Con la sensación de ser altamente vulnerable

Racing “zafó” de lo que hubiera sido una dura derrota y un papelón ante Talleres gracias a que Ibargüen que se transformó en bombero. Se vienen dos clásicos, ante el invicto Boca y después el que todos queremos ganar.

La eliminación de la Copa Sudamericana dejó un dolor que es necesario superar partido tras partido. En una fecha emotiva, con un festejo donde las glorias racinguistas tuvieron su merecido homenaje a los campeones mundiales del año 1967, Racing no encontró la levantada.

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Pasando a lo futbolístico, La Academia tuvo su respectivo encuentro con Talleres, en un partido, que si hablamos de merecimientos, la T tendría que haberse llevado los 3 puntos de Cilindro. Aunque a muchos nos duela, Racing no ha mejorado en el juego, ni siquiera se contagió del emotivo homenaje que hubo en la previa.  Pero he aquí estimado lector que no hablo de las individualidades solamente, sino del funcionamiento como equipo. Como pude escribir en el artículo anterior, la deuda con el juego continúa.

Pero si hablamos de individualidades, hubo rendimientos que fueron pésimos dentro del campo de juego. Silbatinas que reprocharon los rendimientos a jugadores como Solari o Marcelo Meli, fueron un mensaje en medio del partido. Una defensa que es insegura y no da síntomas de mejoras genera enojos en los espectadores.

Comenzó Racing tratando de arrinconar al rival, con empuje, pero luego todo fue cambiando.

Un Racing con más confusiones que aciertos, sin claridad y que se diluía en intentos. Pero Talleres hizo su juego, no hay quitarle mérito al rival, el cual hizo un muy buen partido y tuvo las más claras, y si no fuera por la buena actuación de Musso, hubiéramos lamentado otra derrota.

Otro punto.

Ibargüen demostró actitud y las ganas de buscar el arco, apilaba a algunos, pero no encontraba socio directo. Como será que inclusive el gol fue todo por mérito suyo, corrida desde la mitad de la cancha y fierrazo. Y cuando llegó el gol de Ibargüen Racing recibió un envión anímico que duró poco, el tanto fue a los 20´ minutos. Cocca movió el banco, lo metió a Oroz a los 32´y a los 37´ ya estaba fuera del terreno de juego debido a una dura falta sobre un jugador de Talleres.

Los que esperábamos que el ex Chacharita enlace el medio con los delantero nos quedamos con las ganas.

Si con 11 las cosas costaban, con 10 el panorama pintaba bastante fulero. Quizás el joven pague caro su error de cara al futuro, si bien Diego Cocca no lo tiene en las consideraciones principales, se verá que será de Nico dentro de este plantel.

Pero no es que le eche la culpa a Oroz por el desenlace del partido, esto va más allá. Cocca dijo que la idea no está siendo encontrada, que cuesta, que es difícil, que  hay que buscar lavarle la cara a esto. “Estoy tranquilo, Seguiremos trabajando para mejorar un montón de cosas que faltan”, expresó el entrenador. Pero la impaciencia gana a muchos en las tribunas y es entendible. Entendible porque muchas inversiones monetarias no se justifican dentro de la cancha, porque con 8 fechas jugadas el campeonato sería cosa de milagros, porque las cosas no se dieron dentro de la Sudamericana y el rumbo futbolístico no se encontró aún, porque hay jugadores que no están al nivel y no envían un centro dignamente…y así podríamos nombrar todas las flaquezas de este equipo.

Por Facundo Sandoval

Racing Club – El Primer Grande

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