“El fútbol puede ser un mensajero importante para los Derechos Humanos”

En una charla íntima, Lisandro se abre para hablar de sus fuertes pasiones: el fútbol y la pesca.

El líder y capitán de Racing volvió con un golazo frente a Vélez y en una charla íntima con El Equipo se abre para hablar de sus fuertes pasiones: el fútbol y la pesca. El mate, su pueblo natal y la lectura forjaron a un hombre sensible que tomó el brazalete que dejó Diego Milito.

Lisandro López abre la puerta de su departamento en la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires. Volvió a Racing luego de diez años en el exterior, en 2004 fue goleador y es uno de los pocos ídolos identificado con el club, de esos que escasean y que ahora asume un rol protagónico como líder de este plantel.

El color gris predomina en la casa; hay un cuadro de un rostro con colores saturados, al estilo cubista de Pablo Picasso. Al lado, una estantería repleta de mates de distintos tamaños y colores, algunos termos y un plato de madera con cuchillo y tenedor dentro de una funda camuflada, algo así como una suerte de botinero de los pescadores.

En la cocina cuelgan unos salamines de campo, ahí Lisandro cuida que el agua no hierva, algo que rara vez le pasa porque es un experto en la materia. Con la paciencia de pescador que lo caracteriza, hace un montoncito de yerba (Canarias es su preferida) sobre un costado y sobre el otro coloca la bombilla. “¿Tomás dulce o amargo?”, consulta el delantero, en otro gesto de atención que lo convierte en un anfitrión de lujo.

El hombre que ceba mate a la perfección, el mismo que faltando un minuto en el clásico de Avellaneda clavó una chilena de ensueño y que el sábado pasado fue clave en el 3 a 0 ante Vélez, habla en su tono, calmo y pensante y que desnuda sus raíces arraigadas en el pueblo.

-¿De las ciudades en las que viviste, con cuáles encontraste más similitudes con tu Rafael Obligado?

-Similitudes ninguna porque Obligado es muy pero muy chiquito, es casi un paraje, pero sí traté de vivir en todos lados casi de la misma manera que viví durante toda mi adolescencia, la que vivo ahora también. No cambia mucho mi manera de vivir con respecto al lugar, siempre muy casero, muy tranquilo. Así que más allá de las ciudades que realmente ninguna se parecía a mi pueblo, pero en la manera de vivir sí. En todas iguales.

Lisandro López jugó diez años en el exterior. Vivió en Oporto (Portugal), Lyon (Francia), Doha (Qatar) y Porto Alegre (Brasil). Nació hace 33 años en Rafael Obligado, un pueblo de la Provincia de Buenos Aires, partido de Rojas, donde viven alrededor de 870 personas.

– ¿En alguna de esas ciudades pudiste ir a pescar?

-En todas. Siempre, hasta en Qatar pesqué. Sigo pescando, es la otra pasión así que siempre que pueda lo hago, no importa el lugar.

– ¿Qué recuerdo del pueblo llevás a todas partes?

– Los recuerdos que tengo de Obligado son los de la niñez, los de la infancia, que son los que tengo muy vivos y que recuerdo siempre porque en Obligado la mayoría de los nenes tienen una infancia muy feliz, tienen la libertad de andar en la calle, de jugar, de correr, de andar en bicicleta. No tienen el peligro de las grandes ciudades, además se conocen todos, entonces siempre hay grupos grandes de niños y eso es lo que pasaba conmigo, con los chicos de nuestra edad, de nuestra época y realmente lo que más recuerdo de Obligado fue mi infancia porque fue un momento muy agradable, muy feliz.

– Con diez años viviendo afuera: ¿Cuáles eran las transformaciones que notabas a nivel social, económicas o de construcción en cada una de tus visitas?

– Durante los diez años casi siempre volvía cada seis meses, o sea que iba siguiendo más o menos los cambios, no solo del pueblo sino del país. En el pueblo particularmente cada vez menos gente, porque hay mucha gente grande, mucha gente mayor que se va yendo y los chicos cada vez más, se van en busca de estudio, de trabajo, de salida laboral, entonces cada vez queda menos gente en el pueblo. En términos sociales y económicos, lamentablemente cada año con un poquito más de pobreza, donde a la gente le cuesta cada vez más ganar el mango, comprar comida, construir alguna cosa. En estos últimos diez años creo que no solo en el pueblo sino en el país fue todo un poco para atrás. Creo que no hay persona que pase hambre, por lo menos en el pueblo, porque es un pueblo solidario, en donde todos ayudan, todos se conocen y dentro de toda la situación grave que vive el país, en Obligado la gente vive dentro de todo bien.

– ¿Cuándo estabas afuera de qué manera te informabas?

-Internet y leía los diarios o miraba la televisión por internet. (NdR: mientras hacemos la entrevista, de fondo se escucha la televisión, muestran un hecho delictivo en el noticiero de TN)

– ¿Hablabas con tus familiares y amigos para informarte?

– Sí, por supuesto. Siempre al tanto de todo, más allá de venir cada tanto, estaba en permanente contacto con la gente querida, con familiares, con amigos. Además me gusta informarme, me gusta mirar los noticieros, así que siempre estuve al tanto de todo.

– En tu retorno al fútbol argentino, ¿cuánto tuvo que ver estar cerca de los afectos?

-La verdad que mucho. Más allá de mis ganas de volver al club y de jugar acá en Argentina, tenía muchas ganas también de estabilizarme de alguna manera, de estar en mi país, de estar cerca de mi gente. Pesó mucho. Futbolísticamente no iba a ser otro club que no fuese Racing, eso estaba más que claro, pero se puede decir que las ganas fueron compartidas entre jugar acá en Argentina y estar cerca de mi gente.

Una foto publicada por Racing Club . El Primer Grande (@elprimer_grande) el 24 de Sep de 2016 a la(s) 3:51 PDT

El legado que dejó Diego Alberto Milito quedó bien ocupado por alguien tan identificado con el club. Lisandro siente el mismo compromiso que siempre tuvo a lo largo de su carrera, con la diferencia que ahora habla más con la dirigencia y con el grupo de jugadores. El delantero convirtió su primer gol en el equipo de Avellaneda el 12 de octubre de 2003 en el 2-2 ante Lanús (ese día también metió un tanto Milito).

– Volviendo al tema de la pesca: ¿Con qué frecuencia lo hacés? ¿Hace cuánto?

-Toda mi vida, desde que tengo uso de razón, con mi abuelo, con mi viejo. Lo sigo haciendo hasta el día de hoy. Con la frecuencia que se puede; con la máxima frecuencia que se puede, cada vez que me voy al pueblo voy a pescar, por ahí cada fin de semana si me voy, cada quince días. Cuando me voy al pueblo me voy a pescar siempre con algún amigo. Pero cada vez que tengo un rato libre o un día libre, casi siempre lo hago.

– ¿Le ves algún punto de conexión con el fútbol? ¿Alguna similitud?

-No, sinceramente no. ¡Bah! La entrega puede ser, porque realmente lo hago con mucha entrega, con mucha pasión, como lo hago en el fútbol. Pero es un momento de desconexión, de tranquilidad, que lo disfruto muchísimo, cosa que en el fútbol no me pasa tanto, a la pesca ,en cambio, la disfruto siempre, mucho, por más que sea exitosa o no, la disfruto muchísimo. Y la similitud puede ser con la entrega que lo hago y lo que me genera o lo que me hace sentir, que es mucha pasión con lo que hago.

En una nota con el diario deportivo Olé, el delantero expresó que el gol de chilena contra Independiente lo disfrutó tanto como cuando saca un pez.

– ¿En las concentraciones y ratos libres, leés?

-Sí, leo bastante. No solo en las concentraciones, en el día a día leo bastante, me gusta, en las concentraciones se da un poco más, porque tenemos mucho tiempo libre ahí descansando en la habitación y siempre tengo algo para leer, siempre.

– ¿Qué leés?

– Novelas, de vez en cuando alguna novela informativa, otras de ficción, algunas de historias reales, pero casi siempre novelas. No me gustan las biografías ni nada de eso, siempre género dramático, romántico, pero noventa por ciento novelas.

-¿Alguien relacionado al fútbol te incentivó con el tema de la lectura?

-No, no. Yo he incentivado a otros más que nada. Con amigos, en el pasado me fui metiendo en la lectura, pero en relación al fútbol no. Yo he hecho un par de lectores, más que a mí.

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Una foto publicada por Racing Club . El Primer Grande (@elprimer_grande) el 5 de Jul de 2016 a la(s) 2:34 PDT

– ¿A compañeros?

– A compañeros, sí, sí. Algunos que mostraron un poco de curiosidad, o regalando algún libro. A mí en lo personal es algo que me encanta, me gusta mucho, lo hago a diario y lo disfruto.

– ¿En el ámbito futbolístico se tendría que implementar un poco más la lectura?

-No, sinceramente no. Cada uno es dueño de elegir lo que le gusta y lo que no, para mí es un pasatiempo, es de alguna manera también informarte cuando el libro lo permite, ir adquiriendo vocabulario. Ayudar creo que te ayuda, pero después está en cada uno hacerlo o no, está en cada uno si le gusta o no le gusta, es un pasatiempo como otros tendrán los suyos, pero me parece que no es estrictamente necesario.

– ¿Hay debates políticos en las concentraciones, en los vestuarios o es algo tabú?

– A veces hay. No sé si debate, pero sí charlas normales de cómo está el país, de cómo lo ve cada uno, una charla de café cuando estamos en la mesa o tomando unos mates, pero debates o discusiones no. Charlas de política sí, a veces surgen, entre otras cosas.

-¿Qué opinas del fútbol como herramienta para la política de los Derechos Humanos?

– Creo que el fútbol puede ser un mensajero importante porque es un deporte mundial, creo que de los deportes más vistos mundialmente, que más simpatizantes atrae y si se usa como mensajero para los Derechos Humanos y para cosas importantes en ese sentido puede ser importante.

Fuente: www.elequipo-deportea.com

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