Racing Club El Primer Grande

«Sabemos lo que es luchar»

Hauche, Pillud y Aued son los tres jugadores de campo más antiguos del plantel, y aguardaron años para poder acariciar la gloria con Racing.

Hauche, Pillud y Aued van por la vuelta. (foto: Olé)

Hauche, Pillud y Aued son los tres jugadores de campo más antiguos del plantel, y aguardaron años para poder acariciar la gloria con Racing. «No hay una noche en que no piense en dar la vuelta», contó Iván.

Apenas se asoman por el túnel, por esa esquina que cada fin de semana deposita al equipo en la cancha, se oye una aclaración. “Mirá que yo soy el más antiguo, ellos dos los históricos, eh”, bromea Luciano Aued, de sonrisa mesurada, mientras señala a quienes lo acompañan: Gabriel Hauche e Iván Pillud. Ellos tres son los jugadores de campo que más tiempo llevan en Racing (Saja arribó en junio de 2011, al igual que Luli) y han sabido sobrevivir a temblores. Batalladores cada uno a su manera, vivieron momentos duros por nivel futbolístico, lesiones (la maldita rodilla derecha de Aued) o enfermedades (la hepatitis de Pillud). Es lógico que hoy, al borde de la gloria, disfruten al máximo. Que bajo un sol radiante sonrían sobre la línea de cal del arco custodiado por una popular que, el domingo próximo, lanzará llamas de euforia. “¿Me ato los cordones?”, pregunta Pillud, como si las zapatillas fueran a salir en la foto. Gaby es el más serio de los tres y Aued, un intermedio. Pero coinciden en algo: “Sabemos lo que es luchar”. Tienen razón.

-¿Están muy ansiosos? -A : A veces estoy tranquilo, pero cuando llegan las charlas con mate en el vestuario nos volvemos a poner ansiosos. Vivo con la adrenalina de lo que puede pasar, de cómo se dará el partido. Trato de no pensar mucho, de ocupar el tiempo libre con mi familia, amigos y novia. Pero cuesta dormir. Doy vueltas en la cama. Estoy frente al sueño de toda mi vida, ante la posibilidad de quedar en la historia de Racing. Hay que manejar esto como se pueda, no queda otra, je.

-H : La ansiedad se siente cuando la gente te habla del partido. Hace un tiempo que miro lo justo y necesario de los medios, llego a mi casa y me desconecto. Trato de aislarme, es lo mejor que podemos hacer: buscar tranquilidad.

-P : No hay una noche en la que no piense en dar la vuelta. Desde que vuelvo de las prácticas y hasta dormirme, no paro de maquinar con eso. Sería muy especial para mí lograrlo por todo lo que pasé en este club. Además, por lo que significaría para la gente, muy fanática. Siento que le di mucho al club y quiero cumplir con este sueño.

-¿Son el mejor equipo del campeonato? -A : Es difícil hacer un análisis ahora. Me parece que el que va primero, por algo es… Le tocó ser puntero a River y todos decían que era el mejor. Nosotros, con distintos argumentos, podemos decir que somos los mejores. Si bien la ansiedad hizo que nos costara jugar en los primeros tiempos de los últimos partidos, conseguimos solidez defensiva y contundencia arriba. Nuestro mediocampo es de transición, sentimos que en cualquier momento vamos a convertir.

-H: No sirve de nada decirlo ahora, habrá que demostrarlo en la última fecha si somos los mejores…

-P: Somos merecedores de este momento. Conscientes del camino recorrido hasta esta instancia, de todo el esfuerzo que hicimos, del grupo que se conformó. Es un plantel muy humilde. Hemos recibido a un referente muy importante como Milito. Junto a Saja, son los pilares del equipo. Ahora, para ser campeones, dependerá de lo que hagamos nosotros.

-¿Hace seis partidos imaginaban esta situación? -A: Se hacía difícil pensarlo. Ahí hubo un gran acierto de Diego (Milito) y Sebastián (Saja): después de empatar con Olimpo, propusieron no mirar más la tabla y ganar los 18 puntos que quedaban. Ellos marcaron ese camino y el equipo entendió que no había que pensar más en la punta.

-P: No, era casi imposible llegar a esto, hay que admitirlo. Pero rescato la fortaleza que tuvo el grupo. El equipo se dio cuenta del momento complicado que pasaba. Ahora no se nos puede escapar de las manos. En las últimas cinco fechas fuimos los baluartes del torneo para encontrarnos en esta posición.

-¿Qué piensan de la fila de hinchas de diez cuadras por una entrada? -A: Van a tener que construir un anillo en el Cilindro más para que entre más gente. Es imposible no dejar de sorprenderse con los hinchas de Racing. La cantidad de gente que había buscando una entrada, dos días antes de que abrieran las boleterías, son cosas que te dejan pasmado. Y esto también nos genera una mayor presión de no fallarles a esos hinchas.

-H: Imagino un Cilindro similar al partido con River, pero potenciado. Por suerte pude conseguirles entradas a toda la gente que quiero para que pueda estar en la cancha.

-P: Ya nos pasó de no poder llegar a la cancha con el micro. Hasta se nos complicaba escucharnos entre nosotros, había que estar bien concentrados. Estará lleno el Cilindro, habrá que manejar la ansiedad y meter mucho huevo como siempre pide la gente.

-¿Cómo se pueden definir entre ustedes? -A: Iván es una de las alegrías del grupo. Siempre llega de buen humor. Creo que a la noche debe enchufarse, como si fuera un celular, para cargarse y mantener la energía. No se le acaban las pilas, es muy optimista. Y hay que reconocerle que en este torneo hasta aceptó infiltrarse el tobillo para poder estar con nosotros. Y Gaby es amigo. Desde que llegué al club me trató como si me conociera desde siempre. Tenemos química. Es un profesional al ciento por ciento. De los compañeros que tuve en mi carrera, es el más exigente consigo mismo para entrenarse. Y eso contagia al resto.

-H: Son dos remadores que nunca bajan los brazos. No lo hicieron ni en los peores momentos, cuando estaban afuera de la cancha. Dos jugadores muy comprometidos con el grupo.

-P: En los últimos dos años empecé a conocer mucho más a Luli, sobre todo en las rondas de mate. Es un tipo muy inteligente, con experiencia. Se está matando por el equipo, merece este momento. Y a Gabriel lo conozco desde 2010. Además de ser jugador, está recibido de profe de educación física. Es uno de los jugadores más profesionales que tenemos en el plantel. No sólo por su entrega, sino también por la personalidad que demuestra en los entrenamientos, en el vestuario y en la cancha. Es el jugador que más contagia, más allá de que juegue o no.

Lejos de ser forzadas, las sonrisas de los tres reflejan el gran momento.

Fuente: Olé

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