La Academia no detiene su marcha ganadora, pero esta vez sufrió más de la cuenta para conseguir su victoria número 10 de manera consecutiva. Hay cosas para remarcar.
Racing viene dulce, puntero en Liga y Copa, invicto hacía 9 partidos, llegó a Entre Ríos decidido a conseguir el triunfo número 10. Se consiguió, es verdad, pero muy lejos del nivel mostrado hasta el partido anterior.
Es que Racing llenó de “suplentes” para enfrentar a Patronato y eso se sintió. El Primer Grande no jugó un buen partido y terminó sufriendo. Porque no pudo jugar como habitualmente hace. Lo salvó la diferencia de jerarquía individual.
Un triunfo importante para seguir en la cima, pero que deja en claro que algunos jugadores no tienen el mismo nivel que lo titulares.
Acá vale la pena remarcar lo menos destacado y lo más positivo.
Sin dudas que seguir sumando de a 3, aunque sea jugando mal, es más que importante. Para mantener el envión y para ganar en confianza. Esta vez se sufrió por demás y hasta se obtuvo demasiado premio
El resultado sirve para seguir escribiendo la historia de Racing en el profesionalismo. Lo mejor del 3 a 2 es seguir por la senda del triunfo.
Lo de Domínguez ya es un clásico. Esta vez, tuvo dos pases largos “exquisitos” para Correa que definió de manera magistral. Una especialidad de Nery que merecía estar en este podio.
No solo los defensores tuvieron una jornada floja (por ejemplo, Pillud y Mena) sino que todo el equipo sufrió en el retroceso y en la marca cuando el rival atacaba. El mediocampo tuvo poca marca y eso se sintió.
El 10 no logra engancharse en la sintonía del equipo. No estuvo preciso con la pelota y, lo más llamativo, no participó del juego. Parece costarle encontrar su lugar en el equipo. El gol es anecdótico.
Simplemente se ubica en este lugar por el error en el segundo gol de Patronato. Un error inentendible para un jugador de tanta jerarquía.
Por Federico Dotti
Racing Club – El Primer Grande
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