Racing Club El Primer Grande

Hasta Siempre Jaimito

El sábado por la mañana, Jaime Martinoli, uno de los delanteros Campeones del Mundo en 1967, falleció tras padecer una dura enfermedad. El Primer Grande le rinde este homenaje.

El sepelio será en Aristóbulo del Valle 719 (Lavallol), el sábado de 20 a 1 y el domingo de 8 a 11.

El 5/10/1940 nació Jaime Donald Martinoli, en Esquina, provincia de Corrientes. El delantero debutó en la Primera División de Banfield en 1958 y jugó en el Taladro hasta 1965. En febrero de aquel año llevó su juego para Avellaneda, se incorporó a Racing Club. De a poco ganó un lugar en el equipo y fue una pieza clave de la delantera que obtuvo el campeonato de 1966. Jugó 36 de los 38 partidos y fue el goleador del equipo en el torneo, ¡metió dieciocho! Hizo de penal, de tiro libre y también varios con remates de larga distancia. Tenía una gran pegada, y además lo hacía con las dos piernas.

Pero además de su cuota goleadora, Martinoli se destacaba por tirar centros chanfleados con mucha precisión, ya sea a la carrera o de pelota parada. Durante aquella brillante campaña, el correntino fue figura en varios partidos. En la cuarta jornada del campeonato, Jaime se despachó con cuatro tantos para golear a Quilmes en condición de visitante. Aquel encuentro disputado el 27 de marzo finalizó 5 a 0 en favor de Racing.

En su gran informe sobre el Equipo de José, el periodista e investigador Carlos Aira, recordó que Martinoli salvó las papas cuando los de Pizzuti estuvieron a punto de perder el tan famoso invicto. El 26 de junio de 1966, por la decimoséptima fecha, La Academia caía 2 a 1 en el Cilindro ante Gimnasia y Esgrima de La Plata y encima jugaba con diez hombres, pero a tres minutos del final apareció Jaime para decretar el empate con un derechazo. Luego el goleador expresó: “Íbamos a perder el invicto. Ellos estaban jugando mejor. Hasta que Mori se la dio a Basile y Alfio me la cabeceó cuando se la pedí. La agarré justo y entró junto al palo”.

Foto: Tapa de El Gráfico tras el 3-0 a Argentinos Juniors con Martinoli como figura.

En la fecha 36, la Academia volvió a jugar ante Gimnasia, en La Plata, por la segunda rueda. El correntino no pudo ser de la partida por lesión, lo cual fue realmente una injusticia, ya que el goleador racinguista del certamen, una de las figuras del equipo, no pudo estar en el campo de juego el día de la consagración. El Lobo y la Academia igualaron sin goles y Racing gritó campeón tras cinco años.

En 1967 las lesiones lo tuvieron a maltraer, salió campeón de la Copa Libertadores, pero de los veinte partidos solo pudo estar presente en seis, marcó dos goles. En la Copa Intercontinental ante el Celtic de Escocia viajó con el plantel pero por otra lesión no pudo ingresar en ninguno de los tres enfrentamientos.

El correntino se fue de Racing en 1968 tras haber convertido 37 goles en 88 partidos. Recaló en Newell’s Old Boys de Rosario, pero a causa de una úlcera solo pudo jugar una vez. En 1970 continuó su carrera en el fútbol chileno, en Unión La Calera. Tras su paso por el país vecino fichó para Quilmes en 1971, en ese entonces el Cervecero jugaba en la Primera B y tenía en el arco a un joven Pato Fillol que estaba dando los primeros pasos en el fútbol.

Al hablar del Equipo de José, generalmente suele nombrarse a otros y no tanto a Martinoli, figuras como Basile, Perfumo, Cejas, Maschio o Cárdenas lograron mayor popularidad, pero el delantero correntino era una pieza fundamental en aquel trabajador equipo de Pizzuti, a partir de sus centros llegaron muchos de los goles que aportó la defensa con los cabezazos del Coco o el Mariscal, también suyas fueron muchas de las asistencias que recibieron el Chango o Yaya, dos de los que más marcaron en el torneo; pero a todo eso Martinoli le aportó más goles que nadie y finalizó segundo en la tabla general de goleadores y primero en la del equipo campeón. ¡Hasta siempre Jaimito!

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