa y habrá que apelar a eso. Se puede, además el destino tiene que tirar algún centro…otra vez.

Fede Dotti
Por Federico Dotti

Racing Club – El Primer Grande
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