Racing Club El Primer Grande

La columna defensiva

Una entrevista a Luciano Lollo, la columna defensiva del campeón.

Lollo y su futuro incierto.

Se adaptó más rápido de lo que esperaba. En la primera nota con Clarín, Luciano Lollo (27) había explicado que en Racing se tenía que «acostumbrar a otra cosa». Esa otra cosa era jugar más adelantado y, por momentos, mano a mano con los delanteros. En la fiesta del campeonato, en el centro de ese Cilindro que hervía de felicidad, el cordobés fue uno de los más ovacionados (detrás de Milito, Saja y Videla, y muy cerca de Bou). No fue casualidad: fue una de las figuras en el último partido.

En ese día histórico, Lollo tuvo dos cierres que quedarán en el recuerdo de todos los hinchas de Racing. Primero le tapó el remate a Diego Rodríguez, a los 20 minutos de la parte complementaria; después, cuando faltaban seis para el final y River le ganaba 1-0 a Quilmes, fue al piso y evitó el empate de Juan Garro en dos oportunidades. «No sé si voy a quedar en la historia por esas jugadas; el grupo entero se ganó el lugar de privilegio. Yo sólo trato de hacer mi trabajo y de cumplir. Para eso estoy. Sabíamos que había que mantener el arco en cero porque los delanteros nos garantizaron un gol en todos los partidos del torneo. Y el último no fue la excepción, por suerte», le explica Lollo a Clarín.

-¿Qué se siente al ser campeón del fútbol argentino?

-Es una alegría y el resultado de mucho trabajo. Festejar con la familia en la cancha fue especial, más emotivo. La verdad, uno nunca sabe si va a volver a vivir esto. No todos tienen la suerte de salir campeón seguido. Por eso, hay que festejar y festejar. Por ahí todavía no caemos y no somos conscientes de lo que logramos. Con el tiempo le daremos más dimensión. Aún me sorprende el afecto de la gente.

-¿Cuál fue la clave de este Racing?

-Ya lo han dicho todos y yo lo tengo que repetir: el grupo. De entrada me di cuenta de que había buena calidad humana. Hace poco que llegué al club y ya me siento integrado. Los chicos me recibieron bien y me hicieron sentir cómodo desde el primer día. Jugar con estos compañeros es un placer. Lo mismo tengo que decir de los utileros, de los médicos, del cuerpo técnico. Si el grupo está bien, alcanzar metas es más fácil.

-¿Qué podés decir de tu nivel? ¿Esperabas que te fuera tan bien?

-Tenía la expectativa, aunque sabía que venía a jugar a un club grande. He ido creciendo con el correr de los partidos. Siempre, en todos lados, trabajo para conseguir cosas importantes. En el fútbol muchas veces te toca pasar por cosas negativas y te frustrás, pero el mirar siempre para adelante, el no bajar los brazos, te lleva a superarte. La palabra «imposible» no está en mi diccionario.

Fuente: Clarín

Racing Club – El Primer Grande
www.elprimergrande.com

COMENTARIOS