Racing no supo

El empate nuevamente sin goles desnuda una falencia que tiene este modelo 2020: La falta de gestación. La Academia se torna previsible e intrascendente. Una falencia que va más allá de la racha frente al arco rival.

La Academia arrancó la temporada sin festejos. Eliminado de la Copa Argentina y con empate, de local frente a Unión. Todo si meter un gol.

No gana y no es para entrar en pánico. Sí es para reflexionar las formas. Este equipo está siendo muy reiterativo en ataque y no tiene profundidad. Es verdad que tiene la pelota, tanto a Boca Unidos como a Unión se la manejó todo el tiempo, pero con eso no alcanza. Tener la pelota no significa jugar bien.

Al finalizar el partido, la conferencia de Coudet dejó algunas frases interesantes: “Los buscamos, tuvimos situaciones por adentro, llegamos por afuera. Parece que no quiere entrar, ya se nos va a abrir el arco. Pero al equipo lo veo bien.” dijo el entrenador del último campeón.

Pero hay números que contrastan los hechos. El primer tiempo, Racing no tuvo idea cómo entrarle al rival. Se apeló a Iván Pillud y Augusto Solari como la única variante en ataque. Es decir, se redujo el ataque al sector derecho del campo facilitando a la numerosa defensa de Unión que lo único que hizo fue marcar a los receptores para que todo desemboque en un centro. Muy previsible.

Racing jugó el primer tiempo un 61.9% por la banda derecha. Lo demás casi ni existió. En el primer tiempo, el conjunto de Avellaneda pateó una sola vez al arco y fue, justamente, un remate desde afuera del área de Pillud. El resto no fue ni un tiro al arco (sólo dos remates, el de Cristaldo es el que pasó más cerca).

Entonces el equipo se pasó 45 minutos sin hacer lo que Coudet quería, porque no lo podía buscar sin ideas.

Para el complemento, los cambios dieron un poco de efecto. Racing avanzó más en el campo e hizo más protagonista a Soto y otros jugadores equilibrando el ataque. Pero no fue suficiente.

El ingreso del Pulpo González y de Montoya aportó nuevas intensiones pero no alcanzó para generar la profundidad necesaria para hacer goles.

La idea de los últimos minutos pateando al arco rival como loco, no fue el reflejo de lo que fueron los 90 minutos. ¿Por qué? Porque en el complemento hubo solo 3 tiros al arco y fueron ¡a partir del minuto 81 con un tiro del Pulpo González! Después de ahí llegó otro de Zaracho y la increíble que desperdició Cvitanich.

“La idea era romper por afuera hacia adentro. Tiramos mil centros” dijo el DT y es verdad. Pero nunca conectaron ésos centros.

La única vez que pateó al arco desde adentro del área, en todo el partido, fue la última de Cvitanich. El resto no le acertaron a los 3 palos.

Esto es lo que debe mejorar Racing de cara al futuro. Se pudo haber ganado, es verdad, pero se hará más difícil si no se generan las chances.

Nadie dice que está todo perdido, en absoluto. Es bueno tener las intenciones, ahora habrá que plasmarlas en el campo de juego. Buscar variantes, alternativas. Algo de eso intuye Coudet cuando dice “Necesitamos más tiempo para adaptar a los jugadores que han llegado.”

El arco ya se volverá a abrir. Ahora hay que aprender a generar situaciones cuando los equipos se defienden. No es fácil para los rivales enfrentar al campeón. Entonces hay que revalidar lo bueno realizado hasta acá.

Por Federico Dotti

Racing Club – El Primer Grande
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