Racing Club El Primer Grande

Las palabras de los campeones del mundo

El Primer Grande recopiló algunas declaraciones de 3 protagonistas con el fin de conocer más la intimidad del equipo campeón del mundo 1967.

Todos remarcan la diferencia física que hacía el equipo de José
Todos remarcan la diferencia física que hacía el equipo de José

El Bocha Maschio manejó lo hilos del Equipo de José. Estuvo en el Centenario definiendo contra el Celtic a ver quién se quedaba con la copa del Mundo. El experimentado volante cuenta lo que era ése equipo y la coronación. Además, recopilamos algunas respuestas más del entrenador Juan José Pizzutti y, el ya fallecido, Mario Agustín Cejas, arquero del campeón del mundo.

 ¿Es verdad que el equipo de José, primero se formó para pelear el descenso?

Efectivamente se formó para salvarse del descenso porque hasta la llegada de José Pizzuti la situación no era buena. Pero José se la jugó por muchos pibes, que después demostraron tener una personalidad bárbara, más la llegada de algunos más grandes, como yo, se terminó de conformar un gran equipo. (Maschio)

 ¿Cuál era la clave del equipo de José? Por empezar, el estado físico. El profe Ojeda nunca había pateado una pelota, pero introdujo cosas de Alemania y ese Racing te mataba físicamente. Después, íbamos siempre al frente. Teníamos 3 o 4 que jugaban bien: el Yaya, yo, Martinolli le pegaba como los dioses, el Chango se desmarcaba; Rulli y Mori eran los trabajadores del medio, y los de abajo subían de a dos por vez. En los centros iban todos y quedaba Perfumo. Pizzuti cambió las posiciones de varios. Y todos los días nos hablaba media hora: de fútbol, de la vida, de todo menos de los rivales. (Maschio)

¿Cuáles fueron más duras: las finales de la Libertadores o las de la Intercontinental? El Celtic jugaba muy bien. Allá casi nos golean, acá ganamos y en Montevideo fue el más difícil: nos pegamos un montón, expulsaron a Rulli y a Basile. Con Nacional empatamos acá y nos dieron por boleta, porque allá eran imbatibles, pero aguantamos el 0-0. Nos agarraban del pelo, había cabezazos, codazos; el árbitro y los linesman no veían nada, era un ´viva la pepa´. Pizzuti llevó 40 fotógrafos truchos, eran boxeadores amateurs que nos cuidaban en el hotel y en el estadio. José estaba en todas. (Cejas) Ustedes también pegaban. Racing era fuerte pero no tenía mala intención. Bueno, Perfumo tenía lo suyo, en realidad. De Perú, una vez, tuvimos que salir en un camión del ejército; nos querían linchar porque Roberto había matado a uno. (Maschio)

 ¿Es verdad que se decía en ésa época que usted no corría mucho?

Es que yo ponía el cerebro y ellos corrían. Corríamos todos, aunque en mi caso no tanto porque era un poquito más grande que el resto de mis compañeros. (Maschio)

¿Qué Copa se festejó más?

La Intercontinental, porque fuimos los primeros en conseguirla para el país. (Maschio)

¿En qué lugar de la historia ubica a ese Racing?

Entre los cinco mejores con La Máquina de River, el Independiente de Erico. (Maschio)

El «equipo de José» tuvo una racha de 39 partidos sin perder. ¿Cómo se entrena a un equipo para obtener semejante logro?

Eso depende principalmente del jugador. Va ganando partidos, 1,2 y al 5 ya se siente el rey del mundo adentro de la cancha. Pero lo principal que se necesita es tener un buen trabajo en equipo que se entiendan, se conozcan, como pasó en el equipo campeón del mundo.(Pizzuti)

 En Montevideo eran visitantes en serio…

-Teníamos a todos los uruguayos en contra, pero ya lo sabíamos. El equipo ya había pasado muchísimas situaciones de adversidad anteriormente y había respondido. Para ese grupo era lo mismo jugar acá o en la China, porque tenía una gran confianza en lo que podía dar (Pizzuti).

-Fue bravo. Y eso que nosotros teníamos a Chabay, que es uruguayo, y así y todo, todo el Centenario estaba en contra, salvo por los hinchas de Racing que fueron, que eran muchos. Pero la bancamos, jugamos tranquilos. Peor fue el partido con Nacional, en el que nos agarraban de los pelos, nos escupían… Hacían todo lo que se les ocurría ante un árbitro muy permisivo (Cejas).

¿En aquella época se jugaba por la camiseta?

-Nosotros teníamos un estadio para entrenarnos, y un lugar de reunión diario, la casa de Tita… Uno iba amando al club, al vestuario, a la camiseta. Ahora todo eso no existe. No es casualidad, por ejemplo, que un club como River salga campeón de todo, porque es un modelo de cómo se debe tratar a los más chicos. Creo que si hoy se les pregunta a los pibes si quieren ir a jugar a Racing, dicen que no, y antes era un orgullo poder hacerlo (Cejas).

-Yo sostengo que desde que el fútbol empezó a ser profesional, la camiseta quedó un poco relegada. Si a uno hoy se le ocurre traer a Ronaldo o a Batistuta no puede pensar que van a jugar por amor a la camiseta. Hoy, el aspecto económico prevalece por sobre todo (Pizzuti).

¿Qué significó Pizzuti para el grupo?

-José fue el artífice de todo lo que logramos. No sólo porque supo ubicar a los más jóvenes en su lugar justo, sino también por imponer una disciplina que en ese tiempo era muy importante. Era un hombre muy severo y coherente, que no se casaba con nadie. Con decirte que yo era amigo de él desde antes de irme a Italia, y no nos tuteábamos. Y si me tenía que castigar, lo hacía como con cualquier otro (Cejas).

Por: Federico Dotti

Racing Club – El Primer Grande
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