Racing Club El Primer Grande

Merecemos ser felices

En el comienzo de la anteúltima fecha, El Primer Grande quiere dar los motivos por los cuales Racing merece festejar este domingo. Lo merecen los jugadores, el cuerpo técnico, los dirigentes y la gente. ¿Coincidís?

Sobran los motivos para justificar el buen momento del equipo. Ojalá se dé.
Sobran los motivos para justificar el buen momento del equipo. Ojalá se dé.

El lunes 13 de agosto de 2018, hace más de 7 meses, comenzó Racing su participación en esta Superliga. La provincia de Tucumán fue testigo del encuentro entre los dirigidos por Coudet frente a Atlético. Fue 2 a 2, empezó ganando cómodo y terminó sufriendo.

Hoy, con 23 partidos más jugados, la cosa se dio vuelta: sufrió pero llegó a este final de torneo con la comodidad de estar 4 puntos arriba de su perseguidor. ¿Ya puede festejar? Para nada.

Pero hay motivos para ilusionarse, hay detalles que justifican una merecida coronación. Este domingo o el otro, cuando sea… pero merecemos ser felices, sin dudas.

¿Por qué?

Porque este grupo se unió como nunca, se mancomunó en un objetivo en común y todos se alinearon. Incluso hasta el último en llegar, Darío Cvitanich entendió esto y se adaptó perfectamente al grupo. Sin siquiera conocerlos, se nota, se ve, está más que claro, que la relación entre ellos es magnífica. Los vivos de Instagram, los chistes en las demás redes, las conferencias de prensa y hasta las entrevistas post partidos, demuestran esto.

Porque se bancaron muchas lesiones sin bajar el nivel con el reemplazo, empezando por el arquero: Gabriel Arias. Se rompió la mano, en su mejor momento, y tuvo que entrar Javi García en 7 partidos. Fueron muchos partidos y sin embargo sólo le hicieron 4 goles. Es más, el arco académico es el menos vencido del certamen. Después se sumaron las lesiones de Donatti donde lo reemplazó Orban en gran nivel. Y después está Nery Domínguez que de central o de 5, reemplazó a Donatti y a Marcelo Díaz sin problemas. Soto, muy resistido a veces, entró muy bien este torneo. Y arriba Cvitanich entró con todo y le sacó el puesto a Cristaldo que lo venía haciendo muy bien.

Porque el entrenador siempre mantuvo la idea, a pesar de todo y contra todos. Desde el primer día trató de hacer que su equipo “se identificara” con la gente. Y eso hizo y hace. Va al frente siempre, sufre y lo vive como un hincha más, termina los partidos afónico como cualquiera de los allí presentes. Pero lo importante es la honestidad. El “va a jugar el que mejor está” lo cumple a la perfección. Y eso eleva el nivel de la competencia y, por consecuencia, eleva el nivel del equipo.

Porque los dirigentes se han puesto los pantalones largos. Porque había que mantener a los jugadores e, incluso, reforzar el plantel lo mejor posible. Y en eso, cayó Darío Cvitanich. Han entendido que lo más importante es Racing y no los egos. La Secretaría trabaja en silencio, el presidente dice lo que siente, los demás dirigentes acompañan con acciones y la política cada vez se vuelve más interesante. El debate cada vez se vuelve más interesante ¿O no recuerdan cuando la pelea era por plata o por agredir al otro? Hoy se debate sobre infraestructura, mejora en otras competencias y demás temas. Eso también enriquece al club.

Porque los jugadores han superado adversidades. El tema de Ricardo Centurión, en plena competencia, peleando el campeonato, puede voltear a cualquier equipo. Sin embargo el grupo supo asumir la responsabilidad de seguir y ponerle el pecho a la situación. El abrazo a Coudet por parte de Lisandro López fue el cierre de las dudas: Están todos tirando para el mismo lado. Unificar el mensaje no es fácil, y más en momentos claves de un campeonato.

Porque tiene en el equipo al jugador con más ganas de salir campeón. El “Licha” está detrás de su sueño. En silencio se mata por la camiseta, en cada partido deja el alma sin molestar a nadie. Sólo quiere levantar una copa con la camiseta que lo vio nacer. Ese esfuerzo, ese sacrificio, es todo un mensaje para el resto de sus compañeros. Y se nota en la cancha. Sus compañeros remarcan seguido que “se entrena como una bestia”. Eso es Lisandro, el emblema, el alma, de este equipo.

Porque la gente acompaña siempre, pero siempre. No hay mucho para agregar. Pero la gente de Racing se bancó de todo, muchas malas. Pero siempre estuvo este campeonato, de local y cuando pudo ir de visitante. La gente canta, festeja, sufre y está ansiosa como los protagonistas. Acompañan haciéndose socia o como pueden. Siempre están. Y merecen un festejo.

 

Y así se puede seguir enumerando razones por las cuales Racing merece festejar. Hace mucho que se están haciendo las cosas bien. Ahora habrá que coronarlo. Sin dudas este es el camino, Academia. Porque algo está muy claro: Merecemos ser felices, viejo.

Fede Dotti
Por Federico Dotti

Racing Club – El Primer Grande
www.elprimergrande.com

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