Racing ganó un buen campeonato

Racing ganó un buen campeonato. Un torneo que acumuló 491 goles en sus 190 partidos, con un promedio de 2,58 por encuentro. Conocé todos los números acá.

Racing ganó un buen campeonato. Un torneo que acumuló 491 goles en sus 190 partidos, con un promedio de 2,58 por encuentro. Siguió la tendencia marcada por el Mundial de Brasil, que tuvo 2,64 goles por partido. Un factor fue la avanzada de técnicos jóvenes: Diego Cocca, el campeón, tiene 42 años. Lo siguieron, por puntos, Marcelo Gallardo (River, 38), Guillermo Barros Schelotto (Lanús, 41), Rodolfo Arruabarrena (Boca, 39) entre otros.

El tránsito de Racing en el campeonato es análogo a lo ocurrido en el Mundial. En Brasil hubo un decaimiento de la producción goleadora a medida que las responsabilidades crecían, y el festival de redes infladas de la fase de grupos le dejó paso a partidos más cerrados, de resultados más avaros, salvo la catástrofe del 7-1 de Alemania a Brasil en la semifinal. El equipo de Diego Cocca jamás abandonó su ambición ofensiva, pero consiguió los ajustes necesarios para edificar un sprint de seis triunfos consecutivos con el arco invicto, y cinco de ellos ganados 1-0.

Racing ganó un buen campeonato y le cabe el elogio de la perseverancia, de esperar su oportunidad y de mantener una idea aún ante algunos frentes de tormenta que se le abrieron durante la competencia; el hincha, siempre pasional y muchas veces irracional, es el que ahora le pide perdón al técnico porque si había un plebiscito después de la derrota en el clásico con Independiente, Cocca no podía seguir en el club. El entrenador, como pecado de juventud, dijo entonces que prefería perder el clásico y pelear el campeonato. Lo ganó. Y por eso el «que de la mano de Diego Cocca» que recién se escuchó después de consumado el título fue la comprobación empírica de que sólo la vuelta olímpica redimió al DT de aquel sincericidio.

Racing tuvo también la virtud de la construcción de un grupo cimentado en la solidez de dos líderes, como Diego Milito y Sebastián Saja, cuyo aporte afuera de la cancha, en el vestuario, fue tanto o más importante que adentro.

Y contó Racing con algunos plausibles soldados más silenciosos. Ezequiel Videla, por ejemplo, se ganó la admiración del hincha con su sacrificio, y el respeto de ajenos por su capacidad reflexiva en medio de la euforia. «Es muy difícil ser campeón en un fútbol con tantos problemas de organización», reflexionó en medio del hirviente Cilindro. Aplausos para ello también. Racing Club campeón 2014

Fuente: Clarin

Racing Club – El Primer Grande
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