Racing Club El Primer Grande

Los colaboradores

Diego Cocca presenta a su grupo de trabajo, una de las claves de este momento a tiro de la punta del torneo; "Tratamos de hacer un equipo que sale convencido a ganar".

"Estamos generando una mística" dijo Cocca.

El agua acumulada sobre el techo de acrílico del banco de suplentes local se reduce a un chorrito que cae sobre una botellita de plástico, con el consecuente sonido incesante. Llueve. Poquito, pero llueve. Unos teros brincan en el círculo central. El cielo está encapotado y, en la tierra, el campo se siente blando. Allá en la esquina, por donde el equipo sale en cada partido, se asoman tímidamente todos los colaboradores directos de Diego Cocca. El último en aparecer, justamente, es el entrenador.

Dominan el ambiente el silencio, la quietud, el sosiego, el particular aroma a pasto mojado. Las gradas, vacías, descansan. Se cargan de energías. Se preparan para lo que será un escenario inolvidable, repleto de hinchas (unos 45.000) que le ofrecerán a la atmósfera un clima de euforia similar al que se respiraba en 2001. Es mediodía. En la mitad de la cancha, la oficial, los siete integrantes del cuerpo técnico se acomodan para la sesión de fotos, recién terminada la práctica

La imagen resume todo: Cocca adelante y, detrás, el sostén de un grupo que juega a un toque, que se conoce de taquito, que funciona como un todo a partir de roles aceitados, entrelazados, con los detalles atendidos. Son los hacedores de un equipo que pelea seriamente por el título. Del que mañana irá por un triunfo que le permita dar un paso más hacia la gloria. “Seguimos aprendiendo de nosotros mismos y del entorno. Esta experiencia nos enriquece. A esto le dedicamos años de charlas, de pensar, de decirnos las cosas que estaban bien y mal. Nuestra autocrítica fue clave. Es una montaña que crece. Y hoy se ven muchas más cosas positivas que negativas. Cuando llegamos a Racing, era al revés…”, dice Cocca, orgulloso.

Su principal ladero es Javier Bustos: “Trabajo con él desde el minuto uno en la CAI (2007). Nos fuimos haciendo juntos. El Profe y el técnico son los pilares fundamentales de un equipo, tienen que estar en la misma sintonía. Quiero que el equipo esté preparado para lo que necesito. Entendimos el mensaje desde el primer día. Nos miramos y ya sabemos lo que vamos a hacer”. Las pautas están claras en el reparto de funciones como en todo cuerpo técnico. Aunque el DT exalta un sello. “Lo diferente de este grupo -explica- es que nos ayudamos entre todos, no cumplimos nada más nuestro rol. Si uno ve algo que excede su tarea, lo indica. Yo escucho a todos”.

La metodología de este cuerpo técnico se basa en tareas integrales, incluso con el espacio psicológico a cargo de Gustavo Goñi. “Los jugadores están creciendo mucho en lo mental. Estamos contentos, entró en un plantel que se apoya mucho en él. La idea es que los jugadores se le acerquen, nosotros no imponemos. Ahora intentamos reforzar lo psicológico por el partido importante que se viene. Al plantel le damos todas las armas técnicas, físicas y tácticas y mentales”. En los últimos partidos Racing no jugó bien. Sin embargo, en líneas generales, Cocca le imprimió a Racing una ambición que no tuvo en la temporada pasada. Es su principal motivo de satisfacción. “Le dimos identidad a un equipo convencido de salir a ganar. Eso brinda muchas cosas. Entre ellas, generamos mística. Es un engranaje, una bola de nieve que nos tiene expectantes”, cierra.

YO DIGO

Javier Bustos (profe del plantel): «Hay que tener sensibilidad»

«Lo importante en esta etapa del torneo es tener sensibilidad para interpretar lo que cada jugador necesita. Nosotros no disociamos la parte física de la técnica. Es integrado. Lo que hacemos siempre es priorizar la pelota. No nos sirve de nada que un jugador corra 100 metros a una velocidad espectacular y que, después, no resuelva una jugada con eficacia. Lo que más nos interesa es la toma de decisiones y la buena terminación.

En este momento apuntamos a manejar la ansiedad. En otra etapa, tal vez, necesitás otra cosa. Si el jugador tiene alta la adrenalina, se la tenés que bajar. ¿Nuestro trabajo es físico? Sí. ¿Técnico? Sí. ¿Táctico? Sí. ¿Psicológico? También. Yo creo en la preparación física del futbolista, no en la preparación física en general. Si priorizás que el equipo trate bien la pelota, tenés que darle herramientas para eso. Si no, te contradecís. Ahora el grupo debe disfrutar de este momento. Me saco el sombrero con muchos jugadores. ¿Están ansiosos? Sí. ¿Preocupados? También. Es lógico.

Es un plantel que siempre pide más trabajo. Milito, Saja, Lollo, Aued, Videla… Son jugadores que transmiten. Y yo debo ver cómo los cuerpos hablan desde lo que indican. En cuanto al cuerpo técnico, nos peleamos en el buen sentido porque cada uno quiere más espacio. Nunca nos peleamos por hacer menos. Es clave».

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Fuente: Olé

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