Racing Club El Primer Grande

Primavera Cero

En el equipo el buen fútbol y el buen funcionamiento no florece. Pasan los partidos y el esquema no se afianza. Para colmo se agregó la sequía goleadora. Hace 4 partidos que Racing no hace un gol. ¿Qué está pasando?

El equipo sigue sin funcionar.
El equipo sigue sin funcionar.

Se llegó a la Paternal con una radiografía de cómo jugaba Argentinos Juniors. Se quitó a Zaracho de la titularidad para aprovechar la “velocidad” de transiciones de Mansilla. Hasta se quitó la línea de 5 defensores que tanto irritaba a propios y ajenos.

Pero la derrota volvió a aparecer.

Racing perdió merecidamente frente a un rival que lo superó en el mediocampo. Lo asfixió desde el primer minuto y no dejó jugar a los de Avellaneda.

Hizo todo lo que Diego Cocca comentó en la conferencia de prensa del día viernes. El que no hizo mucho fue el propio equipo. Al resultado adverso se le suman algunos agravantes más que forman un cockatil peligroso: La intrascendencia.

Juega poco, las famosas “asociaciones” no aparecen y el sistema buscado tampoco. Si abastecer a Triverio es la idea, parece que está costando más de la cuenta. La mitad de la cancha mezcla conceptos de cuándo atacar y cómo. Los desmarques o subidas no son bien interpretadas por algunos y eso trae un mal resultado: No se sabe a qué juega.

Cocca consuela a Mansilla. No jugó bien.

La defensa, esta vez con un defensor menos, mostró garra y marca, pero no lo suficiente para contener a un rival que supo “despedazar” la última línea. El primer gol del local fue un pase entre líneas que permitió llegar “mano a mano” al jugador del Bicho frente a Gómez, por citar un ejemplo.

Se nota que el entrenador está buscando el equipo, aporta variantes en busca de soluciones. Eso está claro. Pero lo que queda en evidencia es que el juego del equipo no está presente, no  da señales de existir. Cuesta cada vez más llegar al arco rival con situaciones claras.

Solari y Mansilla esta vez pudieron abrir las bandas y crear un poco más de peligro que en el partido con San Martín. Pero lo cierto es que no se pudo concretar las escasas situaciones.

La lesión del Pulpo demostró que Zaracho está para jugar siempre. Aportó un poco de frescura en ataque y siempre con ganar de ir para adelante. Pero con eso no alcanza.

Licha últimamente pierde más tiempo rearmando el equipo cuando no tiene la pelota, que cuando le llega, ya está cansado o con varios hombres arriba.

Este Racing está un tanto apagado. Lejos de generar un conflicto, el “Hay que tener más audacia” que dijo Lisando López al terminar el partido, no es más que un mensaje para los protagonistas, sus compañeros, los once que corren detrás de la pelota. No todo tiene que ser un conflicto con el entrenador.

Argentinos no dejó pensar al equipo Argentinos no dejó pensar al equipo.

Esta vez no había cinco defensores, no había que replegarse porque se venía un equipo infernal en ofensiva. Había que ser rápidos, inteligentes, elegir la mejor opción de pase y aprovechar la pelota parada. Y ninguno lo hizo.

Esa audacia que reclama el capitán es la que tuvo Argentinos que, cuando el partido moría, decidió intentar un poco más y profundizar más los pases entre líneas hasta generar la oportunidad. Y meterla. El segundo gol fue de casualidad, claro está.

Aún los rendimientos individuales no alcanzan a tomar vuelo. Y el conjunto en sí, no logra lastimar a los rivales. Racing lleva 360 minutos sin convertir un gol. Lo cual marca que hay déficit en todas las líneas.

¿Es para preocuparse? No. Es para ocuparse. El futuro vislumbra casi dos semanas para que se reanude la actividad futbolística. 13 días faltan para el próximo encuentro que será frente a Tigre en el Juan domingo Perón.

En esos días habrá que encontrar definitivamente el fútbol. Que los jugadores se sientan cómodos y que se amolden a la idea del entrenador. Apoyar desde el lugar que esté ya sea adentro o afuera de la cancha. Racing tiene plantel para jugar mucho mejor y ganar.

Que se solucionen “puertas adentro” los conflictos y que se despeje el futuro. Hay material.

Peor no puede jugar éste equipo. Así que se supone que todo lo que puede llegar a venir es mejor.

“Audacia” es la palabra del capitán. “Rebeldía” es la voz de la tribuna. Este equipo debe salir a buscar los tres puntos en todas las canchas. Especular no le está dando resultados. Jugando así pasamos el invierno. Ahora en esta primavera esperemos que salga el sol por Avellaneda y nos devuelva lo que tanto se anhela: Ganar y jugar bien si se puede. Ojo, si se empieza por ganar tampoco será una mala estación.

Por: Federico Dotti

 

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