Racing Club El Primer Grande

Las patas de la mentira

Racing vivió horas convulsionadas. Las palabras de Víctor Blanco primero, las de Ricardo Centurión después y el cierre del día con la declaración de Coudet no hicieron más que confundir al hincha. Contrapuntos muy marcados y un solo perdedor: Racing Club.

Fue el día del disparate de las frases contradictorias.
Fue el día del disparate de las frases contradictorias.

El tema tiene nombre y apellido: Ricardo Adrián Centurión. Pero todo lo que siguió después tiene muchas aristas que terminan mezclando y confundiendo todo. Si el jugador estaba o no en condiciones de entrenar el famoso sábado es la cuestión para muchos.

Precisamente por eso todo se transformó. En un mismo día aparecieron 3 voces protagonistas diciendo 3 cosas distintas. ¿Quién miente? ¿Quién está equivocado?

Al mediodía Víctor Blanco abrió este perverso juego con una frase contundente: “Para rendir a pleno debe estar al 100%, porque eso fue lo que nos llevó a buscarlo. Centurión debe cumplir las obligaciones que le corresponden, como todo jugador de Racing. Si tomás o te acostás tarde, al otro día no rendís. Él es un profesional y tiene obligaciones que cumplir. Debe cuidar su vida privada.”

Y boom. Las esquirlas de la explosión calaron hondo en un plantel que aún estaba aterrizando en Aeroparque. Y la respuesta no tardó en llegar de la boca del protagonista.

Centurión alzó la voz diciendo: “Me sorprende que el presidente salga a decir algo de mí, que no me lo diga a mí. Ya soy grande, me gustaría que manejaran las cosas cara a cara.”

La paz era una palabra que ya no existía en el seno del grupo. Este “ida y vuelta” tan grotesco como absurdo, ya era de público conocimiento y todos hablaban de lo mismo.

Para rematarlo, habló el entrenador, el tercero en discordia: «Centurión no fue titular porque había otros compañeros que creí que estaban mejor. A Centurión hice todo lo posible para traerlo y lo volvería a contratar cien veces más. Que lo tengan claro todos. De ahí en más, no sé qué buscamos».

¿Y Ahora?

Existe un hecho que es negado por el protagonista, exagerado por el presidente y minimizado por el entrenador.

Todo esto es muy fuerte para ser la primera fecha de la Superliga y a menos dos semanas para la revancha por Copa Libertadores con River. O sea, un momento crucial.

Esta delicada situación no hace más que exponer una fragilidad institucional que llega para quebrar un momento donde el grupo aún está terminando de buscar una identidad. Golpea directo en la confianza del equipo.

Y no hay que buscar razones o motivos para discutir, pelear y saber quién tiene razón. Eso es perder el tiempo. Si uno habló de más u otro niega lo innegable no debe ser causa común.

Acá hay un gran perjudicado y es Racing Club. ¿Por culpa de Centurión? ¿De Blanco? ¿ De Coudet?.

En parte sí.

Porque a cualquier plantel le puede pasar algo así o rumores, peleas, cosas malas. Lo que no debe hacerse es “sacar los trapitos al sol”.

Entonces ¿No era mejor resolver este asunto puertas para adentro? Para qué agregar público deseoso de ver lío y periodistas agazapados oliendo sangre. Y de nada sirve si el hecho existió o no. Ahora es lo de menos. Pero si nadie hablaba, insisto, nadie, decía una palabra no salía para afuera la porquería que salió. Independientemente de quién miente, ya sea Centu, Chacho o Víctor.

Racing está por encima de todos ellos. Y, de alguna vez por todas, hay que aprender a manejar los conflictos para que  el menos perjudicado sea Racing. No como hasta ahora que es al revés.

Si se quiere dar un verdadero salto, hay que aprender a caminar primero. Y estas cosas solo sirven para dar pasos para atrás.

Por: Federico Dotti

Racing Club – El Primer Grande
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