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Milito: “Siempre fui muy obsesivo”

El delantero argentino del Racing Club volvió al equipo después de once años y lo hizo con un regalo: otro campeonato.

Dos símbolos de aquel campeón
Dos símbolos de aquel campeón

La historia catapultará a Diego Milito (Buenos Aires, 1979) como a uno de los máximos ídolos del Racing Club de Avellaneda. Llegó a La Academia con nueve años, a los 22 se coronó campeón argentino después de más de 35 años de sequía de títulos para el cuadro albiceleste, y en 2003 se mudó a Italia. Prometió volver. Lo hizo y con un regalo: otro campeonato para el Racing, que se había quedado mudo de trofeos desde su adiós. “Lo que logramos es algo único e increíble”, asegura el delantero, con la voz gastada por los festejos. Desde que levantó la Copa Argentina el pasado 14 de diciembre, no para. Hasta la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, lo recibió en la Casa Rosada. Milito es el Racing. Él lo sabe, aunque los piropos lo incomodan.

Pregunta. ¿Usted es el máximo ídolo del Racing?

Respuesta. Sinceramente, es algo que no me pongo a pensar. Me siento un privilegiado de haber participado en los últimos dos campeonatos del club. Lo celebró y lo disfrutó pero siempre me cuesta hablar de mí y de mi grado de idolatría. Me alcanza y me sobra con el cariño que me brinda la gente.

P. ¿Le fue difícil hacer a Leandro aficionado del Racing?

R. No, fue muy fácil. Desde que nació es aficionado del Racing. Lo hice socio del club y enseguida le transmití lo que significa esta pasión. Y eso que Gabi [Milito, exjugador del Barcelona] y mis sobrinos intentaron hacerlo hincha de los vecinos [por el Independiente de Avellaneda], pero él se mantuvo firme. Es un fenómeno. Es más aficionado del Racing que yo.

P. ¿En algún momento tuvo dudas de volver a Argentina?

R. Nunca tuve dudas. Hablé con Gabi, le pregunté cómo estaba la situación en el país, y le agradezco a mi familia porque me apoyó en esta decisión. En Italia estábamos muy bien y volver a Argentina después de tanto tiempo no era fácil. Sin embargo, desde que me fui del Racing, hace 11 años, siempre tuve la ilusión de volver.

Milito con Cristina Fernandez de Kirchner.

Milito con Cristina Fernandez de Kirchner.

P. ¿Dejó de ganar dinero para volver al Racing?

R. Va mucho más allá de eso. Durante toda mi carrera he tomado las decisiones con base en lo que me dictaba el corazón. Sentía que tenía que volver a mi casa y estoy disfrutando muchísimo de todo esto.

P. ¿Pensaba que iba a ser tan fácil adaptarse al fútbol argentino?

R. No fue tan fácil. Es un fútbol muy competitivo, muy duro. Trabajé mucho para poder estar a la altura porque sabía que es una liga físicamente muy difícil. Yo siempre fui un tipo muy obsesivo. Me tomé mi carrera muy en serio y viví por y para el fútbol. Y ahora, con 35 años, me cuido más. No puedo dar ninguna ventaja. También estoy mucho más sereno, haber jugado grandes partidos a nivel mundial me dio mucha tranquilidad. Y eso es lo que intento transmitir aquí en el día a día.

P. ¿Cambió mucho la liga argentina desde que se fue en 2003?

R. Es un campeonato distinto del que dejé pero, es cierto, que yo también cambié. Tengo una cierta edad y vivo los partidos con una intensidad diferente. Pero el fútbol argentino ha cambiado, hoy se ven partidos más trabados, físicamente agresivos, muy tácticos y quizás antes había más calidad individual. Aunque sigue siendo un torneo muy competitivo.

P. ¿Es más parecido al calcio que a la liga española?

R. Sí. Tiene un poco más que ver con el fútbol italiano, que es muy táctico, los equipos juegan cerrado, y siempre tratan de mirar más a su portería. El fútbol español es más vistoso. Aunque ahora, en Argentina, hay un recambio generacional de entrenadores, y se está empezando a ver equipos que tratan de jugar mejor.

P. ¿Quién fue el entrenador que más lo marcó en su carrera?

R. El tópico de que todos los entrenadores te dejan algo es una gran verdad. Aunque yo siempre destaco a dos entrenadores, Bielsa y Mourinho. Con Marcelo compartí poco tiempo pero lo tuve en una etapa de crecimiento y me enseñó muchísimo.

P. ¿Por ejemplo?

R. Primero en la mentalidad, de creérmela en el buen sentido, él me veía condiciones y me transmitió esa seguridad. Y después en los movimientos en el campo. Observar a otros delanteros es algo que me inculcó Marcelo.

P. ¿Y Mourinho?

R. Con él llegué a tocar mi máximo punto futbolístico. Es uno de los mejores entrenadores del mundo, es un tipo que está súper preparado, que sabe gestionar muy bien a los grupos, y es un gran comunicador. No es que solamente me hizo rendir a mí al máximo, sino que de cada jugador logra sacar lo mejor.

P. ¿Su única cuenta pendiente en el fútbol fue con la selección argentina?

R. Disfruté en la selección más allá de que, obviamente, me hubiese gustado jugar mucho más. No me lamento porque sé que en la selección argentina hay grandes jugadores, sobre todo de la mitad de cancha hacía delante. Egoístamente le diría que debería haber jugado más, pero también entiendo que en mi puesto había monstruos. Traté de disfrutar de los momentos en los que me tocó estar y vestir la camiseta de la selección es uno de mis grandes orgullos.

Fuente: El País

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