Sin recambio nada cambia

La eliminación de la Copa Argentina, más el partido con Colón dejan en evidencia que Racing no tiene suplentes a la altura de la idea del Chacho. Parece otro equipo cuando pone un mix. Hay varios que finalizaron su ciclo en La Acadé.

Tirar por la borda el semestre en 2 partidos suena bastante fuerte. Casi destructivo. Pero resulta que en el semestre se hicieron cosas muy buenas y las malas no fueron tantas. Lo que sí resulta es que ésas malas fueron puñales con heridas muy profundas. Muy.

De resolver un grupo en la Libertadores “Muy difícil”, jugando bárbaro y siendo visto por el fútbol argentino como serio candidatos a ponerse en un lugar de absoluta vulnerabilidad. Sin Libertadores 2019, ni campeonato local, ni Copa Argentina 2018. Es demasiado.

El final de la temporada caló hondo en un equipo sin más resto físico. Hace unos días escribíamos “sin nafta pero con viento a favor”.

Hoy el escenario es muy distinto.

De nada sirve el penal no cobrado contra Sarmiento, no es excusa. Se jugó muy mal con un rival muy inferior. De nada sirve decir “a Colón lo atacamos por todos lados pero la pelota no entró”. Absolutamente innecesario el comentario.

Racing tiene una clara evidencia de poseer “dos equipos”: Los 11 titulares por un lado y el recambio por el otro.

En una idea tan vertiginosa, audaz y exigente como la de Eduardo Coudet, es imprescindible que los relevos continúen el estilo, mantengan “viva” la idea y ejecuten la misma acción. Sino no tiene sentido y el equipo empieza a sonar “desafinado”.

Hoy Racing transita por esa senda. Está perdido sin sus 11 actores principales. Más allá del nivel de los habituales titulares, que es normal que baje un poco o se regularice (honestamente estaban casi todos en un nivel muy alto). Pero justamente éste es el problema. Si el rendimiento de un titular merma ¿Quién viene atrás? ¿Quién?

No es la idea caerle a Cocca por los refuerzos ni a Coudet por la lectura de los partidos y los cambios. Si bien son temas válidos, acá la idea es reflejar los relevos como una (no) solución.

Lesionado Domínguez, Sigali, López, Saravia, González… ¿Quién mantuvo el nivel? ¿Quién?

Empezando por el arco: Javier García es uno de los que menos falencias mostró. Es verdad que jugó poco pero se le encuentran muy pocos errores. Pero también es verdad que jugó muy pocos minutos.

En la defensa es muy notorio el “desbalanceo” que hay entre titulares y suplentes. Miguel Barbieri no termina nunca de cumplir las expectativas depositadas en él. Siempre está “a punto de afianzarse” pero jamás lo logra. Tiene errores conceptuales muy llamativos. Y en la marca es endeble. Gonzalo Piovi es otro que no hace pie. Debutó jugando muy bien y después quedó marcado con Chacarita por su pésima labor que aún hoy muestra signos de nerviosismo. De tres o de central, aún no brinda seguridad ni despliegue. Iván Pillud es queridísimo en Racing. Y sólo se lo criticará por lo deportivo. No por nada perdió el puesto. Además cuando ingresa parece estar “desconectado” de la idea de Coudet. Le está costando. Lucas Orban no juega por estar (vivir) lesionado y Rodrigo Schlegel sólo jugó dos partidos por Superliga: Uno aceptable (Rosario Central) y otro mal con Defensa (2-3).

En la mitad de la cancha el recambio no cambia nada. Con niveles bajísimos y que dejan mucho que desear. Marcelo Meli es el que se lleva todos los silbidos siempre. Un poco se los ganó y otro tanto se lo adosaron “porque sí”. Si bien nunca se afianzó en el primer equipo, ni tuvo partidos brillantes. Siempre se quedó que jugó poco en su posición natural. Y eso es verdad. Pero el hincha ya no le tiene paciencia y se lo hace sentir. En el gol en contra de Colón hay una certeza que no todos ven: Fue el único que corrió, a toda velocidad, 40 metros para evitar que pateara el jugador. El resto miraba atentamente. ¿Quién se llevó los insultos? El ex Colón por meterlo en contra. Igualmente resulta poco lo aportado por el equipo. Muy pobre y más teniendo en cuenta que reemplaza a un Nery Domínguez que es de lo mejor en Racing. Asombra (y acá la culpa la tiene el DT) la insistencia de seguir poniéndolo casi siempre en la cancha. ¿No hay otro 5? ¿Y Kevin Guiérrez? Augusto Solari jugó muy buenos partidos cuando llegó al club. Realmente lo hicieron titular inamovible. Pero lentamente se fue cayendo a subsuelos interminables. Hoy es un recambio que resta más de lo que suma. Ni la buena pegada se le ve actualmente. Y Martín Ojeda hace lo que puede pero no le sale. Calidad tiene, se nota. Pero su falta de experiencia atenta contra su rendimiento.

En la delantera es llamativa la diferencia entre los que juegan siempre y los relevos. Más teniendo en cuenta que arriba están Lisandro y Lautaro con todo lo que eso significa. Brian Mansilla cada vez está más cómodo en el rol de “promesa” que de realidad. Salvo con Rosario Central, después nunca jugó bien. Se creía porque no jugaba en su posición (es 9) pero igual ahí tampoco rinde. Baja a Reserva y hace todos los goles, pero en la Primera está muy flojo.

Y el otro es Enrique Triverio. Goleador que llegó del Toluca para romper redes. Y nunca lo hizo. El gol al Corinthians es lo único que se le recuerda. Este año no convirtió ningún gol por Superliga. Fue contratado para hacer goles. ¿Y entonces?

Todo esto atenta contra el funcionamiento de Racing Club. Los rivales ya saben que cada cambio “no funciona”. La merma en el nivel es muy notoria.

Ahora será al revés. Se hizo un buen semestre, es verdad. Pero ahora son más las malas que las buenas. Sólo nos queda la buena actuación en la actual Copa Libertadores. El resto se perdió.

A volver a afinar el ojo. A contratar refuerzos de calidad y que se acoplen. No es fácil, pero Coudet tiene buen ojo. Habrá que acertar las balas que se tiren.

Para colmo sin Lautaro todo será más complicado (aunque ha bajado su nivel considerablemente en el último mes).

Ojalá haya un mejor papel de los suplentes. Un rol más importante. Actualmente se quemaron todos esos papeles y Racing sufre. El recambio es importante. Este semestre ya se fue. Para el DT se fue a un lugar muy oscuro. Ahora a cambiar. Estamos a tiempo.

Por: Federico Dotti

Racing Club – El Primer Grande
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