Racing Club El Primer Grande

Su momento

Bou dijo que una clave para ganarle el clásico decisivo a River será “estar concentrados”.

"No me doy cuenta del momento que estoy pasando" dice Bou. (foto: Olé)

El jugador sensación de Racing aún no cae en su gran presente: “Mis hermanos me preguntan y les respondo eso”, le confesó a Olé. Dijo que una clave para ganarle el clásico decisivo a River será “estar concentrados”.

No fue sólo un acto de fe ciega, un recurso extremo lanzado en estado de desesperación. Se trató, más que nada, de un acto de absoluta confianza en las fuerzas propias, en la eficacia de sus virtudes. Porque Gustavo Bou representa, desde que llegó a Racing para este torneo, apenas unos meses atrás, un ejemplo de convicción.

“Mis compañeros me propusieron hacer una jugada, pero le dije a Luli (Aued) que no, que yo me tenía fe. Me respetaron, eso habla bien de lo que es este grupo. Entonces, agarré la pelota. Lo primero que hice fue ir a buscar la pelota. Me tenía mucha confianza. Confiaba en que la pelota fuera al arco y que pasara lo que pasó: que el tiro llevara mucha velocidad y sorprendiera al arquero”, le cuenta el goleador de Racing a Olé sobre su último logro, un bombazo de tiro libre (Racing no convertía mediante esa jugada desde fin de 2011) que puso a Racing a tiro de la punta del torneo.

-¿La confianza que tenés te hace pensar que todo lo que intentás te saldrá?
-Lo primero que debe tener un jugador es eso. Entre todos nos damos esa confianza para que cada uno saque lo mejor de sí mismo. Eso es lo que se está viendo en el Racing de hoy.

-Estás a dos goles de igualar a Lisandro López como el máximo goleador de Racing en torneos cortos.
-Muchos me fueron comentando que estaba cerca de poder hacer historia. Cuando me dicen eso, siempre respondo que yo quiero más. Más y más. Lo que venga. Uno, dos o 20 goles más. Siempre fue así, nunca me conformo con nada. Siempre quiero llegar a lo más alto posible. Por más que hoy tenga algo, mañana voy a querer el doble o el triple que eso. En mi vida en general soy así. Con hambre en el buen sentido, me lo inculcó al familia. Y con humildad, que es la que te lleva a todos lados. Por esa humildad estoy pasando por este momento. Con los pies sobre la tierra.

-¿Cómo vas a tomar el clásico con River?
-Va a ser especial para mí. Me crié en ese club. Empecé a los 14 años, toda mi vida le estaré agradecido. Hoy la realidad me encuentra en otro club, también con las mismas posibilidades que ellos. Así que trataré de hacer lo mejor para el equipo que estoy defendiendo.

-¿Si fueras un defensor de River, estarías preocupado por tener que marcar a Bou en el clásico?
-No sé, je. Si me pongo en el equipo de enfrente y veo que los delanteros rivales están en un buen momento, no sé si me preocuparía, pero sí estaría muy atento a eso. Yo conozco a la mayoría de los chicos de River, sé que nunca se relajarían. Menos en el momento que están pasando. Están peleando los dos frentes.

-¿Quién es tu referente futbolístico de siempre?
-Mi ídolo es el Conejito Saviola. Siempre me gustó. Me acuerdo que yo soñaba con tener sus botines. Eran unos Fila. Jamás me los pude comprar, pero siempre me quedé pensando en esos botines.

-En los últimos tres partidos los delanteros por momentos quedaron muy solos. ¿Por qué?
-Cuando la pelota no te llega, te agarra la ansiedad. Pero no es culpa de mis compañeros, sino que se debe a que el rival está haciendo bien las cosas. Pero de a poco fuimos mejorando en los segundos tiempos de los últimos dos partidos, fuimos encontrando esos pases y creamos las situaciones de gol.

-¿Sos consciente de que pueden ser campeones?
-Yo trato de estar tranquilo, de vivir el día a día. Esperando que llegue el día del partido. Vamos a jugar en un estadio lleno, es lo que el jugador siempre soñó. Estamos peleando por un título. Pero primero tenemos que ganar el fin de semana, y no nos va a alcanzar con eso, porque habrá que ganar los otros dos partidos también.

-¿Cómo hay que jugar contra River?
-Más que nada, estar concentrados. Todos conocemos el juego que tienen. Hoy quizá se está notando un poco el cansancio de algunos de sus jugadores. Pero si están bien de la cabeza, eso pasa a un segundo plano. Tendremos que tomar nuestras precauciones, aunque también confiar en nuestras armas. Depende de nosotros. Si estamos bien, le podemos ganar a River o a cualquier otro equipo del fútbol argentino.

-¿Qué deben corregir?
-Hay que tratar de jugar como en el segundo tiempo con Quilmes, cuando encontramos los espacios y la pelota. El arquero de ellos tapó muchas situaciones claras y complicadas.

-¿Imaginás lo que sería ganar un título con Racing?
-No me lo imagino. Pero a veces, cuando hablo con mis amigos, me pregunto qué pasaría si Racing fuera campeón. No puedo responderlo. Sería algo muy lindo para mí. Pero nos estamos adelantando mucho, todavía quedan tres fechas. Primero está este partido, y después seguir paso a paso.

-¿Fuiste a Nebel, tu pueblo de Concordia?
-Sí, fue un día y me volví al otro porque al siguiente debía volver a Buenos Aires para que operaran a mi esposa. Fue todo a las corridas, pero al menos necesitaba estar allá para saludar a mi familia, más allá de que tenía que volverme rápido. Me llegaron muchos mensajes de mi familia y mis amigos. Estaban todos muy contentos, se habían emocionado por mí. Ellos saben todo lo que luché para este momento. Y me pasó algo raro. Hasta me mandó mensajes gente que no conozco. Por ejemplo, el otro día me apareció una nota de voz de un chico. Me dijo que está súper agradecido conmigo, que se va a tatuar mi imagen en su pecho. Yo iba manejando y le contaba a mi compañero, je. Yo no caigo. No me doy cuenta del momento que estoy pasado. Mis hermanos me preguntan y les contesto eso. El otro día, cuando llegué a Nebel, mis hermanos no sabían que estaba llegando. Mi hermano José Luis iba caminando por la calle. Cuando me vio llegar en el auto, se sacó la mochila, la tiró y me ordenó que me bajara del coche. “Pará, boludo”, le dije. Hizo todo eso para abrazarme, como si fuera un hincha más. “Cómo me hiciste emocionar”, me dijo. Estábamos muy emocionados.

-¿Por qué no caés?
-Porque soy así yo. Y eso es posible que me esté jugando a favor. Pero no me voy a relajar nunca.

-¿Imaginabas que llegarías a este momento?
-Lo soñé, pero también, más que nada, busqué estar como estoy. No desde ahora, sino desde siempre. Desde que me vine a Buenos Aires para probarme en River que trabajé para esto. Estoy viendo los frutos de todo lo que hice desde chico. Es como que la vida me está reconociendo todo mi sacrificio. Porque yo pasé momentos duros para poder estar hoy donde estoy. La peleé mucho.

Fuente: Olé

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