Racing Club El Primer Grande

Traigan vino juega la Acadé

Racing fue fiel al canto de la hinchada: visitó una bodega top sanjuanina y disfrutó de un paseo con asado incluido.

Racing a pleno con Milito y el presidente Blanco. ¡Salud, campeón!

En pleno valle sanjuanino, a 20 kilómetros de los ruidos del centro, la única música que retumba en los oídos del contingente, qué paradoja, no se deja escuchar. Pero está. Es casi una fiesta tácita para el microclima que respira Racing. En la bodega Putruele, rodeados de viñedos, retumba un eco que viene desde la cordillera: “Muchachos, traigan vino juega la Acadé”. Son las 13 del día posterior al triunfo por penales ante Atlanta, por los octavos de final de la Copa Argentina, y es un buen momento para cortar con una semana de doble competencia en la región cuyana (el domingo, en Mendoza, el rival será Godoy Cruz). Invitados por Carlos Putruele, dueño de la histórica bodega y fana de Racing, el evento incluye a todos los que respiran la blanca y celeste en la zona. Además de Diego Cocca y su cuerpo técnico, los jugadores y la comisión directiva encabezada por el presidente Víctor Blanco, el gobernador José Luis Gioja, otro hincha de la Academia, también es parte de este banquete bien autóctono.

El malbec, especialidad de la casa y una delicia argentina de prestigio mundial, sólo pasa por las narices de los jugadores, claro. Para ellos, al menos, la punta de espalda de ternera es un corte de carne delicioso en el día de los permitidos. A la derecha de la mesa dirigencial, que también incluye a Jorge Miadosqui (presidente de San Martín de San Juan), los jugadores más experimentados comparten parte de un asado bien completo. Milito y Saja, como es costumbre, están uno al lado del otro y con el panorama abierto para ver todo lo que pasa alrededor. El capitán tiene a su izquierda a Oscar Romero, quizá nutriéndolo de sabiduría para ir viendo crecer al paraguayo, cada vez más adaptado a lo que es Racing. En la mesa contigua, de las tres ocupadas por los jugadores, el tándem Bou-Pillud es la más pícara, sin dudas. Inquieto, el lateral derecho es el primero en levantarse y animarse a dar unos pasos para acomodar unas cajas de vino, presente para quedar bien con más de un amigo.

Entre tantos ídolos, y en un ambiente muy privado, la nueva rock star es Bárbara Blanco, una de las hijas del presi y la más cercana al día a día del club. Una, dos, tres, cuatro… Muchos son los empleados que le piden una foto a Barbie, casi a la par de Milito. Ella, simpática, acepta enseguida mientras Víctor le obsequia una remera de Racing al gobernador, quien llegó algo demorado pero enseguida se a pone a tono con las últimas novedades del plantel, como buen fana.

Tras la ensalada de frutas, el Chino Saja y Ezequiel Videla son los primeros que encaran hacia la parte trasera del edificio. Curiosos, son los avanzados en pisar la fábrica y entonces, claro, el tour los arrastra a todos. Desde la zona de embotellamiento hasta el depósito, donde termina el recorrido y toda la comitiva se terminan sacando la foto del recuerdo. Nadie se la quiere perder, por supuesto. Ni el gobernador, que a paso lento llega y es invitado a colocarse en el corazón del grupo. Luciano Lollo, interesado en los diferentes pasos del proceso, llega último, con los flashes ya consumados. Su recuerdo, sin dudas, pasará por todo lo nuevo que aprendió en esos diez minutos.

Ya enfilando hacia el micro, es el Tanque Pavone el que no se va con las manos vacías. Autor del gol del 1-1 y del penal decisivo para la clasificación, el ex Vélez se lleva de obsequio una caja de vinos. Con pocos minutos para una siesta reparadora, el plantel se vuelve a las 15.30 para el hotel. Todavía le resta una jornada de entrenamientos en el Bicentenario, ya con la cabeza puesta en mendoza, donde aguarda Godoy Cruz. Es que esto, más allá de un buen momento al pie la cordillera, lejos está de ser un viaje de placer…

Fuente: Olé.

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