El cuento del Demonio tuvo un final feliz

Racing se impuso en el Bosque con un golazo de Hauche. La visita al Lobo tuvo un final feliz porque apareció el Demonio.

El 'Demonio' apareció al final y clavo un golazo que lo hizo salir en las tapas de los diarios del domingo.

En los cuentos fantásticos suele haber hadas venciendo a dragones, hechiceros que usan la magia para derrotar al mal y ogros batidos por príncipes en caballos alados. Pero nosotros agregamos un relato nuevo: el Demonio que vence al Lobo. Y para peor, el Demonio apareció solo al final, cuando todo parecía terminar sin buen final, y vestido de hechicero usó la magia para poner esa bola con guante de oro…

Este parecía un cuento dominado por lobos, como si el bosque no fuera nuestro ámbito ideal. Ese primer tiempo incoloro, sin salida por abajo ni primer pase ni variantes dibujó un equipo disciplinado. Y ya sabemos que para el Código Futbolero, la clave son las sociedades de irresponsabilidad ilimitada. Y nuestros irresponsables estuvieron demasiado aplicados. Al revés que en el Mayo del 68: fuimos la no imaginación sin poder. Ellos no tuvieron claras, pero fueron mejores y por suerte el Chino estuvo metido.

Al revés que con Olimpo, arrancamos el segundo a puro color. Entendimos que era protagonismo o nos olvidábamos de que el gran cuento fantástico –el campeonato- quedaría más lejos que la casa de caperucita. Cocca hizo los cambios decisivos a tiempo: Cerro ayudó más a Videla, Castillón tapó y trepó mejor la franja y el Demonio buscó sintonizar con el cerebro lúcido del Príncipe y un tanque Bou más asistidor que explosivo.

No se usan las matemáticas en los buenos relatos. Pero en el nuestro sí, porque todavía es posible que esta muy buena campaña al menos nos de la chance de estar pendientes hasta el final del cuento.