El Rey del Mano a Mano

Racing volvió a dejar eliminado al eterno rival en cruces mano a mano como ha ocurrido a lo largo de toda la historia.

Racing perdió 2 a 1 frente a Independiente en el partido de vuelta correspondiente a la Final de la Liguilla y pese a la derrota clasificó a la primera fase de Copa Libertadores (repechaje a definir) por haber finalizado 3 a 2 en el resultado global de la serie. Rodríguez y Lucero convirtieron para los vecinos, mientras que Luciano Lollo convirtió el tanto del empate transitorio para la Academia. Racing volvió a dejar eliminado al eterno rival en cruces mano a mano como ha ocurrido a lo largo de toda la historia.

Toda la algarabía, la euforia, el vértigo y el desahogo que había generado ganar como visitante y por 2 goles de diferencia en cancha del Rojo pusieron al elenco de Diego Cocca como máximo favorito a quedarse con el último cupo para la máxima competencia de nuestro continente. El entrenador, en su último partido de un ciclo más que exitoso, dispuso los ingresos de Diego Milito y Washington Camacho, por Gastón Diaz (suspendido) y Oscar Romero (lesionado). El Cilindro lució un marco imponente con más de 55.000 fanáticos que se hicieron presentes para vivir una jornada histórica.

Desde el arranque, el conjunto de Pellegrino salió decidido a buscar ese gol que lo ponga en carrera en la serie. Al minuto nomás tuvo que intervenir el Chino Saja para tapar de manera extraordinaria un cabezazo de Lucero. El local se mantuvo replegado en los primeros minutos y se aferró en las ganas de Grimi, el despliegue de Acuña y la potencia incontrolable de Gustavo Bou a emparejar el pleito. Independiente tuvo un par de llegadas más en esa primera mitad, la más clara un cabezazo de Toledo que se fue casi besando el palo de un ya vencido Saja. El tándem Cerro-Aued no tuvo un buen primer tiempo ni en la contención ni en la distribución, Camacho mantuvo sus intermitencias habituales y el Príncipe Milito, impreciso en cada una de sus intervenciones.

En el complemento se dio un partido más equilibrado, parejo y con los dos equipos intercambiando llegadas de riesgo. Cocca movió el banco y mandó al terreno a Noir y a Discoteca Nuñez por Camacho y Milito, para tratar de definir la serie de contra. Promediando la segunda etapa, Cebolla Rodríguez, recientemente ingresado, con un tiro libre rasante al palo derecho de Saja abrió la cuenta.

Más alla del impacto, la Academia se puso rápido de pie, lo tuvo el Huevo Acuña, pero Diego Rodríguez pudo rechazar al córner. Justamente de ese tiro de esquina, magistralmente también ejecutado por el ex volante de Ferro, Luciano Lollo ganó como siempre en las alturas y con un tremendo testazo igualó el juego para el delirio de toda la muchedumbre.
Tras el empate, los de Pellegrino se descontrolaron; Mendéz no toleró que Acuña le pasara el trapo en cada duelo personal y le propinó un golpe, tras el cual vio la roja. Pocos minutos después Jorge Ortiz, hizo lo propio al rostro de Aued y también se retiró expulsado.

Restaban no más de 5 minutos para florearse y para tratar de asestarle el golpe de K.O a los primos no queridos, con 2 hombres de ventaja pero hubiese sido raro que en el Cilindro no hubiera esa dosis de sufrimiento casi esencial para la vida de Racing. Sobre la hora, Lucero aprovechó un mal retroceso de la defensa local y convirtió el 2 a 1 restando los 3 minutos adicionados por Patricio Lousteau. Fueron 180 segundos de suplicas, que acabaron cuando Víctor Cuesta dilapidó lo que era el tercero de Independiente y la última chance de llevar el partido a los penales.

Pese a que la fiesta no fue completa por el sorpresivo resultado adverso pese a tener superioridad numérica en los últimos minutos, Racing cumplió la misión de meterse en la próxima Libertadores y de yapa dejar afuera a los que se dicen ser coperos.

Una foto publicada por Racing Club . El Primer Grande (@elprimer_grande) el 7 de Dic de 2015 a la(s) 6:29 PST

Párrafo aparte para la despedida del gran Diego Cocca el DT con mayor efectividad en la historia de Racing Club, el Primer Grande, y que en un año y medio de trabajo nos regaló inmensas alegrías.

Otra vez será Rojo

Autor: Miguel Angel Argentino Hernández-@ARGENTINOH25

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