“No entiendo por qué no me llaman de Argentina”

Flamante técnico del Atlas de México, Gustavo Costas, celebra su nuevo desafío, pero lamenta no poder trabajar en su tierra.

Se lo podría llamar El Conquistador de Sudamérica. Por lo menos él, aunque sin ánimo de jactarse, así lo siente a esta altura. Así, también, lo certifican sus credenciales. Cosechador de gloria en Paraguay (Olimpia), Perú (Universitario), Ecuador (Barcelona) y Colombia (Independiente Santa Fe), Gustavo Costas igualó el récord mundial de Mourinho por haber sido campeón en cuatro ligas (José lo logró con Porto, Real Madrid, Inter y Chelsea). Y va por más: en la madrugada del viernes voló a México para afrontar un nuevo desafío, esta vez en el Atlas. Habla con orgullo de sus logros, usa un tono firme. Pero en su interior, además, hay un dolor disparado por no sentirse valorado en su tierra. “Parece que no me quieren. La verdad, me cuesta entender por qué no me llaman para trabajar en Argentina”, se lamenta el DT, y con el tono de voz diferente, como si tuviera un nudo en la garganta.

-Seguramente estabas ilusionado con una oferta de tu amado Racing.

-Sí, pero no me llamó nadie. Esperaba esa chance o la de laburar en algún otro club de Argentina. Me pidieron de muchos lugares de Sudamérica y de selecciones. No muchos tienen mi currículum. Después, si de mi país no me llaman, no depende de mí. Es raro. Pero bueno… Yo estoy agradecido a Dios de poder seguir dirigiendo en el exterior. Soy feliz por tener trabajo, dejo lo mejor de mí. Y estoy en el mejor momento de mi carrera.

-¿Por qué lo decís? -Porque mi paso por Colombia me dio un salto: gané dos de cuatro campeonatos y en uno perdí la final. Me sentí muy bien, con muchas ganas. En Argentina dicen que después de los 50, los técnicos somos viejos. Y yo no me considero un viejo para nada ( NdR tiene 52 años).

-Saliste campeón en cuatro países diferentes e igualaste a Mourinho. ¿Cuál es el secreto? -Primero, que me reconozcan los logros me gusta mucho. Soy un trabajador y adonde vaya llevo en mi cabeza la idea de ganar, es lo que les inculco a mis jugadores. Haber sido campeón en tantos países no es casualidad. La clave es el trabajo y que le llego mucho al jugador y a los grupos, eso es algo fuerte que tengo. Con cada plantel me llevé muy bien.

-¿Hacés hincapié primero en la parte humana? -Claro. Siempre, antes de armar un equipo, armo un grupo. Sin esto, es imposible. Yo siempre les agradecí a los jugadores que me regalaron los campeonatos porque ellos son lo más importante. Este cuerpo técnico se apoya mucho en los futbolistas.

-¿Cómo viste el último clásico de Avellaneda y qué imaginás para el partido de vuelta? -Racing cambió el estilo que había tenido la última vez que jugó en la cancha de Independiente, cuando había perdido 3-0. Fue más prudente, le copó el medio, le ganó y apostó a la contra. Fue muy eficaz. Vi un Racing maduro, inteligente, que le cortó al rival. Y para la revancha, imagino a Independiente saliendo a buscar con decisión y dejando espacios que Racing podría aprovechar muy bien por las características de sus jugadores. Sería ideal entrar a la Copa ganándole al vecino, je.

-¿Qué esperás encontrarte en México? -Voy a una liga muy competitiva, con jugadores de mucha categoría que llegan de países como Ecuador, Colombia, Chile… Atlas hace 64 años que no sale campeón, es un desafío hermoso para mí, me gustan los difíciles. Como el que tuve en Barcelona de Ecuador: ganamos el título después de 14 años. Eso fue lo que más me sedujo. A mí me encantan esas presiones.

-¿Del Atlas qué sabés? -Mirá, da la casualidad que a Atlas lo enfrenté en la última Libertadores, con el Santa Fe de Colombia. Sé que no anduvo bien en el torneo y que tuvo la segunda defensa más goleada del campeonato, ganó sólo dos partidos como local…

-Dijiste que es el mejor momento de tu carrera. Te pusiste la vara alta.

-Me gusta eso. Voy a trabajar mucho, a dejar todo para que las cosas nos salgan bien. Lo mejor que me podría pasar es regalarle un campeonato a la gente. Lo buscaré con un equipo que intente ser protagonista, que presione mucho en campo contrario, que tenga buen manejo de pelota, que sea ordenado, que esté bien físicamente y equilibrado en sus líneas.

Fuente: Olé.

Racing Club – El Primer Grande
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