Racing Club El Primer Grande

La revolución 2014 desde adentro

Luciano Aued charló con nuestro colega Matías Petrone en su Instagram y salió una hermosa nota. Contó cómo fue su llegada a un Racing caótico y la importancia de Sebastián Saja y Milito. Todo el 2014 desde adentro.

"Con la llegada de Milito, más la presencia de Saja, empezó a cambiar todo" dijo el Luli.

En una increíble charla, Luciano Aued y Matías Petrone charlaron más de una hora en un intercambio de frases, conceptos y vivencias imperdibles. Desde la actualidad en Chile con el Coronavirus, pasando por su club, sus inicios y, lo más interesante, lo vivido en el 2014.

Porque la historia del “Luli” con Racing no arrancó para nada bien, porque el club era un caos y el ex Gimnasia no jugaba nunca.

Desde este rincón sugerimos ver la nota entera en el Instagram de Mati Petrone porque es imperdible.

Pero acá contaremos la historia del comienzo de Aued en Racing y cómo se fue transformando hasta mutar en el “Racing Positivo” que coronó con un título.

Todo contado con la mirada del protagonista, que estaba en un vestuario sentado al lado de Saja y Milito. Nada más ni nada menos.

Una historia que empezó con un taco. “Siempre me lo recuerdan, hace poco Víctor Blanco había dicho que eso había sido el paradigma que cambió todo y es algo muy fuerte. Le agradecí inmediatamente”.

Acá va un resumen de los temas referidos a ése 2014 glorioso que arrancó lleno de espinas.

 

Su llegada a Racing y su cabeza que no estaba en Avellaneda

«Yo llego en el 2011 a Racing, después de un descenso con Gimnasia, que es el club que soy hincha y el club que me formó. Eso fue un mazazo tremendo que  hizo replantearme si quería seguir jugando al fútbol. No quería salir de mi casa. Con ese contexto llego a Racing, que tenía una exigencias enormes y en ese momento mi cabeza estaba mal. Me costó mucho. Estaba el Cholo Simeone de DT. Alterné bastante».

 

La lesión que casi lo aleja del fútbol en 2012

«Tuve una lesión importante en la rodilla, que duró ocho meses, el médico me dijo que tenía que abrir la rodilla y ver qué tenía porque parecía que no iba a curarme nunca más. No me podía asegurar que iba a volver a jugar. Todo eso era durísimo para mí. Por suerte salió todo bien y volví a jugar. Me operó el médico Batista».

 

Volver a jugar. Arrancar en Racing

«Mostaza me dio confianza y me empezó a dar la oportunidad de jugar. Por suerte a partir de ahí pude cambiar mi imagen porque era entendible que la gente no esté contenta conmigo porque querían que el refuerzo juegue y yo no podía.

Soy un poco cabeza dura y los desafíos me encantan. Asique dije que yo no me iba a ir de Racing con esta imagen. Quería, al menos jugar, para que me evalúen. No podía irme tan mal. Empecé a jugar, me costó mucho trabajo y además mis compañeros me ayudaron muchísimo. Jugadores como Saja, Pelletieri, Lugüercio, Hauche, Cerro, siempre estuvieron ahí conmigo». 

 

El momento más oscuro

«A finales del 2013 a pasamos mal. Nosotros llegábamos al club y se había ido el técnico, no teníamos presidente porque se habían peleado entre ellos y Víctor asumió de emergencia. Era muy difícil, entrenábamos y nos insultaban, nos resistían. Blanco se hizo cargo de una situación realmente compleja».

 

El comienzo de la Transformación

«A partir de su asunción de Blanco se empezó a ordenar un poco las cosas. Fue clave tener un capitán como Saja que era verdaderamente inquebrantable. Más allá de todo, siempre nos trataba de mantener unidos. Después llegó Diego Milito y se provocó un cambio. Porque él venía de Europa, con toda su experiencia y la volcó al club. En ese momento, él aportó de todos lados. Incluso antes de llegar, fue planeando todo para cambiar la mentalidad del club. Se empezó a gestar el cambio, en creer que podíamos, en que nos hagamos partícipes del club. Todo eso hizo generar el Racing Positivo».

 

La llegada de Diego Milito desde adentro

«A mí me tocó vivirlo desde el primer día porque yo usaba la camiseta número 22. Con su humildad se me acercó y me preguntó si no era importante ése número si se lo podía dar porque para Diego era más que importante. Él quería bajarnos muchas cosas al plantel. Con solo escucharlo te dabas cuenta que él estaba planeando el regreso hace rato. Nosotros no creíamos que vendría porque estábamos mal futbolísticamente, casi sin presidente pero que venga como primer refuerzo y se ponga delante de todos, nos marcó algo.

Diego fue creando todo desde el primer día, se unió a un líder como Saja que se había bancado todas. Encontró en Sebastián una persona que siempre iba a estar al pie del cañón. Esas dos cabezas eran increíbles, nosotros solamente teníamos que jugar que de todo lo demás se encargaban ellos.  Me marcó el día que nos juntaron a todos y Sebastián le entregó la cinta de capitán a Diego. Porque, hasta ese momento, Saja era nuestro capitán más que merecido. La capacidad del Chino para ayudar desde cualquier lugar lo hacen realmente un distinto. Esa mañana nos mandaron un mensaje claro de que debíamos colocarnos detrás de Milito para lograr grandes cosas».

 

El accidentado comienzo al título 2014

«Se hizo muy difícil al principio. Con Lanús perdimos 3 a 1, no nos cobran un penal y nos complicamos mal. Habíamos arrancado bien pero nos costó porque era un grupo nuevo con un entrenador nuevo. Pero las exigencias de Racing solicitaban que respondamos rápido. Después de esa derrota vino la suspensión con Boca perdiendo, quedar eliminados con Argentinos Juniors por Copa Argentina y todo era malo».

 

La reunión de vestuario más dura del 2014

«Después de la eliminación con Argentinos por Copa Argentina, nos juntamos todo el plantel y nos dijimos muchas cosas. Cada uno podía opinar y decir lo que quería. Obviamente que Saja y Milito tomaron la posta y nos marcaron el rumbo. Ellos fueron claros: ´El que no está comprometido ya sabe lo que tiene que hacer´. Esa charla fue muy fuerte. Sabíamos que con Boca, era vital dar vuelta el partido porque si no se iba el entrenador.  Ganamos en la Bombonera y nos empezamos a acomodar».

 

La resurrección según Luli

«Después de ahí llegó el empate con Olimpo con un mensaje claro de los capitanes que era que no debíamos mirar más la tabla de posiciones. Quedaban 8 partidos por delante. En el vestuario de Olimpo Diego nos dijo que si ganábamos los partidos que quedaban íbamos a ser campeones. Pero que no miremos la tabla. A partir de allí nos preocupábamos solo del partido siguiente y nos fue bien».

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Sebastián Saja

«Con Seba íbamos a entrenar juntos casi todos los días. Siempre me aconsejaba de buena manera. Hay cosas que me marcaron de él. En los momentos complicados en el club, él era el único que se la bancaba dentro de la cancha. Le pateaban muchísimo y atajaba todas. Hasta nos hacía los goles de penal. Nunca quiso salvarse solo, siempre pensó en el grupo. Estaba predispuesto a ayudar a todos por igual. Yo, cuando ni jugaba, Sebastián se preocupaba por mí, por saber si estaba cobrando, si necesitaba algo. Todo eso son cosas que hacen que, en la cancha, le tengas que responder. Ni hablar de las arengas antes de salir a la cancha, te querías comer el mundo. A veces hasta te hacía llorar. Sin dudas es el compañero que más buena onda pegamos, desde el 2011 que llegamos al club que estuvimos juntos. Más allá del fútbol, el Chino me enseñó de todo sobre la vida, de charlas con dirigentes. Sin dudas es el jugador que más me marcó».   

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La renovación en 2015. El gesto de Luli.

«Renové faltando dos días para vencer el contrato. En junio se terminaba y nosotros estábamos en un momento espectacular, el equipo estaba bárbaro y me sentía muy cómodo. Fui muy feliz en Racing y era difícil irme mal de un club que se brindó tanto por mí. El vínculo estaba casi vencido cuando jugamos con Vélez, ganamos 3 a 1 y la gente me hizo saber que querían que me quede pero la decisión de quedarme ya la tenía. Lo charlamos con Víctor Blanco y lo arreglamos rápido. No quería escuchar nada que no sea de Racing».

Fede Dotti
Por Federico Dotti

Racing Club – El Primer Grande
www.elprimergrande.com

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