Racing Club El Primer Grande

Lamentó el errado

Pese a su nuevo hat-trick, Bou no se perdona haber fallado una chance clara: “En otra instancia, esa falla podemos pagarla cara. Ya pedí disculpas”, reveló.

"Me quedé pensando más en el gol errado que en los tres que hice" dijo Bou. (foto: Olé)

Martina juega en el vientre de mamá. Todavía no nació, pero su papá la acaricia a cada rato… “Mientras hacemos la nota, le estoy tocando la panza a mi señora y siento cómo se mueve la nena. Estoy ansioso esperando que nazca”, cuenta Gustavo Bou . En su nueva casa de Puerto Madero, el dueño de seis goles con dos tripletas en la Libertadores, se conmueve cuando habla de su futura hija, que aguarda para el 20 de marzo.

Cuenta que su mujer ya tiene armada una carpeta para mostrarle a la niña quién es su padre. Y su padre, además, planea inculcarle la misma humildad que le transmitieron a él, el mismo sentido del sacrificio con que superó adversidades en el fútbol y en la vida. Esa que le llevó a su madre y estuvo a punto de alejarlo de la pelota por tanto dolor: “Mi viejo y todos los que me conocen siempre me dicen que están orgullosos de mi humildad. Con eso se llega hasta donde uno no se puede imaginar”.

-¿Hay alguna explicación a tu gran momento?

-Tiene que ver con la confianza que fui incrementando. A medida que fui conviertiendo, eso se agrandó. También destaco a mis compañeros, que me hacen sentir importante.

-Fallaste un mano a mano por querer picarla, pero no te bajoneaste y después hiciste dos goles más. ¿Es clave tu fortaleza mental?

-Es fundamental no caerse. Pero apenas erré, me puse muy mal. Me había mandado una cagada… Venían dos compañeros solos para recibir: Lollo y Diego (Milito). Levanté la vista para verlos y, cuando ya tenía al arquero de frente, no hice una cosa ni la otra. No fue remate al arco, no fue un pase ni la pude picar. Me nublé. Sé que eso no tiene que volver a pasarme. Dudé, eso es lo peor que le puede ocurrir a un jugador. Me lamenté, aunque con el correr de los minutos fui retomando la confianza.

-¿Sentiste vergüenza tras esa definición?

-Sí, lo sentí. ‘Nooo, ¡¿qué hice?!”, pensé. Si pateaba decidido y me la atajaba el arquero, quedaba como egoísta. Pero ni siquiera eso. No supe qué hacer, me da bronca. Me quedé pensando más en el gol errado que en los tres que hice. Fue una jugada muy deficiente, tal vez hasta pareció que quise cancherear. Les pedí disculpas a mis compañeros, sé que a ese error en otras instancias lo podemos pagar caro. Por suerte vinieron los otros dos goles.

-¿La perseverancia es una de tus virtudes?

-Hay que tenerla en el fútbol y en la vida. En los dos casos te pasan cosas lindas, malas y muy malas. Trato de tener las ideas claras adentro y afuera de la cancha. Siempre con hambre, esté bien o mal.

-¿Qué ves cuando mirás hacia atrás?

-Ahora, miro hacia adelante. Pienso en mi familia, en mi señora, en mi hija que está en camino… Es lo que me da fuerzas para seguir adelante. Disfruto de este momento, quienes me conocen saben muy bien todo lo que me costó estar así en lo personal. Me hace muy feliz que la gente que me quiere disfrute tanto de esto que me toca vivir.

-¿Qué aspectos mejoraste en tu juego desde River a esta parte?

-Muchos. Sobre todo, en los movimientos, en pensar un par de segundos más antes de definir, en buscar los espacios. Antes era muy despelotado de mitad de cancha hacia arriba. Cuando llegué a Racing, Cocca me pidió que jugara cerca de Milito. En el pasado era más de ir por afuera y mandar el centro, ahora cambié eso.

-¿Qué es Racing?

-El lugar donde pude cumplir muchos sueños, y seguido. Estoy contento, siempre agradecido al club que me abrió las puertas para demostrar que puedo jugar en un grande.

-¿Con Milito juegan de memoria? ¿Es más fácil todo con él al lado?

-Por ahí es más sencillo, pero debo estar muy concentrado. Por más que él haga las cosas fáciles, si yo no estoy atento se puede complicar. También me entiendo bastante bien con Brian (Fernández), ya sabemos los movimientos que debemos hacer, dónde nos paramos cada uno.

-En Racing creen que en junio llegarán ofertas por vos. ¿Ya te imaginás en Europa a mitad de año?

-Me gustaría, como a cualquiera. Pero no quiero pensar en el futuro, me quedó en el presente, con ganas de seguir laburando para mejorar lo que sea. Nunca bajaré los brazos.

-Todo el Cilindro coreó tu nombre el martes. ¿Te vas sintiendo ídolo?

-Nooo, esa palabra es muy fuerte. La dejo para Diego (Milito) y Seba (Saja). Es muy lindo que todo el estadio te ovacione. Es una alegría inmensa salir de una cancha de esa manera. Me emocionan esas cosas.

-¿Es difícil no marearse en un momento así?

-Para mí no. Porque tengo las ideas claras. Hoy parece todo color de rosas y hace un par de meses era todo al revés. Mantengo los pies sobre la tierra. No me creí el peor del mundo ni ahora me creo el mejor. En el fútbol son más los malos que los buenos momentos y siempre tuve con la humildad que me inculcó la familia desde chico.

-¿Y la Selección?

-Es un sueño. Estuve en la Sub 15 y Sub 17… Siempre pensé en la Mayor. Ahora no quiero desviarme de Racing. Y aclaro: si hice tantos goles, es por el buen trabajo de mis compañeros. Les agradezco.

-¿Lo ves para campeón a Racing en la Copa?

-Hay que ir despacio… Es difícil, jugamos los mejores de cada país. Hicimos dos partidos muy buenos, con muchos goles. Pero vayamos de a poco, mejor.

Fuente: Olé

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