Racing Club El Primer Grande

¡Felices 39, Príncipe!

Diego Alberto Milito cumple años y El Primer Grande repasa la exitosa carrera del último gran ídolo de la "Academia".

Diego con el trofeo de campeón en 2014

El 12 de junio de 1979, nació Diego Alberto Milito, en la localidad de Bernal, provincia de Buenos Aires. Su padre hincha de Boca, muchos familiares paternos de Racing, y la mayoría de los parientes maternos de Independiente. Diego tenía para elegir, y se quedó con la celeste y blanca. Apasionado por el fútbol desde chiquito, decidió probarse en Racing en 1989 a los diez años de edad. Desde ese momento inició su carrera en las inferiores de la entidad de Avellaneda, fue un largo camino y el debut en primera se hizo desear.
En Novena jugó muy poco y cuando paso a Octava dejó el club. Al año siguiente, Miguel Gomis, su entrenador en infantiles, agarró la Séptima y lo llamó para que vuelva al club. La «Academia» llevaba una sequía de nueve años sin títulos en juveniles. Al principio Diego jugaba poco y nada en la Cuarta, contó que Cárdenas lo vio en acción y luego le preguntó a su técnico porque no jugaba y le dijo: “Dámelo a mí, que me lo llevo a la Reserva”. “Pasé de no jugar en Cuarta a jugar en Reserva, y ahí cambió todo. Y después fuimos campeones en Cuarta” recordó Milito. “Me costó muchísimo. Racing no pasaba un buen momento institucional, traían muchos jugadores y entonces relegaban a los de inferiores. En Quinta casi termino goleador del campeonato, incluso le metí cuatro goles a Independiente en un clásico en el Cilindro y me llegaron a hablar para ir a la pretemporada con la Primera pero al final no sé por qué no me llamaron. Terminé haciendo dos años de Cuarta, que no es común, y eso es caminar por la cornisa. Lo bueno es que siempre tuve constancia. Y ayudó que en mi segundo año de Cuarta fuimos campeones, cosa que te da un poquito más de visibilidad, porque en Racing no salían campeones ni las inferiores”.

milito inferiores 2

El ansiado debut en el primer equipo llegó el 11 de diciembre de 1999 por la anteúltima fecha del Apertura contra Unión de Santa Fe, Gustavo Costas, técnico en aquellos tiempos, lo mandó a la cancha en remplazo de Canobbio, la “Academia” y el Tatengue empataron en tres goles. En el Cilindro jugó por primera vez contra Gimnasia y Esgrima de La Plata, ese día se despedía Marcelo Delgado y Racing ganó 3 a 1. En el verano de 2000 hizo su primera pretemporada, empezó a tener minutos cuando comenzó el torneo pero el presente del equipo era penoso. En la octava jornada del Clausura 2000 llegó el primer grito, Milito le pegó de veinticinco metros y le dio el empate a la “Academia”, que sin embargo perdió el partido de local frente a Colón por 3 a 1. Racing terminó el campeonato en el puesto dieciocho y en el Apertura 2000 fue último, las peores campañas de la historia hasta el momento y la tabla de los promedios era una preocupación.


Foto: Diego festeja su primer gol.

El Príncipe jugó veintisiete partidos en 2000 y sólo marcó aquel gol frente al “Sabalero”, pero el problema no era el joven atacante, en el Apertura ningún jugador del equipo tenía más de dos goles. Se vivían tiempos difíciles en el club, tanto en lo deportivo como en lo institucional, pero a Diego poco le importaba y declaró: «Yo amo a Racing. Muchísimo. Los hinchas son una cosa increíble y lo más grande que hay. Me encanta jugar acá por más problemas que tengamos».
Pasaban los partidos y los goles no llegaban, tenía dos en 44 presentaciones. «Me está costando hacer goles. No me considero un goleador ni me obsesiono con eso pero tengo que meterla más. A veces me apuro en el último toque”, autocrítica de Milito.
En su partido 45 con la celeste y blanca tenía que viajar a Santa Fe para visitar a Colón por la decimoséptima fecha del Clausura 2001 y era vital conseguir los tres puntos para no caer en promoción. Diego amaneció con fiebre y no iba a ir al banco, pero ante una lesión de Canobbio, Mostaza Merlo le ordenó que tenía que estar igual pese a haber tenido 39 grados de temperatura a horas del partido. El local estaba en ventaja y a mediados del segundo tiempo el técnico decidió poner a Milito afiebrado. El delantero no lo defraudó y en el último minuto clavó un golazo desde el borde del área y decretó el empate de Racing. Eran tan importantes los puntos, que en la euforia de haber conseguido el gol se sacó la camiseta y recibió la segunda amarilla, expulsado.

Foto: Tapa del Diario Olé tras el partido de Milito con fiebre.

Por actitudes como la de aquel partido Diego mantenía el apoyo de los hinchas pese a tener un bajo promedio de gol. La gente valoraba su entrega, su valentía, que pedía la pelota en los momentos más complicados, dejaba el alma por el club y jugaba hasta enfermo.
El partido en Santa Fe fue bisagra para el Príncipe, de a poco se le empezó a abrir el arco. Fue una pieza importante en el Apertura 2001, compartió ataque con Estévez y Maceratesi. En la cuarta fecha metió los dos goles de la «Academia» para derrotar a Newell’s 2 a 1 y que Racing quede puntero. “Si, me había obsesionado. Estaba ansioso, erraba goles increíbles. Y me ponía mal, porque sé que en mi posición tengo que convertir, por eso, estos goles son para la gente, que siempre me bancó. Y eso fue clave, me dio muchas fuerzas para no aflojar”, reconocía Diego ya más tranquilo. Contra Colón aportó otro gol en la décima fecha, fue uno de los tres jugadores que disputó los diecinueve partidos del torneo. Tras lucharla tantos años desde las categorías inferiores, Diego cumplía el sueño de ser campeón con Racing. Ya había cortado una racha de nueve años sin títulos en juveniles y en 2001 cortó la que parecía que nunca se iba a cortar, la de 35 sin ganar un torneo de Primera División.


Foto: Milito con el trofeo del Apertura 2001, junto a Estévez y Arano

Los siguientes campeonatos de Diego en Avellaneda fueron los mejores de su primera etapa, se ganó un lugar entre los titulares y fue el goleador del equipo en cuatro torneos consecutivos: hizo seis en el Clausura 2002, ocho en el Apertura 2002, seis en el Clausura 2003 y nuevamente 8 en el Apertura 2003. También se dio el gusto de jugar a nivel internacional, disputó Copa Sudamericana en 2002 y Copa Libertadores en 2003. Cerró su primer ciclo con un total de 148 partidos jugados y 37 goles.

En enero de 2004 se marchó al Genoa, club que militaba en la Serie B de Italia. “Sentía la necesidad de cambiar de aire, y el club también necesitaba vender”, declaró el jugador. Pese a ser candidato a bajar a la tercera división, el equipo logró mantener la categoría y en la siguiente temporada, la 2004-2005, consiguió el ascenso a la Serie A. “Si el presidente lo vende, le parto una pierna” decía a modo de broma Serse Cosmi, entrenador del equipo genovés. Cuando Diego ya soñaba con jugar en la Serie A, el Genoa fue sancionado por estar involucrado en un caso de arreglo de partidos y descendió a la Serie C. La mayoría de los jugadores fueron transferidos y el equipo se desarmó.

El Real Zaragoza español vio la oportunidad y fichó al ex delantero racinguista por dos años en carácter de préstamo. “Yo insistí para ir ahí, por muchas razones: para jugar con Gabriel, para conocer una liga diferente, y además porque me llamaban todos los días el presidente y el técnico del Zaragoza. Sentía que realmente me querían” comentó Diego. Al llegar club español nació su relación con el número que lo identifica: “Como llegué sobre la hora de inicio del campeonato, por ese tironeo con el Genoa, solo quedaban disponibles el 22 y el 2, así que no había mucha opción”.
Tuvo la responsabilidad de remplazar al goleador David Villa, quien se había ido al Valencia, equipo que enfrentó en su debut por la liga, fue empate a dos el 11 de septiembre de 2005. Dos jornadas más tarde hizo su primer gol con la camiseta del Zaragoza, fue el primero en la victoria 3 a 1 como local ante Osasuna. Terminó con quince goles y fue el máximo goleador de su equipo en el campeonato, pero lo más destacable fue lo ocurrido en la Copa del Rey. Zaragoza eliminó en octavos al Atlético de Madrid, en cuartos al Barcelona con dos goles de Diego en el partido de ida y en semifinales enfrentó al Real Madrid. El 8 de febrero de 2006 el Príncipe se convirtió en Rey por primera vez, en 41 minutos le metió cuatro goles al Real Madrid (Casillas en el arco). Fueron tres con el pie y uno de cabeza, ganó su equipo con una goleada histórica 6 a 1 y a pesar de perder la vuelta en el Bernabéu, se clasificó para la final gracias a tantos goles de Milito en la ida. Lamentablemente en la final cayó 4 a 1 ante el Espanyol y Diego no pudo levantar un trofeo en España.

Para la siguiente temporada aumentó la cuota goleadora del ex Racing, consiguió veintitrés goles, nadie hizo tantos para Zaragoza en una temporada, salvo el peruano Seminario en 1961/62. Diego marcó el gol del empate frente al Recreativo de Huelva en la última fecha, y gracias a ese punto su equipo obtuvo un histórico sexto puesto y logró la clasificación a la Europa League. Disputó el trofeo Pichichi hasta el final de la liga, pero Ruud Van Nistelrooy terminó con dos goles más que el argentino. El club español decidió hacer uso de la opción de compra y a mitad de temporada se quedó de forma definitiva con el ex jugador de Genoa. En la segunda parte de la temporada el equipo sufrió un bajón muy importante, quedó eliminado de la Europa League, Copa del Rey y cayó en la tabla de la liga a tal punto que descendió a Segunda División. Milito fue uno de los pocos que se salvó de los reproches.

A partir del descenso del Zaragoza tomó la decisión de cambiar de club, rechazó ofertas del Tottenham y optó por retornar a Italia ya que tenía una cuenta pendiente con el Genoa, jugar en la Serie A. “Tuve la sensación de que nunca me había ido, es como un cuento” dijo tras el debut versus AC Milán. En el Club genovés ganó los dos clásicos contra Sampdoria, el primero 1 a 0 con gol suyo, y en el segundo se destacó con un triplete, 3 a 1. Se consagró como uno de los mejores delanteros del Calcio, terminó la temporada con 24 goles, solo un gol menos que Zlatan Ibrahimovic. Milito dijo adiós con un doblete en la victoria 4 a 1 frente a Lecce, gracias a sus goles el Genoa logró un histórico quinto puesto y se clasificó a Europa League. Los “Tifosi” lo despidieron con una bandera que decía “Es mejor que nos dejes a no haberte conocido”. Tercer club que dejaba el Príncipe, tercer club que lo amaba.

Tras la consagración en el Calcio llegaron las ofertas de los clubes importantes, en mayo de 2009 Diego Milito fichó para el Inter de Milán. Como en Zaragoza, llegó al club con la misión de remplazar a goleador estrella que se había marchado, ahora tenía que hacer olvidar al sueco Ibrahimovic. Debutó y fue titular en la derrota 2 a 1 frente a Lazio en Pekín, China, en el partido por la Supercopa de Italia. Comenzó con el pie izquierdo pero la mala fortuna duró poco, en su primer clásico anotó de penal en la goleada 4 a 0 sobre AC Milán. En noviembre frente al Dinamo Kiev consiguió su primer gol en la Champions League y comenzaba a ser uno de los jugadores más destacados del torneo. Aportó un gol frente al Chelsea en octavos, otro contra CSKA Moscú en cuartos y uno ante Barcelona en semi. En la espera de la gran final, el 5 de mayo fue el autor del único gol de Inter en la final de la Copa Italia contra la Roma, y once días más tarde marcó el gol de la victoria 1 a 0 frente a Siena, el cual significó el título de Serie A para los dirigidos por Mourinho. El 22 de mayo volvió a convertirse en Rey, con dos goles suyos el Inter derrotó al Bayern Munich 2 a 0 y levantó la orejona después de 45 años. Diego fue elegido el mejor jugador de la final y del torneo, ganó el triplete y terminó una temporada de ensueño con treinta goles en 52 partidos. Fue elegido como el mejor delantero europeo de clubes de la temporada.


Foto: Milito y la «Orejona».

La siguiente temporada comenzó con otro título, la Supercopa de Italia frente a la Roma, y el año terminó de la mejor manera, con el Inter levantando la Copa Mundial de Clubes de la FIFA. Milito aportó un gol en la semifinal contra el club surcoreano Seongnam. A mediados de 2011 anotó el tercer gol en la final de la Copa Italia que Inter le ganó a Palermo por 3 a 1, fue el último título de Milito en el club italiano. Ya por aquel entonces manifestaba sus deseos de terminar su carrera en el club de sus amores: “Siempre sueño con volver a Racing. Es el club que me formó y le tengo un cariño enorme.”

En enero de 2012 cumplió 200 partidos en clubes Italianos, y que mejor que hacerlo en un clásico y con un gol. Llegó a siete goles en nueve derbis disputados entre el cruce milanés y el de Génova. Un mes mas tarde volvió a marcar cuatro goles en un partido, fue de local en una 4 a 4 ante Palermo. Milito pasaba un gran momento, brillaba en el Inter y trataba de superarse cada día, pero el 14 de febrero pasó lo peor, por los dieciseisavos de la Europa League, frente al Cluj rumano, se lesionó gravemente su rodilla y tuvo que ser operado. Luego de seis largos meses de espera, Diego volvió a las canchas, ingresó en el segundo tiempo en la victoria 7 a 0 frente a Sassuolo, aportó dos goles y una asistencia, ¡el Príncipe había regresado!

Hacía tiempo que por Avellaneda se rumoreaba con la vuelta de Diego a la «Academia», desde Italia, el goleador decía que su amor y pasión por Racing seguían intactos, más allá de las distancias estaba pendiente de todo lo que sucedía en el club: “Los partidos de Racing los vi siempre, en todos lados”.
De no haber sido por la grave lesión sufrida en 2012, el retorno a Racing se hubiera dado antes, pero Milito se sentía con la obligación de devolver dentro del campo de juego todo el apoyo que recibió de parte de Inter durante su lesión, y además necesitaba volver a sentir que podía rendir, saber que volvería a Racing con cosas para dar.

La espera de los hinchas académicos terminó en junio de 2014, Diego cerró una brillante etapa de su carrera y regresó al fútbol argentino. Volvió a vestirse de celeste y blanco y marcó por primera vez desde su regreso en la primera fecha del torneo frente a Defensa y Justicia. Unos partidos más tarde consigue volver a gritar un gol en el Cilindro, fue de penal contra Arsenal. Su tercer gol en el torneo lo hizo en el clásico, sin embargo se fue con la amargura de haber sido derrotado y de salir lesionado en el primer tiempo. Milito fue fundamental durante todo el torneo, fue líder del equipo junto a Sebastián Saja y gracias a su experiencia hizo crecer a muchos jugadores del plantel, en especial a Gustavo Bou. Mucho más pensante que en su primer ciclo en el club, supo aportar mucho fútbol al ataque del equipo de Diego Cocca. A tres fechas del final del torneo, la «Academia» recibía a River con la oportunidad de arrebatarle la punta si conseguía una victoria. Milito fue decisivo en el resultado del partido, Racing se quedó con el triunfo por la mínima diferencia gracias a un gol en contra del defensor Ramiro Funes Mori, tras un remate del número veintidós. El campeonato estaba a dos partidos, dependía sólo de Racing, la gente desbordaba de felicidad, el Cilindro explotaba, el ídolo salió en el segundo tiempo y se llevó una ovación inolvidable. «Racing es mi vida. Volví para esto» declaró emocionado el Príncipe de Avellaneda. Milito se despachó con un doblete en la anteúltima fecha contra Rosario Central como visitante y la «Academia» acariciaba el título. Dos semanas más tarde, el 14 de diciembre de 2014, Racing le ganó 1 a 0 a Godoy Cruz como local y luego de trece años volvió a gritar campeón. Volvió Milito para ser campeón, se convirtió en el único jugador en haber conseguido los últimos dos títulos del club.

El Príncipe volvió para ser campeón

Gracias a la conquista del 2014, Diego volvió a disputar la Copa Libertadores tras doce años. En 2015 el delantero empezó a renegar más con su rodilla, la edad comenzó a pasarle factura y ya no podía rendir en la cancha como el año anterior, se le hizo difícil poder jugar muchos partidos seguidos ya que no estaba al cien por ciento en lo físico. Uno de sus grandes momentos en el año fue cuando volvió a anotarle a Independiente, de penal le dio el triunfo en el clásico a Racing en el Cilindro. Jugó la Copa Libertadores 2016 pero nuevamente se quedó con las ganas de levantarla.

En enero de 2016 confirmó su retiro a fin de temporada. El 21 de mayo jugó su último partido con la camiseta de Racing, se despidió con su gente en el Cilindro frente a Temperley. Recibió el cariño de la gente desde antes de comenzar el partido y durante todo el mismo, la gente no fue a ver a Racing ese día, fue a ver a Milito. Y el Príncipe no defraudó, metió un gol de penal e hizo delirar a la hinchada. Luego tuvo otro penal pero se lo atajaron, y claro, quería cerrar la cuenta en veintidós goles desde su regreso a la «Academia». Fue un día a pura emoción para Diego, ya que en la madrugada había sido padre por tercera vez. Lloró de emoción primero junto a su familia y luego a la tarde noche junto a su gente.

Las muestras de afecto no cesaron aquel día, unos meses más tarde los hinchas organizaron un reconocimiento especial y lograron que se cambie el nombre de la calle Italia por el de Diego A. Milito en el tramo pegado al estadio. El agasajado expresó que “Es muy loco, la verdad, algo muy fuerte, difícil de explicar con palabras tanto afecto de la gente”.

Su excelente carrera a nivel de clubes se completa con su participación a nivel internacional, defendió la camiseta argentina en veintiséis oportunidades y marcó cuatro goles. Fue convocado por Marcelo Bielsa en 2003 por primera vez, debutó en un amistoso frente a Honduras y marcó el primer gol argentino. Diego siempre estuvo muy agradecido con el entrenador que le dio la oportunidad de juagar en la selección, y opinó: “Para mí fue clave tener a un técnico como Marcelo Bielsa, que me potenció y me enseñó muchísimas cosas. Él me mostraba videos de Batistuta y Crespo, entre otros, y eso me hizo un clic en la cabeza”.

Su mejor partido fue el amistoso frente a Uruguay en la inauguración del Estadio Ciudad de La Plata en 2003. Argentina empató 2 a 2 y Diego hizo los dos goles de la albiceleste, además compartió equipo con su hermano Gabriel, que metió un gol en contra.
Pékerman lo dejó afuera de la lista para el Mundial 2006 de Alemania, pero Milito no se quedó con las ganas de asistir a la máxima cita del fútbol, Diego Maradona lo citó para el de Sudáfrica en 2010 tras el gran año que el ex Racing tuvo en el Inter de Italia. La gran cantidad de delanteros de jerarquía no le permitió jugar muchos minutos, sin embargo pudo ingresar casi veinte en el debut frente a Nigeria, y fue titular en el tercer partido contra Grecia.

Al año siguiente, con Sergio Batista como entrenador, volvió a ser citado y fue parte del plantel que disputó la Copa América Argentina 2011, pero esta vez no participó ni un minuto. Milito nunca jugó los noventa minutos de un partido con la celeste y blanca de Argentina, siempre ingresó como suplente, o si fue titular salió reemplazado. Lamenta no haber tenido más oportunidades de demostrar adentro de la cancha, pero no se reprocha nada y está orgulloso de haber sido parte de una Copa del Mundo.

Diego es una persona humilde, que como él siempre dice, eligió con el corazón a la hora de tomar cada decisión en su carrera, prefirió quedarse en Racing en sus inicios a pesar de la crisis que vivía el club, eligió volver a Genoa y rechazó ofertas de clubes más importantes porque tenía una cuenta pendiente con el club, decidió permanecer una temporada más en Inter para agradecer todo el cariño que le brindaron en la difícil etapa de la lesión, y quiso volver a Racing entero, con mucho para dar en la cancha y brindarle una alegría al club de sus amores.

“Lo que más me reconforta, más allá de los goles y los títulos, es el afecto de la gente. Ser querido y respetado, ser buen tipo, más allá de poder jugar bien o mal. Son los valores que me inculcaron mis viejos. Eso es impagable, lo que más me llena de orgullo en mi carrera”.

¡Felices 39, Príncipe!

Si todavía no jugaste los QUIZ de Milito, entrá y probá tu memoria académica:
QUIZ GOLES DE MILITO

QUIZ EPG 10- Goles de Diego Milito en Racing

QUIZ RIVALES DE MILITO

QUIZ EPG 9- Rivales que tuvo Diego Milito en Racing

Estadísticas

Racing 1999-2003, 2014-2016 ►220pj 59g

Genoa 2003-2005, 2008-2009 ►98pj 59g

Zaragoza 2005-2008 ►125pj 61g

Inter 2009-2014 ►171pj 75g

Total Clubes ►614pj 254g

Selección Argentina►26pj 4g

Total ►640pj 258g

 

Títulos

Racing: 2

Apertura 2001

Torneo de Transición 2014

Inter: 6

Copa Italia 2010 y 2011

Serie A 2010

Supercopa Italia 2010

Champions League 2010

Mundial de Clubes 2010

Por: Fernando “Chicho” Ferreira

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