El gran capitán

¿Lisandro López? No. En este caso vale remarcar a la cabeza de este grupo. En un momento clave, metió mano al equipo y no le tembló el pulso. Se tomó el tiempo para premiar a Rojas y reivindicarse con los que había sacado. El tiempo le está dando la razón.

Lisandro habla con Coudet. Esta semana fue al revés... y el DT acertó.

Piloto de muchas tormentas, Eduardo Coudet reafirma cada una de sus decisiones con buenos resultados. No solo por los triunfos, sino por el manejo de grupo y las circunstancias que tuvo que atravesar. No todo es color de rosa, claro. Pero hay que reconocerle una virtud: Coudet sabe lo que está haciendo.

Cuando se sale campeón, el elogio fácil pasa desapercibido o casi es una obviedad. Pero en este campeonato el entrenador se enfrentó cara a cara con su primera tormenta: Eliminación de la Copa Argentina, goleada en contra frente a River y un arranque irregular en la Superliga.

Todo esto sumó para desestabilizar la paz reinante en Avellaneda. Cuando se le reclamaba mejores cambios, ingreso de ciertos jugadores o cambios de esquemas, el “Chacho” dio la cara y los motivos para todos.

Porque de eso se trata, un entrenador se gana a sus jugadores cuando lo que prepara en la semana, sucede en la cancha.

Frente a Aldosivi, luego de una actuación espantosa frente a Rosario Central, el entrador fue muy clarito en conferencia de prensa: “No encaré la semana como una derrota, si cómo una semana para cambiar la imagen”. Y seguido de ésa frase, confirmó la realización de 5 cambios en el equipo. Solo uno obligado que fue el “Pulpo” González. Afuera Donatti, Mena, Barbona y Cvitanich. Y se la bancó cuando explicó que otros estaban “en mejores condiciones que ellos”.

Incluso con Matías Rojas hubo una apuesta fuerte del DT. Es sabido que la paciencia de los hinchas con el ex Defensa se está agotando, pero el técnico sigue confiando en él y se jugó pidiendo que la gente lo banque más y más. Que eso le va a hacer bien a la confianza del jugador.

Estas dos movidas fueron, a priori, muy arriesgadas por parte del entrenador que ponían en juego el liderazgo y la “banca” que puede tener con sus dirigidos.

Pero la mano le salió bien. El resultado exitoso no trajo un muy buen juego pero sí una mejoría. Domínguez a la cueva funcionó, Soto por el lateral fue positivo, Rojas metió la asistencia y Cristaldo hizo el gol. Acierto de Coudet.

Incluso la muñeca del gran capitán de este barco se vio en los cambios: para manejar los humores del grupo, ingresaron Donatti, Cvitanich y Barbona… Tres jugadores que habían sido titulares en Rosario. ¿Casualidad? Para nada. Manejo de grupo se llama.

Y con Rojas se vio otro gesto de cabeza de grupo: Lo sacó a los 82 minutos solamente para que la gente lo aplauda, para que el jugador sienta cariño y, como consecuencia, más confianza para demostrar todo su potencial.

Muy bien por el entrenador que, poco a poco, va mostrando más y más condiciones para ser el DT de Racing. Que se está ganando la credibilidad de los suyos y de los hinchas.

Podrá tomar algunas decisiones erróneas, podrá fallar en algún cambio. Pero de lo que se puede estar seguro es que este técnico sabe lo que está haciendo y ejecuta lo mejor para Racing Club.

Por Federico Dotti